Celo

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Terminó el curso y tanto Kuroo como Bokuto aprobaron todo después de estar tres semanas encerrados estudiando y mucho esfuerzo. Por el otro lado Kenma y Akaashi también hicieron su mayor esfuerzo, obtuvieron buenas notas y pudieron entrar en las carreras que deseaban, derecho y programación. Kenma en un primer momento pensó en hacer informática pero se dio cuenta de que programación 3D se ajustaba más a su idea de diseñar y probar videojuegos.

Los dos omegas entraron en la universidad de Tokyo y decidieron irse a vivir juntos al mismo edificio que Kuroo y Bokuto, ya que, aunque estos quisieran empezar ya a vivir todos juntos, Akaashi y Kenma preferían tomárselo con más calma. 

Poco antes de empezar el curso, llamaron a Kenma para hacer las pruebas para jugar al volley en el equipo nacional. Bokuto ya estaba allí, lo habían llamado el verano pasado y había sido aceptado. Kenma por el contrario rechazó la oferta, disfrutaba jugando al volley pero quería estudiar en la universidad.

Habían pasado dos semanas desde el inicio de las clases, todos ellos iban por la mañana, excepto Bokuto, que muchas veces entrenaba por las tardes. Ambas parejas solían quedar por la tarde, o cuando tenían mucho que estudiar, quedaban para cenar.

Kenma y Kuroo habían salido a comprar la comida, era fin de semana y ahora que estaban las parejas juntas ya casi no regresaban a casa, sus padres lo comprendían, incluso la madre de Kenma había convencido a su padre que los dejase estar.

Ambos iban caminando de regreso al edificio cargando varias bolsas pero de repente el teñido se detuvo al notar un fuerte dolor en la parte baja del abdomen y notar como su entrada se humedecía.

Kuroo al darcse cuenta de que el omega habia parado  frenó también y se giró al verlo, el teñido había dejado la bolsa que cargaba en el suelo para inclinarse hacia delante abrazándose a sí mismo.

-Kuroo no... me encuentro bien.- Pronunció con dificultad. Notaba como su cuerpo se iba calentando poco a poco y como empezaba a perder el control sobre este.  

Ante esas palabras Kuroo se acerco rápidamente para ver que sucedía pero Kenma levantó una mano para que no se acercara.

-Ke-Kenma...- Murmuró Kuroo al empezar a oler aquel aroma delicioso.

El menor empezó a sentir como le fallaban las piernas, se dejó caer sentado en el suelo y emitió un gemido ahogado.

-Ve-vete.- Ordenó temblando. No podía estar así con Kuroo, sabia que si el mayor se quedaba ahí, no tardaría en saltar a sus brazos, pero tampoco podía quedarse ahí parado, cualquier alfa podría venir y marcarlo. 

Kuroo comprendió la situación, mas no podía dejarlo allí, asi que hizo caso omiso a sus ordenes y se acercó para cargarlo.

-Kuroo... mgh.. para.-

El mayor lo cogió como un saco de patatas, no era la mejor forma de llevar a un omega en celo, pero era la única de no verle la cara e intentar aguantar sus suplicas para que lo marcara.

El omega no paraba de restregarse, le levantaba la camiseta e intentaba alcanzar el cuello del alfa para besarlo ademas de  liberar de forma descontrolada sus feromonas, que chocaban completamente contra el alfa de Kuroo, el cual no aguantaría mucho, el olor del pequeño era como una droga para el.

Consiguió llegar hasta el piso del menor y el omega pelinegro abrió la puerta.

-¿Que-que pasó?- Preguntó extrañado ante tal escena.

Kuroo gruñó y entró sin decir nada, pasó a la habitación de kenma y lo tumbó en la cama.

Lo miró por un momento, estaba rojo, gimiendo y restregándose contra las sabanas como si de un gato en celo se tratara, aquella imagen mataba a Kuroo por dentro, estaba deseando tirarse en la cama con el y marcarlo pero simplemente no podía.

Todo Capitán Necesita Su Armador [omegaverse]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum