Capítulo 9

29.2K 2.3K 222
                                    

Se despertó con un fuerte dolor de cabeza.
Miró a su alrededor.
¿Cómo había llegado a la cabaña?
Abby no se acordaba de nada.
Sabía que ayer, había ido a un bar, pero a partir de ahí todo era muy confuso.
La cabeza le daba vueltas, y aunque sus ojos aún no se habían acostumbrado a la luz del sol que entraba por las ventanas, pudo ver claramente al chico dormido en el sofá.
¿Él había dejado a Abby dormir en la cama?
Se puso depie intentando mantener el equilibrio, cosa que al principio le pareció muy complicada.
Cuando se recuperó, se dirigió a la cocina.
Tenía hambre.
¿Seguirían quedando cereales?
Por suerte aún quedaba más de medio paquete.
Abby desayuno un tazón de cereales, y sin pensarlo le sirvió otro tazón al chico, de esta forma le agradecería que le hubiese dejado dormir en su cama.
Le llevó el "maravilloso desayuno" al sofá y le despertó.
-Gracias- dijo Abigail ofreciéndole el tazón.
¿Qué?- preguntó él aún un poco dormido.
-No me acuerdo nada de lo que pasó ayer, pero he dormido en la cama y quería darte las gracias por haberme dejado-.
Aunque al principio Abby podía parecer una chica muy reservada, era todo lo contrario, una persona agradecida y cariñosa, el problema era que muy pocas personas conocían realmente a Abby, y eso hacía que mucha gente sacara conclusiones e ideas erróneas acerca de ella.
El chico miró los cereales.
-¿Me das las gracias preparándome el desayuno, él cuál es un tazón de cereales?- la chica asistió.
Él lo cogió y se metió a la boca una cucharada, mientras la chica lo observaba.
-Por cierto- dijo él masticando los cereales -Tienes prohibido salir tu sola , cuando quieras ir algún sitio me pedirás antes permiso- y nuevamente se metió un puñado de cereales a la boca.
-¿Qué?- preguntó ella confundida.
-El primer día, te dije que podía hacer lo que quisiese con las normas, así qué he decidido añadir esta-.
Ella sólo asistió, ya que él tenía razón, ella había aceptado obedecerle así que tendría que hacer caso al chico y cumplirla.
Después de desayunar el chico cogió su chaqueta y se dirigió a la puerta.
-Ethan- dijo él al abrir la puerta.
-¿Qué?- preguntó ella confundida.
-Ethan, me llamo Ethan- y sin decir nada más cerró la puerta, dejando sola a Abby en la cabaña.
¿Ethan?
A Abby le gustaba ese nombre.

Amor de psicópatasUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum