Todo Capitán Necesita Su Armador [omegaverse]

Padres

Llegaron las vacaciones y con ellas vendría el nuevo curso, por lo que decidieron contárselo a sus padres, ya que Kuroo se iría a vivir fuera, y con la ayuda de ellos podrían verse más a menudo. Sin embargo, el menor era algo reacio a hablar con sus padres sobre ello, aunque tuvo que hacerlo si quería visitar a Kuroo regularmente. 

Los padres de Kuroo eran ambos alfas, muy parecidos a su hijo, extrovertidos, bromistas... por lo que Kuroo rara vez tenía problemas en hablar sobre algo con sus padres, aún así esta era una situación especial. Sus padres no eran pareja destinada, y aunque sabía que respetaban esas cosas, Kuroo no sabía a ciencia cierta como reaccionarían. 

Su padre le había dicho que había encontrado a su pareja destinada cuando estaba en la universidad, pero no había sentido nada nunca por ella, en cambio, se enamoró de su madre, una de las amigas de su pareja destinada. Su madre por el contrario nunca la encontró, para ella su amor destinado era su padre, fuera alfa, beta u omega.

Aquel día Kuroo se armó de valor preparado para confesarlo sin importar de las consecuencias que esto pudiera traer:

-Mamá, papá, tengo que contaros algo.- Dijo de forma demasiado seria para ser él.

Sus padres lo miraron extraño. Estaban ambos en el sofá leyendo algo, levantaron la vista y la fijaron en su hijo, que estaba sentándose en el sofá de enfrente.

-He encontrado a mi pareja destinada.-

Ambos sonrieron de forma sincera.

-Me alegro mucho hijo. Dijo su padre.

-Yo también, pero recuerda que eso no siempre funciona.-

Kuroo cortó a su madre:

- Ya, lo sé, dejadme terminar.- Dijo tranquilamente.-Ya estamos saliendo, llevamos cinco meses.-

Su madre sonrió ampliamente y su padre la miraba, estaba muy emocionada.

-¿Y quien es? ¿Cuándo nos la vas a presentar?- Preguntó intrigada la alfa.

Kuroo se tomó un momento para pronunciar aquel nombre.

-Kenma.

Su madre grito de emoción y su padre enterró la cara entre sus manos.

-¡Waa! ¡Gané!

El pelinegro se quedo confundido.

-¿Qué está pasando?

-Hicimos una apuesta hace un tiempo, yo dije que Kenma era tu pareja destinada, y hace unos meses la subí diciendo que ya estaban saliendo.-Explicó la mujer triunfante.

-Si...- Dijo desanimado su padre. -Tu madre tiene mucho ojo con estas cosas, ahora tendré que lavar yo por tres meses.- (Normalmente se turnaban los días)

Su madre se echó hacia atrás en el sofá poniendo las manos tras su cabeza.

-Aaah, que bien vamos a vivir estos tres meses, Tetsuro.

-Mamá me voy en menos de un mes.-

Su madre abrió los ojos ampliamente.

-¡Es verdad! ¡Mi pequeño se va de casa! Dijo entristeciéndose.

-¿Por eso nos has dicho lo de Kenma?- Indagó su padre.

Kuroo asintió.

-Cariño deberías saber que podías contárnoslo igual, aunque no te fueras.