c h e r r y l i p s [kth + jjk]

t r e i n t a y c u a t r o

¿Me extrañaron? ¿No? Bueno, jajajajajajaja, ¿cómo explicarlo? Estuve todo el mes preparandome mentalmente porque sabía que una vez subido este capítulo solo iban a quedar dos partes más y se acaba xd sorry 

-¡TAEHYUNG SE HACE TARDE!- Escuchó el llamado de su madres desde el primer piso, los pasos de sus hermanos se oyeron bajar las escaleras y un extraño sentimiento se instaló en su estómago, había algo de lo cual aun estaba pendiente por resolver.

Era probablemente el último día que vería a Jungkook y aun no confesaba sus sentimientos; cualquiera diría que solo esta exagerando, ¿pero al menos entendían un poco la gravedad del asunto? Aunque Jungkook fuera a ver a su hermano a Seul, eso no aseguraba que él tuviera el tiempo de ir a verlo, no sabía ni siquiera a que universidad asistían Seokjin y Yoongi, no iba a saber su dirección y por supuesto que iba a sonar demasiado extraño pedírsela a los mayores, no era como que fueran malas personas o algo parecido, sino por el simple hecho de que no eran cercanos, conocía a Yoongi porque el mayor también fue parte de la directiva pero era obvio que solo eran viejos compañeros, porque desde lejos se notaba el lazo que lo unía a los Jeon.

Tropezó en el ultimo escalón provocando que sus hermanos estallaran en carcajadas y su madre lo mirará con preocupación, todo el fin de semana había estado distraído, así que todo ese comportamiento era algo extraño de ver para la señora Kim.

—Algo sucede con Taehyung.— Le dijo a su esposo, este solo mirando como su hijo se ponía sus zapatos y arreglaba su uniforme, sus ojos lucían incluso un tanto apagados y tristes, soltaba suspiros. Esa no era la actitud que se esperaban de su hijo el día de su graduación. Había hablado todo el año sobre ese día, sobre por fin ir a la universidad y comenzar a descubrir la vida en compañía de su mejor amigo.

Pero ahora miraba cada rincón de la casa con unos ojos llenos de nostalgia, incluso como si aquel fuera su último día en el lugar sabiendo que tenía todas las vacaciones para disfrutar de su hogar, de su familia.

Un suspiro más y salió de la casa con su familia detrás, ya no solo eran sus padres quienes notaban un comportamiento extraño, sino también sus hermanos se miraban entre sí mismos, teniendo una ligera idea de lo que sucedía por la mente de su hermano mayor.

Jimin abrazó a su mejor amigo una vez que se encontraron en el auditorio de la escuela, los padres de estos habían ido a encontrar asientos disponibles donde pudieran apreciar la ceremonia completamente bien, tomar fotografías y esas cosas que los padres hacen en las graduaciones.

A tan solo unos asientos a su derecha se encontraba un Jungkook demasiado perdido en su propio mundo como para sentir la presencia del mayor; se estaba muriendo de nervios por lo que iba hacer una vez terminada la ceremonia y que su padre lo dejará en paz después de muchas más fotografías. Se había dicho cobarde toda la noche, porque una vez hecha su confesión probablemente lo que haría sería su mayor arrepentimiento de la vida, pero aquel dibujo en el bolsillo de su pantalón y palabras ensayadas que se convertirian en vomito verbal era lo único que tenía en aquel día, también la poca valentía que había logrado recaudar en tan solo dos horas.

Ninguno prestaba atención a lo que el director y el evento les tenía por decir, Jungkook sabiendo que aquel discurso era el que había dicho en la graduación de Seokjin y en la de Yoongi, así que no había mucho por escuchar; dicho dato desconocido para el castaño que solo se dedicaba, desde la última hora a observar a su hermoso amigo, ¿cómo era posible que una simple mirada fuera capaz de mover todo su interior en intensos sentimientos?

¿Cómo juntaría el coraje suficiente para decirle lo enamorado que estaba de él? Corrección, lo enamorados que estaban.

Una fila atrás Jimin observaba a ambos chicos sin creer la ingenuidad de ambos, ¿de verdad habían pasado meses en esa extraña clase de amistad? Ambos eran demasiado distraídos para notar lo que estaba en la punta de sus narices, sencillamente quería llegar y darle una bofetada a cada uno para que por fin se dieran cuenta.