c h e r r y l i p s [kth + jjk]

v e i n t i s e i s

Taehyung se dejó caer a la cama con frustración, aquello estaba abrumandolo más de lo que había esperado, no podía creerlo, no podía creer toda aquella situación, incluso después de una semana, de todo aquello, las emociones y sensaciones estaban ahí como de hubiese ocurrido horas atrás.

Acarició sus labios, a pesar de que había sido él quien dio el primer paso a ese beso, se sentía como si Jungkook hubiera sido el principal de todo, más cuando sus mejillas se encendían recordando las manos de Jungkook descender desde su nuca, hasta encontrarse en su cintura, pegándole más a él, como si quisiera fundirse en él, en su sabor y su olor, ser uno mismo.

Estaba tan confundido, ¿qué había sido todo aquello? ¿Jungkook le correspondía? Un momento, ¿si quiera sus sentimientos fueron aclarados? Y quiso tirarse de un puente cuando recordó al director interrumpiendo y cuando Yugyeom apareció fuera de la oficina de este para llevarse a Jungkook, sin poder hablar antes, sin poder decirle a Jungkook sus verdaderos sentimientos.

Además, más tarde Bogum había intentado besarlo y había salido corriendo antes de que lo logrará. No quería arruinar su beso con Jungkook, no quería que le arrebataran el hormigueo por recordarlo.

—¿Qué vamos a hacer Jungkookie?— Murmuró mirando la maleta en la entrada de su habitación, para después mirar la hora en su celular, no podía dormir, estaba seguro que eran sus nervios quienes impedian conciliar el sueño en aquella madrugada de diciembre, con el recuerdo de la risa de Jungkook en su mente, sintiendo calor a pesar de que el clima estaba helado y estaba envuelto en tres mantas.

Cerró los ojos un momento, mientras recordaba lo que era quedarse a dormir en casa de Jungkook, como este siempre posaba su brazo sobre su cintura, y sus narices rozaban por las mañanas al despertar, ¿se quedarían juntos? ¿Estaría en una habitación a parte?

Intento despejar su mente, de verdad necesitaba dormir sino quería llegar atrasado al día siguiente.

Pero no logró hacerlo incluso en el momento en que despertó a sus padres diciendo que llegarían tarde.

Sus ojos dolían y quería dormir, pero el recuerdo de Jungkook seguía golpeando su memoria, sino fuera porque tenía todo preparado ni siquiera llegaba a aquel viaje escolar.

Jungkook miraba la ventanilla del autobus un poco ansioso, ¿y sino llegaba? Sacudió su cabeza intentando alejar aquellos pensamientos, sus manos sudaban mientras veía al director observar con insistencia el reloj, miró el autobus, aun todos se asignaban los lugares, estaban todos o eso suponía, pero aun faltaba Taehyung.

Cerró sus ojos para no sentir el tiempo, para no saber si Taehyung llegabo o no al autobus. Entonces sintió a alguien sentarse junto a él, abrió sus ojos, la emoción por ver al castaño junto a él superaba sus expectativas, sus ojos estaban brillando más que de costumbre, aunque sus labios formaron un puchero al notar que era Park Jimin quien estaba sentado junto a él.

—¿Decepcionado? Ah~ Jungkookie, no-

—No me llames así.— Cortó a media oración el menor con el ceño fruncido, mientras Jimin arqueaba las cejas un poco sorprendido, más esperaba algo así. Nadie, a excepción de Taehyung, lo llamaba de esa forma y solía fruncir el ceño incluso cuando Jisoo lo llamaba así.

—Oh, tranquilo Jungkook, Taennie no tardará en llegar. Vamos~ relajate, llegará.

Y así estuvieron por los próximos cinco minutos, después de haberse cambiado de lugar para estar con Taehyung los dos, según Jimin, no quería viajar cinco horas en compañía de la soledad. Mientras bromeaban y jugaban, muy metidos en su burbuja, no escucharon al director dar instrucciones sobre el viaje y sus paradas, sin darse cuenta de que Taehyung estaba detrás de él, con ojeras enormes y un ceño fruncido al presenciar la imagen al final del autobus. Su mejor amigo y el chico que le gusta ignoraban por completo su presencia.