Cena

593 58 34
                                    

Después de media hora concentrados en el trabajo terminaron. Era la primera vez en todo el año en que podía retirarse temprano del trabajo un viernes, siempre terminaba saliendo una o dos horas más revisando los papeles con sus otros empleados. Tal vez que Yusaku hiciera ese trabajo cada semana no era mala idea.

Aunque el problema resultaba cuando Fujiki le preguntaba algo y tenia que acercarse demasiado para ver lo que hacía. El aroma de Yusaku, imperceptible por otros Alfas, le volvia loco al tenerlo cerca, agradecía que el Omega no estuviera en un periodo cercano a su celo o su autocontrol terminaría en la basura. Por ahora ese no era un problema.

Luego de terminar el trabajo que tenian ambos subieron al auto de Ryoken. Conocía los malos hábitos alimenticios de Fujiki, entre menos saludable fuera la comida era mejor para el de cabello azul.

- ¿Quieres algo en especial? - pregunto aun conociendo la respuesta cuando estaban en el auto.

- Cualquier cosa esta bien...

- Entonces... no te molesta que yo prepare la cena en mi departamento ¿cierto?

- No.

No iba a ser la primera vez que cenaran en su casa, ni tampoco la ultima si Fujiki continuaba negandose a aprender a cocinar lo básico... bueno... tenia que dar credito al Omega en algo, no sabía que se podía quemar la casa por una bolsa de palomitas de maíz. Yusaku simplemente era un desastre en la cocina.

- Ha pasado un tiempo desde la ultima vez que estuve en tu departamento - menciono cuando ya estuvieron en este y Yusaku se quitaba la chaqueta.

- Dos años para ser exacto... casi tres.

- Fue antes del fin de semana cuando me case con Kusanagi-san...

- Lo recuerdo...

Lo recordaba, aunque habían jurado nunca más hablar sobre aquella noche. Ambos se miraron por unos segundos, no iban a romper la promesa esa noche.

- Ire a preparar algo de cenar...

- ¿Quieres que te ayude?

- Mientras no incendies mi departamento esta bien - bromeo.

- No soy tan malo...

Ambos se dirigieron a la cocina, Ryoken dejaba que Fujiki le ayudara a cortar verduras para la salsa. De vez en cuando se giraba a ver a Fujiki viendo los tomates o zanahorias con el ceño fruncido mientras cortaba lentamente, aquello le hacía recordar viejos tiempos cuando a penas se comenzaban a conocer.

- ¿Aun bebes? - pregunto mientras buscaba una botella de vino.

- No tanto como antes.

Respondió dejando todos los ingredientes en una olla y dejandola en la hornilla, en ese momento sintió como unos brazos le rodeaban por la cintura, se sobresalto, pero no hizo movimiento para alejarse. Ryoken lo abrazaba mientras removia la salsa. Se sentía bien estar en los brazos del otro.

- A veces me sorprende que seas padre cuando no puedes cuidar ni de ti mismo - hablo Ryoken - no lo tomes a mal... eres el mejor padre que conozco... pero deberías aprender este tipo de cosas por Daichi.

- Kusanagi-san solia hacerlo todo... ahora que no esta tengo que ocuparme de trabajar para mantener a Daichi, no puedo hacerlo todo yo solo...

- Te conozco, Yusaku, no vas a emparejarte con otro Alfa.

- Sabes que eso es imposible... Tu y Kusanagi-san, además de tu padre, son los únicos Alfas que conocen de mi condición... emparejarme simplemente esta fuera de consideración.

- ¿Por qué no vienen a vivir conmigo?

- Ya has hecho demasiado, Ryoken...

No dijo nada más. permanecieron en esa posición por unos minutos más hasta que Ryoken se alejo para tomar unas cosas de un armario, saco un par de platos que paso a Yusaku para que sirviera la cena, un par de copas y cubiertos que llevo a la mesa, Yusaku llevo ambos platos y comenzaron a cenar.

- Te llevare de regreso a casa con Daichi.

- Ya has hecho demasiado, Ryoken - repitió.

- Primero: Sigues siendo un Omega con un cachorro y, aunque no fueras un Omega, es peligroso que andes con un cachorro de dos años por la calle a estas horas. Segundo: Si mi padre descubre que te deje ir solo con Daichi caminando en la noche me asesina - la segunda no era totalmente cierta, pero aludir a su padre hacía que Yusaku cediera el 80% de las veces - Y tercero: No aceptare un "no" como respuesta.

- Ryoken... no eres el padre de Daichi - había atacado Yusaku - no tienes porque preocuparte por nosotros de esta forma...

- Dije que no aceptaría un no como respuesta...

- Esta bien... cambiemos de tema antes de comenzar a comer - suspiró.

- Bien... ¿Qué te parece tu nuevo empleo?

La conversación continuó tranquilamente, hablando de cosas de la empresa, los compañeros de Yusaku (por los que Ryoken y sentía envidia, especialmente de Homura que, al parecer, había tratado demasiado bien a Yusaku ese día) y una que otra cosa sobre sus vidas privadas, sobre cosas del pasado sin tocar aquellos recuerdos que tenían juntos ni aquellos detalles de la vida del otro que hacían darse cuenta que no debían estar juntos.

Todo iba bien, hasta que fue hora de levantar los platos.

- Te ayudaré a lavarlos - Se ofreció Yusaku.

- No tienes porque hacerlo, yo te invite...

- Al menos es algo que puedo hacer sin quemar tu departamento- bromeó - y... por todo lo qué haces...

- Te dije que no es nada - sonrío Ryoken - desearía que me dejaras hacer más por ustedes...

- No pienso repetirlo, Ryoken.

No quería volver a mentirle. Ryoken no insistió, camino un par de pasos delante de Yusaku con parte de los platos, Yusaku estaba unos pasos por detrás, justo cuando Ryoken se giró para decir algo Yusaku se había tropezado con una parte de la alfombra.

- Cuidado! - Fue lo único que dijo antes de sostener al otro - ¿Estas bien?

Pero no hubo respuesta. Cuando sus ojos se encontraron los pensamientos que tenían en ese momento se desvanecieron, se perdieron en la mirada del otro, disfrutando del malditamente delicioso aroma que el otro emanaba... Yusaku nunca entendería porque Ryoken olía tan bien, nunca se había fijado en el aroma de otros Alfas, solo el de Ryoken.

Cegados por la sensación de estar juntos, sus labios se unieron en un beso.

- Esto está mal... - susurró Yusaku volviendo a besar los labios de su amigo.

- Deberíamos terminar con esta rara relación que tenemos - susurro Ryoken separándose de Yusaku, no hubo respuesta - Yusaku...

- Daichi y tu son lo único que me queda, Ryoken... No me importa, no pienso perderte también...

No podía ni estar juntos. Eso era de lo único que estaban seguros, Ryoken sabia que eran destinados, su fuerte conexión se lo confirmaba, Yusaku sabia que amaba a Ryoken, no podía negarlo. Pero no podían estar juntos...

- Se hace tarde - indicó Ryoken - te llevare a traer a Daichi y los dejare en tu departamento...

- No tienes que...

- Ya hablamos de esto, no aceptare una negativa.

Suspiro. Camino atrás de Ryoken hacia fuera del departamento.

Continuará...

Together (Omegaverse)Where stories live. Discover now