Capítulo 10

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Ya casi una semana había transcurrido. Luego de aquel día en la casa de lago Allison y Scott habían decidido hacerse novios. Al día siguiente Stiles le contó a Scott sobre el beso que tuvo con Lydia y como habían reaccionado ambos sobre ello. 

Luego de un día completo de clases Stiles estaba llegando a la comisaría, pues el sheriff tenía turno nocturno ese día. Entró sin necesidad de una invitación a la oficina de su padre. 

—¡Adivina qué!

—¿Ahora que pasó? 

—¡Si entré al equipo de Lacrosse! ¡Woo! —Exclamó con emoción a la par que daba un pequeño salto y movía sus manos. 

—¡¿En serio?! ¡Felicidades! —Sin dudarlo el Sheriff se acercó a su hijo y le dio un corto abrazo. —Esto merece una celebración. Ordenaré unas hamburguesas. 

—¡Já! Buen intento, pero no. —Comentó al arrebatarle el teléfono de las manos. —Recuerda que no puedes comer hamburguesas. 

—Pero es una ocasión especial, tú ocasión especial. ¡Mi hijo es parte del equipo! 

—No me uses para comer comida chatarra. ¡Pero sí! ¡Tú hijo está en el equipo! También Scott, esta semana fue de pruebas y práctica y ambos logramos entrar. 

—Que bueno por ambos, siempre quisieron entrar al equipo. 

—Sí. Pero ya oficialmente somos jugadores. 

—Uh, hijo. Quizás este no sea el mejor momento para decirlo, pero Derek te envía una disculpa. 

—¿Disculpas? 

—Sí. Se disculpó conmigo y luego me dijo que te lo mencionara también. 

—¿En serio? ¿Y que pasó? ¿Le perdiste la vista en algún momento? ¿Lo notaste extraño? ¿Que más te dijo? —Preguntó el castaño de manera apresurada, de seguro Derek quería usar la misma técnica que usó con él. 

—Stiles, cálmate. Solamente se disculpó y me dijo que te dijera lo mismo. Luego se fue, no duró ni diez segundos. 

—Oh. —En ese tiempo claro que no le daría oportunidad de usar el teléfono de su padre, o de quitarle cualquier otra cosa, pero ¿En serio quería disculparse? ¿O simplemente quería parecer el bueno de nuevo para luego aprovecharse? No lo sabía, pero de seguro no iba a darle otra oportunidad. 

Stiles ya se encontraba en casa. Al final el Sheriff lo había convencido de ordenar una hamburguesas, pero él pidió "para él" una vegetariana que terminó dándole a su padre. 
Mientras caminaba se encontró con Derek, quién salió de la nada y quedó justo frente a él, sin embargo, Stiles simplemente lo evadió y subió rápidamente a su habitación. 

Odiaba cuando su padre tenía turno nocturno, no le gustaba estar solo en casa con Derek, sí, había un oficial afuera, pero Derek de seguro iba a querer molestarlo por no dejarlo salirse con la suya, por suerte, su fiel amigo, el bat de baseball siempre estaba a la mano. 

—¿En serio vas a huir de mi todo el tiempo? —Pudo escuchar el menor a través de la puerta, lo que lo hizo exaltarse un poco. 

—No huyo de ti, no sé de que hablas. 

—¿En serio? ¿Entonces por qué no abriste antes de contestar?

—Yo... Ehm... Me estoy cambiando. —Luego de haber dicho eso escuchó como la puerta de abría. —¡¿Qué haces?! 

—Sabía que mentías. 

—Podía ser cierto. Y ahí hubieras estado tú, viéndome desnudo. ¿Qué quieres? 

—¿Puedo pasar? 

—No. ¿Qué quieres? 

—¿Vienes a mi habitación? 

—No, y preguntaré una última vez ¿Qué quieres? 

—Solamente hablar contigo. Pero está bien si no quieres... nunca fui bueno haciendo amigos. —Mencionó levantando su hombro derecho.

—Sí, eso ya lo sé. Pues para tu información la mejor manera de hacer amigos no es atacándolos apenas los conoces o mintiéndoles para aprovecharte de ellos. 

Derek llevó su mirada al suelo en cuanto escuchó aquellas palabras. —¿No habló el Sheriff contigo? 

—No. No lo hizo. 

—Lo siento ¿Sí? —Dijo repentinamente mientras levantaba la mirada. 

—No. Te di una oportunidad y eso es más de lo que le doy a cualquiera y solo me utilizaste, me mentiste. 

—No te mentí. —Mencionó colocando un pie dentro de la habitación de Stiles. —Te hubieras dado cuenta si lo hubiese hecho. —Finalizó mientras terminaba de adentrarse a la habitación. —¿Crees que es fácil para mi estar aquí? Verte a ti y a tu padre ser una familia y recordar que yo no tengo una. 

—Derek... 

—Recordar que la tuve y la perdí. Leíste mi expediente, lo sé ¿Por qué crees que fui a New York? No quería estar aquí en Beacon Hills, donde crecí, donde tuve a mis padres, a mis hermanos y todos me abandonaron. ¿Por qué crees que no volví sino que fui a Chicago? Esta maldita ciudad solamente me trae malos recuerdo. ¿Por qué crees que me oculté en el bosque en lugar de venir a la ciudad? Porque entre más lejos esté de aquí es mejor para mi .

—¿En el bosque? —Eso no estaba en el expediente, al menos Stiles no recordaba haber leído nada sobre el bosque. 

—Sí. Y aquí están ustedes, obligándome estar aquí, tener todos estos recuerdos y sentimientos que solamente... preferiría no tener. 

—Yo... 

—Solamente ayúdame a salir de aquí y... no volveré a robar. Prometo que no usaré más drogas. 

—Derek yo... yo... —Stiles solamente soltó un profundo suspiro. —No puedo ayudarte a escapar. Lo siento. 

—Sí puedes. —Con ímpetu Derek se abalanzó sobre Stiles, colocando el brazo sobre su pecho para hacerlo retroceder hasta que chocó con una pared. Luego de eso solamente buscó el celular en su bolsillo y se lo arrebató. —Yo lo siento, pero no puedo quedarme aquí. 

—No hagas esto. 

—No tengo otra opción. —Derek lanzó a Stiles a un lado y se dio la vuelta para salir de la habitación mientras desbloqueaba el teléfono. 

Stiles tardó un par de segundos en reaccionar, pero finalmente se levantó, tomando su bat de madera y acercándose hasta el pelinegro. No lo dudó, solamente levantó aquel objeto y lo llevó con fuerza hasta la espalda ajena, viendo como luego todo el cuerpo de Derek caía al suelo. 


Living with a stranger || SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora