Hasta el final - parte I

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La mañana del martes, Ryoken se sorprendió al ver que Yusaku se había levantado temprano y estaba a la orilla de la cama terminando de vestirse.

- El mundo llegó a su fin - saludó provocando que el Omega frunciera el ceño - Buenos días... ¿No podías dormir?

- Solo estoy nervioso...

- Es cierto que no has visto a tu padre en cinco años...

- Tres. Lo vi el día de mi boda con Kusanagi-san... pero no hable con él.

- ¿Por qué lo invitaste a tu boda si no querías hablar con ellos? Incluso cuando Kusanagi-san habló con ellos tu me buscaste para estar lejos... 

- No lo sé... 

- Si quieres puedes descansar este día...

- No... trabajar me distraerá un poco de toda esta situación...

- Estas lo suficientemente distraído - señaló la camisa mal abotonada y corbata chueca - ¿Estas seguro de trabajar hoy?

- Lo estoy - gruño quitándose la corbata y la camisa - No quiero ser un estorbo para ti... puedo hacer esto solo...

- No lo eres - le detuvo sujetando sus manos y abotonando de forma correcta la camisa - Nunca lo serías - Tomó la corbata y comenzó a atarla al rededor del cuello del otro, sonrío - Perdona... a veces olvido con quien hablo, eres mucho más independiente que muchos otros que conozco, si dices que puedes hacer esto... solo me queda confiar en ti.

Se puso de pie tomando su cambio de ropa. Besó rápidamente a Yusaku en la frente y sonrío.

- Pero permíteme cuidar un poco de la persona a la que amo - susurró alejándose.

Sabía que Ryoken otra vez había hablado sin pensar. Pero aquellas frases le hacían muy feliz, esos momentos junto a Ryoken le hacían olvidar por unos segundos que no debían estar juntos.

Soltó un suspiro mientras se ponía de pie... iba a ser la primera vez en mucho tiempo que sería él quien despertaría a su hijo para ir a la escuela. Tal vez incluso podría intentar preparar algo para desayunar, no podía ser tan difícil.


.


- Sigo sin creer que hayas quemado el pan tostado.

Se burlaba Homura después de enterarse el accidente de esa mañana gracias a estar espiando las conversaciones de su jefe y su amigo. Yusaku simplemente trabaja en su computadora frustrado... ni él creía que hubiera quemado el pan, arruinado el café y causado que la avena se convirtiera en una masa que parecía cobraría vida en cualquier momento. Y ni siquiera había tocado la estufa.

Incluso él podía hacer ese tipo de cosas, es decir, de alguna forma tuvo que sobrevivir. Tal vez estaba más nervioso de lo que creía. Lección aprendida: dejaría que Ryoken cocinara de ahí en adelante.

- ¿Qué clase de Omega no puede cocinar? - preguntó Homura en voz baja.

- La clase de Omega que trabaja en una agencia de publicidad llena de Alfas - respondió molesto - Primero: que sea un Omega no garantiza que sea un ama de casa. Segundo: Solo quemé un poco la comida... no cause ningún accidente. Y tercero: deja de espiar mis conversaciones con Ryoken, comienzas a asustarme.

- Entiendo. No te enojes - dejó de reír - ¿Por qué siempre haces eso de las tres cosas?

- Es una cosa mía y de Ryoken, lo hacemos desde que nos conocemos.

Together (Omegaverse)Where stories live. Discover now