JJOO

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La pelota fue recibida y pasada a Kenma, las gotas de sudor resbalaban por su frente, por el rabillo del ojo analizó la situación: los jugadores separados de la red, listos para un nuevo remate de Bokuto que ya estaba casi en el aire. Kenma saltó y en un abrir y cerrar de ojos estaba rematando con todas fuerzas, la pelota golpeó el suelo antes de que los estadounidenses pudieran reaccionar.

Un enorme silencio en el estadio, otorgaron el punto a los japoneses, y se oyó una gran ovación por parte del publico, Kuroo y Akaashi se levantaron y se abrazaron de felicidad y gritaron a pleno pulmón el nombre de sus novios, no podían creerse lo lejos que habían llegado. Los jugadores se dejaron caer al suelo derrotados y llorando de felicidad por la victoria, los estadounidenses estaba apenados, pero aun así Oikawa se acercó a la red, al lado de la cual estaba Kenma de pié, mirando sus manos, doloridas y rojas, sin terminar de creer que fueran a llevar el oro olímpico.

-Felicidades, lo has hecho muy bien.

-Tú también.

"El número 5, Kozume, ha dejado a todo el estadio boquiabierto, incluso a los estadounidenses dándonos el punto de partido y el oro." Los periodistas fueron corriendo tras todos los jugadores buscando testimonios del partido, Kenma estaba algo abrumado con toda aquella atención, todo el mundo llamándole, fijandose en el y alborotando, que apenas pudo responder con monosílabos a algunas preguntas.

Se cambiaron tras una pequeña celebración privada en el vestuario en el que el principal protagonista fue el teñido, y salieron a recibir las medallas. Su primer oro olimpico: ojalá muchos más. Pensó.

Las vacaciones empezaron nada más terminar, en cuanto Kenma salió del edificio, Kuroo lo estaba esperando en el coche, irían a casa, dejarían la maleta de Kenma y cogerían las del viaje para ir hasta el aeropuerto. Cinco días en Hawaii, en la playa al sol, con el mar de fondo donde su unica preocupación sería no llegar tarde a la cena del hotel.

Tras llegar, pusieron rumbo a su cabaña, el hotel disponia de un gran edificio y varias cabañas privadas cerca de la playa para aquellos que quisieran más intimidad.

Al dia siguiente se levantaron tarde y fueron a una cama balinesa del hotel que habia en la playa. El pelinegro se sentó en las nalgas de su esposo y se echó crema en la palma de las manos para empezar a estenderla por la espalda y hombros del otro, que aun estaban algo entumecidos por la actividad fisica del día anterior.

Kuroo masajeó con gusto toda la zona y pasó intencionadamente los dedos por la marca del omega, el cual se estremeció y soltó un pequeño gemido, esa misma noche habían reforzaron su lazo, por lo que estaba muy sensible.

Se tumbó a su lado, y se quedaron dormidos allí, ese día pasó rápido, Kenma estaba muy cansado y prácticamente lo dedicaron a descansar. Kenma y Kuroo desconectaron sus móviles por completo y disfrutaron de su estancia, pasearon por aquel paisaje lleno de naturaleza y calma, fueron hasta el centro de la isla, y hasta bucearon por el agua cristalina con las rayas y peces de allí. 

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Kuroo y Kenma regresaron de hawai, pero esta vez a su propio apartamento, y la madre del pelinegro lo llamó.

-Cariño, ¿que tal de vacaciones?

-Bien, Kenma ha descansado y yo me he puesto moreno, era todo precioso ¿y vosotros?.

-Bien también, felicita a Kenma de nuestra parte que como os fuisteis nada mas terminar los juegos olimpicos no pudimos llamaros.

-Kenma, mis padres te felicitan por el oro. -Se oyó a Kuroo por detras.

-Dice que muchas gracias.-

-Supongo que no os habréis enterado, pero Kenma salió hace varios días en la televisión, en un programa de cotilleos que hay siempre antes de las noticias.

Todo Capitán Necesita Su Armador [omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora