Amor de psicópatas

Capítulo 34

-¿Y tu trabajas en algo?- preguntó Samuel intentando averiguar cosas de la preciosa chica que caminaba a su lado.

-No-. respondió sin apartar la mirada del suelo. Samuel, durante todo el camino, había estado preguntandole cosas sobre su vida, una pregunta detrás de otra, sin descanso, no había habido ningún silencio entre ellos, y eso a ella le gustaba. Ethan no era una persona habladora por lo que era más fácil sentirse sola con su presencia, pero eso era imposible de imaginar con Samuel.

-¿En serio?-. Ella asintió. -¿Y estás buscando trabajo?

Abby se detuvo. llevaba más de cinco meses viviendo con Ethan, y aunque no se lo había planteado hasta el momento era cierto que necesitaba empezar a trabajar ya. No podía seguir permitiendo que Ethan la mantuviese de esa manera, no ahora que ella ya se consideraba independiente y era toda una adulta.

-Para ser sincera no me vendría mal trabajar en algo, cualquier cosa estaría bien, pero, ¿Por qué lo preguntas?

-En la cafetería estan buscando personal y considero que tu serías una buena candidata.- el chico se paró y le dedicó una enorme sonrisa. - Y cabe mencionar que trabajaríamos juntos.

-Estaría bien.- sonrió.

-Claro que estaría bien, estaría más que bien, sería genial, presentate, estoy seguro de que te aceptaran.

-Si, ya me lo pensaré.- dijo ella parandose y por tanto él también paró.- En fin, gracias por acompañarme.- sonrió. -Vivo aquí.- Dijo señalando un bloque cualquiera de edificios.

-¿Aquí? Recuerdo que la última vez era cerca de un bosque.- dijo con seguridad.

Abby se quedó en blanco. Creía que aquella vez el chico estaba lo suficientemente borracho como para no acordarse de nada. Se quedaron en silencio hasta que ella pudo decir algo.

-Te estarás confundiendo con el parque, tiene unas medidas considerables.- intentó convencerle sonando firme y tranquila.- Bueno, pues ya nos volveremos a ver otro día.- Se despidió ella rápidamente antes de que el chico tuviese la oportunidad de descubrir su farsa.

-Me ha encantado pasar la noche contigo.

-A mi tam-tambien.- respondió ella con la voz temblando a la vez que sentia una fuerte presión el el pecho, como si se le fuese a salir el corazón.  

Ambos se sonrieron, y posteriormente retomaron, cada uno por su lado, el camino a casa, aunque pocos segundos después Samuel se giró para recordarle a la chica que se pasase por la cafetería de vez en cuanto y tuviera en cuenta la oferta de trabajo. Y después ella fue al apartamento de Ethan, sintiendose fatal por tener que mentirle, porque él no se lo merecía.

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Después de llamar tres veces al timbre, Ethan le abrió la puerta.

-¿Qué horas son estas?

-¿Se puede saber que te pasa? Ni siquiera es tan tarde.

-¿Por qué has venido aquí, acaso no tenías pensado ir a la cabaña?

Ella se quedó callada durante varios segundo bajo la atenta mirada de él. El chico era astuto, así que Abby sabía que él lo terminaría sabiendo.

-No me digas que te ha vuelto a acompañar tu amiguito y que por eso has venido aquí.

-Tan solo he pensado que no habrias salido de casa- dijo evitando la mirada de Ethan, y después de dejar el bolso en el sofá volvió a hablar. - Y no me he equivocado.

Ethan asintió, no demasiado convencido, pero sabía que aunque intentase sacarle información a esa pequeña mentirosilla lo único que conseguiría serían excusas. Volvió a tumabarse en el sofá y retomo el episodio de la serie que estaba viendo. Abigail fue a la cocina y se preparó un té.

-Aprovechando que estoy de pie, ¿Quieres que te prepare algo antes de que me vaya a la cama?

El chico levantó la mirada de la televisión y se quedó sorprendido. Desde que la castaña habia llegado no se había fijado en lo espectacular que iba.

-¿Por qué vas...- Había tantas formas de describir como se veía ella. Espectacular. Maravillosa. Como una autentica diosa. Increíble... Y sin embargo las únicas palabras que salieron de su boca fueron tan miserables y tan idiotas.- ...así?   

Aquella noche ella había recibido tantos alogos, aunque el único que verdaderamente había esperado era el de él. Así que, como era de esperar, se sintió una vez más decepcionada por culpa de Ethan.

-¿A qué te refieres con "así"?

-O sea, ¿No te parece que vas demasiado arreglada para una simple fiesta? 

-Al final no ha habido fiesta en casa como te había dicho, así  que hemos terminado en una discoteca, por eso, tal vez, es por lo que me haya arreglado un poco más. 

-Entonces eso explíca lo tarde que has venido.

-Realmente quería marcaharme desde hacía rato, pero Tania me sacó a bailar y Samuel se empeñó en acompañarme y...- "MIERDA" pensó ella.

-Así que estaba en lo cierto.

-Sí.

-Así que nuestro querido amigo se llama Samuel.- dijo él.- ¿A caso tienes algo con él? 

-¿Sabes qué? No te voy aresponder.

-O sea ser, que no tienes nada con él, pero, ¿Quieres tener algo con él?

-Vete a la mierda.- respondió.

-¿Qué?

-Siempre tengo que ir detrás tuyo demostrandote lo mucho que te quiero, y sin embargo no he recibido ninguna muestra sobre si tu me quieres, y me estoy empezando a cansar de este juego, porque la única que sufre soy yo, así q sí, tal vez esté interesada en tener una relación con Samuel.

-¿Crees que te quiere? ¿Crees que te quiere más que yo?

-Estoy segura de que me aprecía. Es una persona encantadora, muy buena. A diferencia de ti, con él el corazón me va siempre a mil, y no me tengo que preocuparme si me defraudara o no, porque aun no lo ha hecho, no como tu, que no se ya cuantas veces me has hecho daño. Por tanto, estoy segurísima de que sería un gran novio.

-¿De verdad le quieres?

Ella comenzó a llorar.

-Ethan, ya no sé como explicartelo, te estoy diciendo que estoy loca por ti, pero que llegará el dia, y no falta mucho, que si las cosas siguen así, intentaré pasar página. Samuel es una gran persona y no te voy a mentir, si que siento cosas por él, más de las que me gustaría.

-No me puedo creer de que te guste y que me lo hayas ocultado todo este tiempo con la tontería de que sólo me querías a mi.

-Después de todo lo que te he dicho, ¿Con lo único con lo que te has quedado ha sido con eso?- preguntó ella sin poderselo creer.- ¿Y eres tu el ofendido sobre que haya "otro mas"? ¿A pesar de que eras tu el que se iba todas las noches con una puta diferente aún siendo consciende de que yo te quería y me daba cuenta? 

-Ya te dije que me arrepentía de aquello, y sabes que no lo he vuelto a hacer, ahora, ¿Me puedes contestar a mi pregunta? ¿De verdad te gusta él?

-¿Y que más te da si me gusta Samuel? ¿A caso harías algo si empezase a salir con él?

El chico guardó silencio.

-Mira, tu quedate con tus putas que yo empezaré a salir con Samuel, eso nos irá bien a los dos, no tendremos problemas y yo me evitaré llorar todos los días. 

-Me parece bien, es más ahora mismo me voy a ir con ellas.

Y aquello solo consiguió que a Abby se le rompiese más el corazón, si es que aquello era posible.