c a t o r c e

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Yoonie ♥ 109 llamadas perdidas.
Yoonie ♥ 127 mensajes.
Suran 4 mensajes.

Seokjin suspiró mientras ignoraba los mensajes de Yoongi, abriendo directamente los mensajes de Suran, sabía que probablemente ahora la chica ya sabía de la ruptura y su corazón dolió solamente de recordar la imagen del menor, de rodillas en la acera, mientras precionaba su pecho, como si le hubiesen arrancado el corazón, llorando fuertemente. Pero dolió más al recordar el beso con aquella chica y las ganas de llorar regresaron.

Suran

Perdón por meterme, pero deberías escuchar a Yoonie

¿Podrías ceder un poco? Al menos para tranquilizarlo, Jin, él no deja de llorar...

Bien no insistire...solo, piensalo si? De verdad necesitas dejarlo explicarse

Perdón :( no pude detenerlo, esta rumbo a tu casa cuando se enteró que regresabas a visitar a tu familia.

Volvió a bloquear su teléfono soltando un suspiro, todo en él dolía y su cuerpo se sentía demasiado pesado, sus ojos aun estaban hinchados, había llorado en silencio mientras escuchaba su teléfono vibrar y piedrecitas golpear su ventana, sintiéndose dividido en tres, quien se quería quedar en cama y llorar, quien le decía que bajará y arreglará las cosas con el chico y la parte de él que quería gritarle que se largara y probablemente lanzarle un balde de agua fría. Pero no tenía el coraje suficiente para hacer aquello, y simplemente siguió la primera opción. Logró conciliar el sueño cuando las llamadas y las piedras en su ventana pararon, sintiéndose tranquilo al pensar que el chico había ido por fin a casa a dormir.

Solo eso le hizo sentir tranquilo, porque cuando se dirigió a la ventana, no había luces de Min Yoongi por ninguna parte, y una parte de él se sintió decepcionado de sí mismo por no bajar y ofrecerle calor.

Su mente y corazón estaban divididos en el que hacer.

Un olor a quemado le hizo volver de golpe a la realidad, dejando a un lado su teléfono y otorgándole toda su atención a la comida.

Suspiro mientras miraba aquellos vegetables que ahora eran más carbón que algo comestible, ni siquiera el cachorro de su hermana podría comer aquello y con un poco de pena tiro aquello a la basura, comenzando de nuevo con el desayuno, también tenía que preparar el almuerzo de sus hermanos.

Cocinar siempre lo había distraído de su realidad, se recordaba hace un año y medio llenando su refrigerador de postres y comida, después del drama que se montó cuando le confesó su sexualidad a sus padres, sobre todo aquel acontecimiento que le siguió a su confesión y sus casi dos meses de ausencia.

Recordar aquello le provocaba un malestar en el estomago, algo que le era inevitable sentir, como ahora, la culpabilidad comenzaba a crecer en su pecho por no dejar que Yoongi se explicara, como aquella vez, tenía miedo de que algo le sucediera a alguien que amaba.

—Buenos días, hyung.— Jungkook apareció junto a él sonriendo ampliamente, amaba esa dulce sonrisa de su hermanito, parecía iluminarlo todo a pesar de estar tan oscuro en su interior.— ¿Quieres que te ayude?

—¿Puedes poner la mesa? Necesito terminar sus almuerzos.

Jungkook asintió sacando los platos del almacen y comenzando a acomodarlos, tarareando por lo bajo, su corazón se sintió tranquilo, si su hermanito era feliz, el podría hacerlo.

c h e r r y    l i p s  [kth + jjk] Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum