Amor de psicópatas

Capítulo 29

Ethan siguió a Abby a través del cementerio. Por el camino iba observando las lápidas sin saber muy bien hacia donde se dirigían.
-Abichuela,¿Dónde vamos?- preguntó el chico, pero ella no respondió. -Abichuela, hemos pasado por aquí ya dos veces.
-Lo siento, no me oriento muy bien- contestó mientras seguía caminando.
Pasados unos segundos se paró y observó una lápida. Ethan cuando se percató que la chica ya no caminaba, posó también sus ojos sobre la lápida. Por lo q estaba escrito sobre la piedra, aquella mujer que ahí se encontraba enterrada se llamaba Sara Broow.
-Siéntate- exigió ella, aunque había intentado pronunciarlo de una manera dulce, había sobado como una amenaza. El chico obedeció y se sentó en el suelo, al lado de la tumba.
-¿Quién...?- Ethan fue interrumpido por la voz fría de la chica, la cual intentaba contener las ganas de llorar que la invadian por dentro.
-Mi madre.
-Pero, entonces...- fue nuevamente interrumpido.
-La mujer que conociste no era mi madre biológica, si no la mujer con la que mi padre se casó después de que muriese mi madre.
De repente un montón de dudas surgieron en la cabeza de Ethan: ¿Qué debía hacer ahora? ¿Consolarle? El sabía mejor que nadie que las condolencias no servían de nada, y mucho menos si ni siquiera se conocía al fallecido. Por suerte Abby continuó hablando:
-Cuando ella murió mi vida se convirtió en un infierno, mi padre empezó a salir después del trabajo y un día supe la causa de sus ausencias por las noches -tomó aire, tenía lo ojos vidriosos y le costaba hablar- me presento a una mujer, ella era la razón por la que mi padre volvía borracho a casa todas las madrugadas. -las lágrimas empezaron a caer por sus mejillas- Empezó a traer a esa mujer todas las noches a casa, bebían, fumaban, se drogaban. -intentó tranquilizarse- ¿Sabes que? Ni siquiera habían pasado cuatro meses desde la muerte de mi madre. Pero eso no fue lo peor, una noche subió a mi cuarto y me empezó a pegar, a partir de ese día todas las noches fueron iguales. - Respiró de manera profunda intentando olvidar esos a los de sufrimiento.- No sólo perdí a mi madre, también lo perdí a él, me quedé completamente sola en el momento que más ayuda necesitaba.
Ethan observó la placa, aquella mujer había muerto hacia más de seis años, así q Abby llevaba sufriendo sola desde hacia mucho tiempo.
-Caí en depresión y no había día que no pensase en quitarme la vida. Para mi suicidarme era la mejor opción, de esa manera volvería a estar con mi madre y dejaría de sufrir. Lo estuve reflexionando durante años y el día que tuve el valor suficiente para hacerlo te conocí. Puede que sea una tontería, pero creo que salvaste mi vida, apareciste en el último momento. Tu piensas que eres un monstruo, pero si no fuese gracias a ti yo ahora mismo no estaría aquí - dijo ella girando la cabeza hacia el chico y ebozando una sonrisa- Gracias por absolutamente todo.
Ethan seguía sin saber que decir, así que simplemente le devolvió la sonrisa.

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Ambos salieron del cementerio y se montaron en la moto con la que había venido el chico. Abby enlazo sus manos alrededor de la cintura del chico y se pegó a el. Ethan durante el viaje disfruto del cuerpo cálido de la chica quien le agarraba con fuerza. Aparcaron cerca de la entrada del bosque y continuaron el camino andando, en silencio, pero no uno incómodo, simplemente disfrutando de la presencia del otro. Cuando llegaron a la cabaña ambos se fueron a dormir, ella a la cama y el al sofá, como de costumbre. Pasaron una par de minutos hasta que Ethan se levantó y se dirigió hacia la cama.
-¿Sigues despierta?- ella emitió un ruido afirmando que si lo estaba- ¿Puedo dormir aqui?
-Si- dijo adormilada.
Ella le dejó un hueco, él se incorporó, le rodeó su pequeña cintura y la atrajo hacia él.
-Abichuela- le llamó Ethan dándole varios toques en el hombro para que ella abriese los ojos y cuando lo hizo la beso.
-Ethan, ¿Por qué...?- Una parte de ella pensaba que él la había besado porque sentía pena de ella después de todo lo q le había contado. Abby espera que aquel no hubiese sido el motivo del beso.
-Simplemente te quería dar las buenas noches.
Ella se rió nerviosamente.
- Pues en ese caso espero que a partir de ahora todas las noches sean así. -le susurró ella- Con tus besos podré soñar con los ángeles.
-De eso nada, yo quiero que sueñes conmigo, ¿de acuerdo?- ella sonrió y el le dio un tierno beso en la frente.

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-He quedado con Tania- le dijo Abby a Ethan.
-¿Que?¿Cuando?- preguntó él aún desayunando, se acababan de despertar después de haber dormido juntos.
-He quedado con Tania hoy por la tarde.
-¿Sólo vosotras dos?
-Para serte sincera no lo sé.
-¿Como es posible que no lo sepas?
-Oye, ¿que es esto, un interrogatorio?
-Abigail, contesta.
-Tania me dijo que iba a invitar a unos amigos pero no se si al final acudirán.
El chico asintió mientras ella cogía su tazón de cereales ya vacío y lo dejaba sobre la encimera de la cocina. Después ella se dirigió al baño para empezarse a arreglar.
Él la observó. Él confiaba en ella, pero tenía una sensación rara, ¿Eran celos?
Si, Ethan estaba celoso.
¿Acaso Abby se iba a reunir con chicos?¿Qué tipo de intenciones tendrían ellos? Si esa tarde Ethan se quedaba en la cabaña, la angustia lo mataría, tenía que hacer algo.