Capítulo 35

19K 1.7K 689
                                    

Ethan aparcó la moto en el aparcamiento del motel dispuesto a pasar la noche con alguna chica de compañía. Pero, cuando estaba a punto de entrar, como tantas veces lo habia hecho ya, un fugaz pensamiento atravesó su mente. Abby. Abby llorando. Abby siendo consolada por Samuel mientras él estaba allí, con chicas que no le amaban y que él no amaba.

Se arrepintió de estar allí, de haber cogido la moto, de haber dejado sola a Abby, de haberla hecho llorar. Ahora ya no se sentía solo, vacío, como todas aquella veces que había venido, ahora la tenía a ella, muchímo mejor, en todos los aspectos, que todas aquellas mujeres que se encontraban allí. Era un idiota. Un auténtico idiota. No le había mostrado lo que verdaderamente sentía, lo que ella provocaba en él. Ethan no la merecía. 

Mientras él estaba divagando por su mente, una de las chicas de compañía que estaba fumando en aquel momento, se le acercó.

-Hola cielo- sonrío y apagó el cigarro tirandolo y pisoteándolo.- ¿Por qué no entras conmigo? Nos lo pasaremos bien, muy bien.

-No, no puedo, ni siquiera tendría que estar aquí.

-Oh, vamos cariño, sé lo que te gusta, lo hemos hecho muchas veces antes. Corre, entra, nos divertiremos, dentro de un par de horas saldremos los dos muy felices de aquí.

-No, eso es imposible. Sólo haya una persona que me puede hacer feliz, y ahora mismo estará llorando, en el suelo, cubriendo su precioso rostro entre sus manos, sintiendo un profundo odio hacia mi.

-Vaya, si que la quieres.

-No te imaginas cuanto.- una leve sonrisa ilumió el rostro del chico.

-¿Ella te quiere?

El chico suspiró antes de contestar, dudando cual sería la mejor respuesta.

-Lo hacía, pero ahora lo dudo, no despúes de todo lo que le he hecho pasar. Soy idiota. Aunque me siguiera queriendo, no la merezco, no le podría hacer feliz. Lo sé.

-Entonces, ¿Qué haces aquí?

-¿Qué?

-Mira, nunca es demasiado tarde para nada. No la quieres, la amas, se nota por como hablas de ella, no sé porque dudas tanto, querer a alguien no es solo acariciarle y decirle "Te quiero", son muchas más cosas, y aunque puedas ser malo mostrando tus sentimientos, -se encendió otro cigarro- estando con ella, apoyandola, consolandola, la puedes hacer feliz. Es posible demostrale lo que sientes sin utlizar palabras. Pero te aseguro que si sigues aquí no conseguirás nada, así que largo, venga, corre.- le dió una calada  al cigarro- Vete ya, antes de que se canse y se busque a otro. 

El chico no se movió. Observó como la mujer movía el cigarro entre sus largos dedos, sacudiendolo de vez en cuando.

-¿A qué estas esperando? Ve a po ella de una vez.

Ethan asintió y susurró un gracias mientras se ponía el casco de la moto y arrancaba.

******************************************************

Cuando abrió la puerta del apartamento, esperaba verla llorando, pero no había ni rastro de la castaña, así que volvió a subirse a la moto, ahora en dirección a la cabaña. En pocos minutos ya estaba en la entrada del bosque, quitandose el casco y adentrandose en él. Entró y la encontró dormida, con la cara mojada, debido a las lágrimas que había derramado. Aún seguía con ese vestido que resalyaba su figura y la hacía sentir como una diosa. Se acercó,  observó su rostro. Se le había corrido el maquillaje. Su abichuela parecía un oso panda.

-Abby, despierta.- le movío un poco el barzo, dandole pequeñas palamditas para que se despertase.

-¿Ethan?- preguntó ella frotandose los ojos.

-Si, despierta, tenemos que hablar, tengo que decirte algo muy importante.

-No creo que sea el momento, no tengo ganas de escucharte, ya hablaremos luego.- cerró los ojos y se acomodó dandole la espalda a Ethan.

-Abigail, hazme caso, quero que escuches esto bien y que siempre lo tengas presente.- ella se sentó dispuesta a escuchar al chico. - Conociendome no te diré esto muchas veces, no porque no lo sienta, sino por miedo, miedo a que si vuelvo a repetir las palabras "Te amo", la vida me vuelva a arrebatar a esa persona.- Suspiró, aguantando las ganas de llorar.- No eres consciente de lo importante que eres para mi, lo que le aportas a mi solitaria vida. Fuiste el rayo de luz que me iluminó. Volviste a poner en marcha mi corazón, el cual llevaba mucho tiempo adormecido por el dolor. Le trajiste sentido a mi vida y felicidad, mucha, más de la que me merezco. Abby, no te quiero, te amo, estoy perdidamente enamorado de ti, más de lo que he estado de cualquiera y más de lo que estaré de otra. Me encanta tu sonrisa y tu forma de ser, me encanta pensar que nunca más estarás sola porque pienso pasar toda mi vida a tu lado, si es que tu también lo deseas, me das fuerzas, me inspiras, me ayudas.- Se sento en el sofá junto a Abby.- Después de la muerte de Lidia me juré a mi mismo que no volvería nunca más a amar, que no era merecedor de recibir amor, no después de lo que pasó, ese accidente me marcó demasiado.- Ethan agarró a Abby y la pusó en su pecho, abrazandola.- pero apareciste tú. Me has repetido muchas veces que te salvé la vida, pero te equivocas, la única salvadora aquí eres tú. Me devolviste a la vida Abby, volví a sentir, a vivir. 

-¿Estás llorando?- preguntó pasando su pulgar por el rostro del chico y acariciando su mejilla. Estaba oscuro, asi que no podía ver con claridad el rostro de él.

-Abby, no dejo de pensar en ti, a todas horas, siempre tengo ganas de verte y abrazarte. Te amo.

-Yo tambien Ethan pero...

-Perdoname, me he comportado como un idiota, de veras que lo siento, pero nunca antes me había sentido así por una persona, ni siquiera por Lidia, y eso me aterroriza.- Abby le besó de una menera lenta y bonita, haciendole saber cuanto la amaba.

-Ethan. 

 -¿Si?

-Ya que estamos sinceros, me gustaría hacerte una pregunta- el chico asintió.- ¿Qué opinas de que comience a trabajar?

-¿Trabajar?¿Por qué ibas a querer trabajar?, es decir, no nos falta dinero.

-He pensado que sería buena idea, ultimamente no estas mucho por la cabaña y no hay muchas cosas que se puedan hacer aquí.

-¿Te sentías sola?- ella asintió.- Lo siento, ni siquiera había pensado en eso, soy un desastre, de verdad que creo que te mereces algo mejor, no un caos de persona como yo.

-Tonto, yo solo te amo a ti, Ethan Müller.- respondió ella besandolo.

-Yo también te amo- dijo entre beso y beso.- pero, ¿estas segura de que quieres estar conmigo? No soy la mejor persona y tampoco...

-Ethan,- le interrumpió- cada quién decide en que infierno se quema- contestó ella- y yo estoy deseando arden en el tuyo. 

Amor de psicópatasWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu