Amor de psicópatas

Capítulo 23

Sonó el despertador. Habían dormido juntos después de una noche llena de recuerdos, de confesiones. Tanto Ethan como Abby se habían podido desahogar al contarle al otro su pasado. Descubrieron que tenían muchas cosas en común. Ambos no habían sentido el amor de una familia, ya que los padres del chico murieron cuando este apenas tenía ocho años, en cuanto a la chica, sus padres nunca le habían demostrado ni el más mínimo afecto. Además, los dos expusieron sus múltiples marcas y cicatrices, dejándolas a la vista del otro. También confesaron que se sentían solos, que no tenían a nadie de confianza. Abby en un momento dado se sincero, contándole a Ethan que sufría depresión, enfermedad de la cual el chico ya se había recuperado después de varios años padeciendola. Aquella noche fue muy importante para ellos, una noche que sin ningún tipo de duda les marcó, y les hizo comprender el por qué se comportaban de aquella forma.

*********************************************************

-¿Quieres hacer algo hoy?
-¿Qué?- contestó de inmediato ella sin creerselo. Aquel chico al que le daba exactamente igual a que hora se iba y a que hora volvía, ese chico que siempre iba por su cuenta, sin pensar en nadie de su al rededor le acababa de preguntar, le estaba pidiendo su opinión.
-Contesta ya, no te lo pienso volver a repetir.
Y ahí estaba el Ethan de siempre, él qué actuaba de manera fría y cortante, ya no quedaba ni rastro del Ethan sentimental y cariñoso de la anterior noche.
-P-pues y-yo...
-¿Vas a decir algo ya o no?
Ella en realidad tenía algo en mente, algo bastante vergonzoso.
-Abby, me voy a ir yo so...- no le dejó terminar la frase, ya que cuando Abigail vio como este cogía su abrigo para irse, gritó la contestación.
-¡M-me g-gustaría ir al parque de atracciones!
Ella no quería sonar demasiado infantil, pero desde pequeña ansiaba ir allí, por muy ridículo que sonase.
-¿De verdad quieres ir allí?- preguntó él sin ningún tipo de expresión en su cara.
-Sí- dijo ella mientras movía la cabeza -No he estado, mis padres nunca me llevaron.
Él sólo asistió.
-¿En serio?- pregunto incredula.
Él volvió a asentir.
Ella para mostrarle su gratitud le dio un fuerte abrazo, él cual el correspondió con algo de indiferencia. Y es que en realidad Abby era una chica muy tierna y cariñosa, pero había sufrido mucho, y eso había causado que se mostrase fría y reservada, como si una armadura le cubriese el corazón. Una armadura que el chico estaba empezando a quitar.

***********************************************************

Cuando llegaron al parque de atracciones, había jóvenes por todas partes, grupos de chicos hablando mientras hacían fila, familias comiendo en los diferentes puestos de comida repartidos por todo el parque, parejas tomadas de la mano caminando felizmente juntos. Y eso fue algo que incómodo a ambos. No pudieron evitar cuestionarse las siguientes preguntas:
¿Acaso ellos se veían como una pareja?
¿La gente pensaría que estaban enamorados?

***********************************************************

Se dirigieron a la primera atracción, una montaña rusa. Abby estaba nerviosa, emocionada, ansiosa,asustada...¿Acaso una persona podía sentir tantas emociones al mismo tiempo?
El tiempo en la fila se le hizo eterno. Cuando por fin fue su torno se subió ala atracción, sentía las palmas de sus manos sudorosas, y los latinos del corazón potentes, como si se le fuese a salir. Enseguida sintió la adrenalina, le encantó sentir el aire en su cara. Miró al muchacho que tenía a su lado. Ethan también parecía estar pasándolo bien. Eran como dos niños pequeños. Ella, al verlo feliz, sonrio también , lo que más le gustaba era escuchar las risas del chico.

***********************************************************

Habían estado todo el día allí. Era ya de noche, y no tardarian en cerrar las atracciones. Él parque estaba iluminado con luces de diferentes colores, qué le daban un aspecto mucho mas mágico. A Ethan y a Abby les quedaba poco tiempo para disfrutar de aquello.
-¿Podemos subir a la noria?
Él asistió mirando su reloj.
No tardaron mucho en montar ya que casi no había gente. Rápidamente se alzaron y ambos pudieron observar el paisaje desde las alturas. Se veía el bosque y algunos edificios. Abby se distrajo intentando encontrar la cabaña, pero era imposible, ya que los enormes y frondosos árboles la ocultaban.
-Ethan, ¿Por qué has hecho todo esto por mi?
El chico ignoro la pregunta, y cuando alcanzaron el punto más alto de la noria él se giró y miró a la chica a los ojos.
-¡Feliz cumpleaños Abichuela!- exclamo el chico esbozando una enorme sonrisa.
Después la beso, lenta y tiernamente, haciendo que ella sintiese que su corazón estaba a punto de salirse de su pecho.