Campamento

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Había pasado un mes desde entonces, todo seguía igual, las clases, la práctica, solo que a veces compartian momentos de cariño en la intimidad de sus hogares, abrazados viendo una pelicula o se cogian de la mano y alguna que otra vez, fuera de casa kuroo le robaba un beso a su pareja.

Ya era verano y hoy empezarían el campamento con otros clubes de vólley.

Ambos iban andando hacia el lugar donde se reunirian con el resto.

-Vamos a decírselo al resto? Preguntó Kuuro sin desviar la mirada hacia el horizonte.

En realidad el lo estaba deseando, pero sabia que a Kenma no le gustaba ser el centro de atencion.

-Deberíamos?

-No tiene por qué. No tenemos que esconderlo, pero era por si querías... dejo la pregunta sin terminar.

-Me da igual. Respondió indiferentemente.

Kuroo decidió no decir nada por entonces, mejor cuando hubiera pasado más tiempo.

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Era de noche, algunos estaban aun practicando, mientras que otros estaban simplemente por allí sin hacer nada. Como de costumbre, Kenma estaba ya en la habitación jugando con su PSP, había sido un día duro y necesitaba relajarse con algo, cuando oyó entrar a alguien en la habitación.

Akaashi se sentó en el suelo y al rato empezó a abrazar su barriga. Pronto la habitación comenzó a inundarse del olor del omega y el medio rubio lo notó de inmediato.

-Akaashi... murmuró. Estas teniendo...

Akaashi solo pudo asentir. El pobre estaba sudando y temblando a la vez, tirado en el suelo.

Kenma rápidamente cerró la puerta de la habitación y cogió su teléfono marcando rápidamente el numero.

Mientras el teléfono sonaba, buscaba en su maleta supresores pero desgraciadamente no llevaba. Por fin contestaron al teléfono.

-Hola gatito. Sonó la voz al otro lado.

-Kuroo. Consiguió decir a pesar de estar dominado por los nervios.

-Que pasa? preguntó el pelinegro preocupado.

-Llama a Bokuto, estamos en la habitación y Akaashi tiene el celo.

-Vamos para allá. Respondió Kuroo apresurándose hacia su amigo.

Colgó el teléfono y a los pocos minutos Bokuto estaba abriendo la puerta de la habitación con una mirada para nada de broma, parecía otra persona. Nada mas entrar este, Kenma salió rápidamente encontrándose con los brazos de Kuroo que lo abrazaron.

Bokuto cogió a su novio en brazos tras tomar protecciones de su bolsa. Sí, estaba completamente cegado por el aroma que desprendía su Akaashi en celo y por los leves gemidos que este emitía, pero por encima de todo cometería el error de dejarlo embarazado con solo 17 años. Salio de la habitación dirigiéndose hacia otra desocupada al final del pasillo cerrando la puerta tras de sí.

Kuroo miro hacia el pequeño.

-Estás bien? Susurro.

Kenma levanto la cabeza y asintió para después volver a pegarse a el. El aroma que desprendía el alfa lo tranquilizaba.

Kuuro apoyo la espalda en la pared sin soltar al menor y se quedaron así durante un rato hasta que alguien les interrumpio.

-Qué están haciendo? Pregunto una voz conocida a unos metros de ellos.

Aquello alerto a ambos y el omega se separó.

-Kenma se asustó. REspondio Kuroo con una sonrisa socarrona.

Todo Capitán Necesita Su Armador [omegaverse]Where stories live. Discover now