Instinto

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Kuroo se quedó atónito, no esperaba que aquello terminara así.

-Kenma no...- Susurró al verlo en aquel estado.

Kenma se dirigió hacia la puerta pero Kuroo lo agarró por el antebrazo.

-Espera, déjame explicarte.- Pronunció más calmado

-¿Explicarme el qué? ¿Cómo habéis terminado juntos?- La voz del armador se quebraba con cada sílaba.

Kuroo aun estaba sorprendido en como se había armado de valor para decirle todo aquello.

-Kenma, te amo, y solo a ti. Por favor, si aun queda en ti algo de amor por mi, solo escuchame.

El teñido se quedo mirándolo a los ojos durante unos segundos hasta que soltó la manilla de la puerta.

-Tsukishima se enfadó con Yamaguchi, no te puedo negar que eso no sea cierto, pero me llamó para pedirme consejo, a mi y a Bokuto, pero el no podía, para contarnos lo que sucedió en persona y para que le dijera como podía arreglarlo. Nada más. También es cierto que estábamos hablando justo antes de que llegaras, me pidió que solo se lo contara a Bokuto por que el también es su amigo y realmente se siente muy avergonzado por lo que hizo.

Suspiró.-Sé que aun no hemos cerrado el lazo, pero eso para mi no importa, Kenma, hizo una pausa.- Estoy completamente seguro de que eres la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida.-

Kenma lo miró y lo abrazó por la cintura.

-Lo siento, es... Culpa mía.- Kuroo lo abrazó de vuelta cerrando los ojos. -No tenia que haberme dejado llevar por mis pensamientos negativos y de desconfianza.

-Yo tampoco debería haber mencionado a Hinata, se que sois amigos, además... hace poco tuviste el celo por primera vez estando yo delante y me dejé llevar por mi instinto sobreprotector.

-Lo siento.

-Kenma no tienes por que disculparte.- Dijo sereno.

El teñido miró hacia arriba con los ojos aun llorosos para encontrarse con la mirada felina del otro.

Bajó de nuevo la cabeza.-Kuroo...- Lo llamó y se armó de valor para decir todo lo que pasaba por su cabeza por primera vez en su vida.- De verdad temía que me abandonaras, mi padre siempre me decía que ser un omega era lo peor, que nunca íbamos a ser lo suficiente para un alfa.- Hizo una pausa intentando calmarse, su voz sonaba débil aun y dolida. El pelinegro lo escuchaba con atención y podía sentir hasta como el corazón del otro se despedazaba con cada palabra.- Yo... pensé que no era lo suficiente para tí, pero a la vez me daba miedo que me dejaras.

Kuroo lo apretó con fuerza contra sí. -Kenma eres la mejor persona que he conocido jamás, no por que seas mi novio, que también- Dijo riendo levemente.- Ya lo pensaba antes. Y ningún omega es menos que nadie.

Se quedaron así un tiempo hasta que se tranquilizo y Kuroo le besó la cabeza.

Kuroo quería a Kenma con cada milímetro de su ser, y que el menor le confesara aquellas cosas solo hacia que lo quisiera más, no le molestó en absoluto lo sucedido, El pelinegro era consciente de todas las inseguridades que el teñido tenía desde que lo conoció y nunca intento cambiarlo ni obligarle a que se abriera, simplemente lo aceptó tal y como era. El hecho de que después de 15 años Kenma se hubiera abierto como un libro ante Kuroo, hacia que este se inundara de felicidad y es que efectivamente, Kenma nunca había hecho aquello con nadie, desde pequeño había construido murallas alrededor de si mismo evitando que los demás lo conocieran realmente. Al conocer y hacerse amigo de Kuroo una de ellas calló para el pelinegro, mas tarde, el pelinaranja también derribo la suya. Cuando comenzaron a salir, cuando Kenma se liberó como omega, las murallas fueron derribándolas poco a poco, y en el momento en el que Kenma se confesó de sus sentimientos más íntimos sobre sí mismo, la mas grande se derrumbó.

Todo Capitán Necesita Su Armador [omegaverse]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz