Capítulo 26

22.3K 1.8K 293
                                    

Hacia ya varios días desde la discusión que mantuvieron Ethan y Abby. Ella se había ido, y en todo este tiempo no se habían visto aunque el chico hubiese comprobado todos los días la cabaña y el apartamento, sin éxito. Él aunque no lo quisiese admitir, estaba preocupado, muy preocupado, pero sobre todo se sentía sólo, notaba un vacío en su pecho. Sólo quedaba un sitio en el que podía estar, si no se daría por vencido, esperando que la chica regresara por su propia cuenta. Así que Ethan se dirigió a aquel lugar, esperando encontrar a su Abichuela.

*************************************

La última vez que había estado allí, la chica había sacado unas llaves del macetero de la entrada, así q enterró su mano, intentando no perjudicar la flor, aunque estaba seca y a punto de morirse. Sacó la llave con cuidado y abrió la puerta. Entró, y a diferencia de la otra vez, no le rodeó un olor a alcohol y a drogas, por lo que supuso que aquella chica que se habían encontrado en el supermercado no mentía a cerca de la mudanza. Subió las escaleras, pensando que la chica podía estar en su cuarto, aunque descartó la idea cuando vio la puerta abierta y la habitación vacía. Dio una rápida vuelta por toda la segunda planta, pero ahí no había nadie. Desanimado, bajo las escaleras, y cuando sólo le quedaban cuatro peldaños para llegar a la planta principal la puerta se abrió.
-¿Que haces aquí?
-Eso no importa- contestó Ethan.
Ella se cruzó de brazos
-Muy bien, pues en ese caso, largo de mi casa.
-No, espera- dijo él -Te contestaré a todo lo que tu quieras, pero no me eches.
Después de todo lo que le había costado encontrarle, no le volvería a perder el rastro.
-Te vuelvo a formular la misma pregunta, ¿Qué haces aqui?
Él tardó en contestar.
-La cabaña no es lo mismo sin ti- contestó sin levantar la vista del suelo y sin ningún tipo de emoción en sus palabras.
-¿Así que me has extrañado?
Por dentro, ella deseaba que él le dijese lo mucho que la había extrañado, pero eso con Ethan era mucho pedir.
-No, para nada- ambos se observaron - Está bien, puede que un poco.
-¿Solo un poco?
-Si, sólo un poco.
Aunque aquella contestación no había sido sincera por su parte. Él la había extrañado muchísimo, más de lo que él se había imaginado que podía extrañar a una persona.
-¿Y que pasa?, ¿A caso no has podido estar con todas esas putas?
-Abichuela, no empieces otra vez, por favor, no voy a volver a ir.
Después de escuchar eso último ella sonrió.
-Me alegro.

*************************************

Acababan de preparar la cena y ahora estaban en el sofá.
-¿Y todos estos días has estado aquí?
Ella negó con la cabeza
-En realidad, he dormido todas las noches en casa de Tania- contestó ella -Es una muy buena chica.
-Entonces, ¿Por qué te he encontrado aqui?
-Me parecía mal quedarme en la casa de Tania con sus padres cuando ella se marchaba a clase, así que cuando se va al Instituto, yo vengo aquí y estoy sola hasta que me viene a buscar por la noche.
-¿Por qué no has vuelto a la cabaña?
-Ethan, no podía volver, yo...
-Está bien, no hace falta que digas nada más, simplemente prometeme que hoy si que volverás conmigo.
Cuando la chica se disponía a contestar sonó el timbre.
-Debe de ser Tania- dijo levantándose del sofá para ir a abrir la puerta.
Pocos segundos después, entraron las dos chicas al salón.
La recién llegada saludó a Ethan y este le correspondió el saludo.
-Tania, ¿Quieres cenar con nosotros?- ofreció Abby.
-En realidad, si no me.necesitas para nada, voy a volver a casa, el viejo chiflado de matemáticas se ha pasado con los ejercicios y me los quiero quitar cuanto antes, además así os dejo solos- dijo eso último guiñandole in ojo a Ethan, quien enseguida entendió a que se refería la chica.
-No te preocupes, Ethsn estaba a punto de march...
-Si te digo la verdad me harías un gran favor si te fueses ahora, Abichuela y yo tenemos problemas que arreglar.
-¿Abichuela?- preguntó riéndose Tania.
-Me llama así porque no se acuerda de mi nom...- Ethan le tapó con su mano la boca.
-Es mi apodo cariñoso.
-¿Así que sois de esas parejas que se apodan con nombres ridículamente cursis?
-No- contestó ella al mismo tiempo que el chico
-Si- respondió él elevando la voz por encima de la de Abby.
-¿Y cono te llama ella a ti?
-Que te lo diga ella, Abichuela, ¿Cuál es mi apodo cariñoso?
-Osito Sangriento- respondió ella velozmente.
-¿Y eso?- preguntó Tania con una carcajada.
-Es fácil, en cuanto a lo de Osito es porque tiene una apariencia tierna, adorable e incluso dan ganas de abrazarle y lo de sangriento es porque cuando lo conoces, te das cuenta de como es y lo que hace y...- Ethan volvió a taparle la boca.
-Debe de ser porque sangro con mucha facilidad.
-¿En serio?, pues.deberías ir al médico no vaya a ser algo grave.
-No te preocupes, ya iré, ahora si no te importa tenemos cosas que hacer.
-Está bien, me voy Osito Sanguiento, adiós Abichuela.
Y poco después se escuchó como la puerta se cerraba.
Por fin estaban los dos solos.
Y algo tenía claro Ethan, aquella noche sería diferente a las demás.



Amor de psicópatasWhere stories live. Discover now