Todo Capitán Necesita Su Armador [omegaverse]

Universidad

Kuroo terminó tercero y entró en la universidad. Finalmente tras mucho meditarlo escogió estudiar medicina ya que por suerte tenía muy buenas notas en preparatoria. Tuvo que mudarse al centro universitario, una región a la fueras donde estaba el campus. Fue allí con Bokuto, quien empezó deportes y se fueron a vivir juntos a un apartamento cercano al campus.

El pelinegro estaba deseando empezar, la universidad le atraía mucho sin duda alguna, y en cuanto pudiera se uniría al club de vólley. 

Entró en su nueva clase y miró a su alrededor, era tal y como se lo esperaba, una clase con un desnivel, la pizarra y el profesor estaban abajo, y las meses iban hacia arriba y estaban todas seguidas junto con sillas inmóviles. Al parecer ya había llegado casi todo el mundo y la mayoría de ellos ya estaban hablando y conociéndose. Kuroo miró con detenimiento a todos para buscar quien podría ajustarse más a su personalidad, el pelinegro tenía confianza plena en su capacidad de hacer amigos, pero siempre era mejor empezar por algo más fácil. 

Había muchas chicas y chicos betas, por no decir que eran la mayoría, casi no distinguía ningún omega ni alfa, hasta que se encontró con alguien familiar.

Lo vió de pasada, por que segundos después el profesor llegó y todos se sentaron.

La clases fueron increíbles, muchísimos conceptos, cosas nuevas, los profesores explicaban muy bien y apoyaban sus palabras en imágenes que aparecían en la pizarra mediante un proyector. El pelinegro sintió que había acertado con aquella carrera y estaba deseando saber mas sobre aquello.

Terminó pronto, al ser el primer día, solo tenían una hora de cada asignatura. En cuanto terminó, se levantó y fijó la vista en aquel alfa moreno y alto que estaba un par de filas delante. Ya se había levantado, y estaba dispuesto a seguirlo para hablarle, no es que fueran amigos, o que hubieran hablado con anterioridad largo y tendido, pero estaba seguro que se acordaba de él.

Bajó la cuesta del aula siguiéndolo pero alguien lo frenó.

-Hola!

Kuroo miró al que le saludó y esbozó una sonrisa.

-Hola, Kuroo Tetsuro, encantado.

-Hakura Kenji, te vi al venir, vivo en el edificio de al lado.

-Podemos regresar juntos, así nos conocemos.

El peliazul asintió.

Salieron de la clase y fueron andando por el pasillo.

Kuroo alzaba la vista para no perder al alfa.

-Hm, ¿de dónde eres? Indagó el beta.

-De Tokyo, ¿y tu?

-De la prefectura de Ibaraki.

Kuroo vió como el moreno ya estaba fuera junto con un pelirrojo de pelo pincho el cual también conocía, y se alejaban de la mano. Aquello le recordó a Kenma:  ojalá estuviera aquí. Pensó.

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-Las clases son enormes, es muy distinto a preparatoria, somos muchos más y es como que la gente va por libre.

Kenma estaba tumbado en su cama de lado, con el teléfono sobre su oreja libre. 

Le gustaba pasar el tiempo con el pelinegro, y le costaba hacerse a la idea de que este año tendrían que estar separados, que ya no iban a clase juntos, ni a la práctica por no hablar de que, aunque a veces intentase aparentar que no le gustaba, tenia miedo que los besos de Kuroo se terminasen. 

El había empezado el curso una semana antes que el alfa, pero aun así este ya se había ido para entonces, ya que tenían que acondicionar el apartamento y comprar todo lo necesario.