Apple Pie II

4.5K 346 104
                                    

Akira dormía tranquila, en su cuna blanca y  tonos anaranjados, con un body pijama de animales. Sus diminutas manos cerradas, y su respiracion apenas perceptible. Tranquila y serena, Kenma la miraba con dulzura.

Bajo la luz tenue de la mesita de noche, Kuroo rodeo por detrás al teñido, posando su cabeza en el hombro de este.

-No has dormido bien estos días, es mejor que descanses.

Kenma negó con un pequeño movimiento de cabeza. Eran las tres, y Akira aun no habia pedido comer, pero debía hacerlo. Muchas veces lloraba pero otras tantas seguia durmiendo, asi que ponian un despertador para darselo.

El pelinegro salio de la habitacion en silencio, Kenma no le dio importancia, y continuo deleitandose con la belleza de su hija dormida, no quería despertarla.

Minutos más tarde, kuroo regresó tendiendole un biberon caliente, que kenma, por instinto, agarró. Se acercó a la cuna y acaricio delicadamente el pecho de Akira para despertarla. Sus parpados se movieron y la cogio en brazos. La acuno para que no llorase y a continuacion,con un gesto, le pidio el biberon a Kenma. El teñido estaba ciertamente cansado, el parto habia sido agotador, y los nervios le pasaban factura y no conseguia dormir bien sin preocuparse por la pequeña. Se sento en la cama y admiro a kuroo alimentando a su bebe, ambos con el pelo negro, despeinado y con cara de dormidos, sin duda, la realidad que vivia no se acercaba lo más minimo a lo mejor que pudo imaginar.

-Felicidades cariño! Todo bien? Podemos ir ya a verla?

-Gracias mamá, todo ha ido bien, estamos muy cansados la verdad, esperad tres o cuatro días para venir mejor.

-Está bien, si dices que está todo bien aguantaremos unos días más.

Cumpliendo el deseo de su hijo, los padres de kuroo los visitaron cinco días después. Durante ese tiempo, los gatos fueron adaptándose muy lentamente a su nueva situación. Habían decidido darse unos dias solo para ellos tres, para conocer bien a su bebe y poder llevarlo con calma. Tenian experiencia por sus amigos que los primeros dias eran los peores, no solo por que era todo nuevo, si no por que todo el mundo queria ver al bebe y estar todo el dia rodeado de gente tambien era estresante.

La puerta del apartamento sonó y kenma recibió a sus suegros. Inmediatamente después, la alfa abrazó a kenma con alegría felicitandole y preguntando como estaba. El teñido, aún sin acostumbrarse a la euforia característica de la madre de kuroo, respondió con tranquilidad y voz baja.
Ambos alfas pasaron dentro y se encontraron al pelinegro con su nieta en brazos. Se acercaron emocionados para ver al bebé.

Con notable felicidad comenzaron a elogiar a la pequeña sobre a quien se parecía, o lo bonita que era. A pesar de ser su primera visita y experiencia en brazos ajenos, Akira no lloró, de hecho apenas se entero, estaba adormilada todavía.

Los padres de Kuroo habían traído la comida, así que comieron allí los cuatro disfrutando de una comida en familia.

Miles de preguntas cayeron, todas sobre el mismo tema, Akira, si le habían hecho todas las pruebas al nacer, si usaban biberones adecuados si tenían problemas para que durmiese, si la iban a llevar a la guardería, como iban a hacer cuando fuese mayor... Parecía que los minutos de hacían horas y Kenma empezaba a saturarse. Hace poco más de una semana estaban tan tranquilos y en apenas unas horas su vida de había vuelto patas arriba, que si pañales que si biberones, chupetes, eructos... Le hacían cuestionarse si de verdad eso era para el.

Tras una laaarga sobremesa, los padres de Kuroo trajeron tarta para celebrarlo, así como, obviamente ropa para Akira, los dos alfas abandonaron la estancia, y ambos gatos se dejaron caer en el sofá algo agotados.

Todo Capitán Necesita Su Armador [omegaverse]Where stories live. Discover now