t r e i n t a y t r e s

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¿Aló? ¿Polishia? Vengo a declararle mi amor eterno a Jeon Jungkook.

¡Te voy a demandar! Si, porque ahora me voy a quedar soltera de por vida, porque encajas a la perfección con mi tipo ideal de novio. Tú y tus malditos hermosos ojos.

¡Aaah! -colapsa en JK biased-

Bueno, ahora si, el capítulo, perdón por el colapso.

- p r i m a v e r a -

🍒 🌻 🍒

Estornudo a penas salió del edificio donde vivía su hermana, con una nariz un tanto irritada y aquel humor que siempre tenía a penas iniciaba la primavera se encaminó a la parada de autobuses.

Fue extraño como el tiempo les metió dos meses de golpe en un parpadeo y ahora estan a dos semanas de la graduación.

Ni siquiera quería pensar en aquello, sus resultados de la universidad habían llegado a penas el viernes y él había tenido una crisis de pánico que su hermana arreglo con una bofetada. Iría a Busan, definitivamente iría a Busan, incluso aquel fin de semana había hablado con su abuela, una emotiva llamada por cierto, y la mujer estaba más que dispuesta a recibirlo en su hogar y contarle todo aquello que deseaba saber.

Pero no sería Jeon Jungkook si su vida fuera tan espectacular y perfecta de la noche a la mañana, no, ¡por supuesto que no! Había un problema, un muy lindo problema de ojos castaños y soñadores que le quitaban el sueño: Kim Taehyung.

Aquel lo esperaba en la entrada de la escuela como cada mañana en los últimos meses, aquel que había comenzado todo un caos en él desde que tenía memorias en aquel lugar. Para hablar con sinceridad, Jungkook amaba todo el caos que significaba Kim Taehyung en su vida, si, en aquellos años había sido más que satisfactorio molestar al mayor, no porque lo odiara, ese sentimiento jamás fue significado para expresar en tan bella persona, sino el motivo fue que solo de esa forma, Jungkook había logrado mantenerse cercano al mayor de alguna forma, y aunque se arrepentía de todas esas veces que dañó en momentos a Taehyung parecía que todo estaba bien.

Solo parecía porque en absoluto todo estaba bien, no, no estaba bien, porque conforme la fecha de la graduación se acercaba en sus calendarios, los bellos ojos de Taehyung mostraban más y más tristeza, sentimiento que odiaba ver expresado en unos ojos que con normalidad solían explotar en mil constelaciones de felicidad.

Taehyung nunca fue un chico de pocas palabras, era un chico que le encantaba reír y hablar, solía ir con una deslumbrante sonrisa a todos lados, hasta Hoseok, que era el sol del grupo, se le quedaba corto cuando Taehyung estaba tan desbordante de alegría y energía, tan solo sus ojos eran incapaces de perderle un segundo porque amaba mirarle en todas y cada una de sus facetas, cuando resolvía problemas de matemáticas, o leía aquellos poemas y una sonrisa aparecía en sus labios, cuando su nariz se arrugaba de forma adorable porque algo en la comida de la cafetería no le había gustado, como todo su ser estaba tan deslumbrante cuando sus ojos viajaban al cielo y parecía imaginar mil historias en las nubes.

Cualquier persona quedaría tan conmocionada por todo lo que sucedía en la mente de Jungkook cuando Kim Taehyung se volvía todo su centro, las palabras hermosas que tenía para declararle al mayor, como sus defectos lo hacían a sus ojos el ser más maravilloso que podría conocer.

Siendo adolescente, cualquiera pensaría que solo era más que una atracción física, la hormona adolescente haciendo de las suyas, muchos no creerían que los sentimientos de Jungkook iban más allá de una simple atracción física de un adolescente cualquiera, claro que no podía negar la belleza que había en todo lo que Taehyung significaba en su físico, esas bellas facciones que parecían haber sido esculpidas por los mismísimos Dioses del olimpo, si notaran la pureza de todos estos sentimientos, quedaría claro que no estaba enamorado de su bello físico sino de lo hermoso y maravilloso que era todo su ser.

c h e r r y    l i p s  [kth + jjk] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora