Capítulo 47

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Stiles y Derek practicaron varios minutos más como iban a narrar que ocurrió todo, repitiendo una y otra vez para que todo fuese creíble y no se fueran a equivocar narrando una versión diferente. Luego de ello fueron directamente a la habitación del Sheriff donde Stiles le indicó que debían hablar y entre ambos le contaron parte de cómo había sido el "rescate" de Derek. Posteriormente el Sheriff los llevó directamente a la comisaría, donde ambos hicieron una declaración formal de los hechos, tal y como lo habían practicado.

Derek tuvo que otorgar toda la información que sabía sobre su antiguo amigo, al cual le abrieron un expediente y le colocaron una orden de captura, tanto por los delitos ya cometidos como por los nuevos, en donde se incluía secuestro y agresión por parte de Stiles.
Tras un par de horas en la comisaría los tres regresaron a casa, sin nada más en la cabeza que dormir y reponer las energías gastadas en la noche y parte de la madrugada, y luego de varias horas de sueño, Derek y Stiles se encontraban compartiendo la mesa mientras terminaban de desayunar, en silencio, un silencio tan pesado que se volvía incómodo.

Ambos habían terminado de desayunar, pero ninguno de los dos se levantaba de la mesa o siquiera se miraban el uno al otro. Stiles quería esperar que fuera Derek quién se sintiera listo para hablar, pero parecía que el pelinegro aún no estaba total y completamente decidido.

Stiles se levantó de la mesa y llevó su plato y vaso hasta el lavabo, regresando justo después y observando como Derek miraba su plato aún sin terminar de manera fija. El pelinegro no tenía apetito, si había comenzado a comer había sido, por una parte, por compromiso, pero no se sentía del todo bien desde que había visto como el oficial estaba inconsciente.

Stiles se mordía con ansiedad su labio inferior y se cruzó de brazos, no podía con la espera, ya estaba cansado de tener que esperar. —Derek... ¡Derek mírame! —Exclamó para luego notar como Derek subía la mirada hasta encontrarse con la de él. —Tenemos que hablar... sobre nosotros.

—¿Nosotros? —Entrecerró los ojos con aquella pregunta.

—Sí ¡Nosotros! El beso, el sexo, el haber dormido juntos. Noso...

—¡Stiles detente, por favor! —Exclamó mientras se colocaba de pie rápidamente. —Eso no significó nada. —Tras aquellas palabras Stiles sintió como si un cuchillo afilado atravesara su corazón, sintiendo también como sus ojos se cristalizaban. —Tu y yo...

—¡Estoy enamorado de ti! ¿De acuerdo? Te dije que no lo negaría más... estoy enamorado de ti. —Repitió, pero ahora más bajo. En aquella semana en que apenas y cruzó palabras con el pelinegro se dio cuenta de que sus sentimientos por él eran aún mayores de los que pensaba, Stiles no era un chico enamoradizo, pero suponía que si vivía con una persona y compartía tanto con ella, el tiempo no era una barrera para impedir que se enamorara.

—¡Yo también estoy enamorado de ti! —Exclamó en respuesta de forma instintiva. —Pero tenemos que enfrentar los hechos, Stiles... no podemos estar juntos. —Tras decir aquello volvió a bajar la mirada al suelo.

Tras aquellas palabras, Stiles sintió que el puñal había sido sacado de su corazón, pero solamente para volver a clavarse con más fuerza. —¿Porque somos dos chicos?

—Sí. —Respondió sin levantar la mirada.

—Pero... pero... dijiste que estabas bien conmigo siendo...

—¡Sí! —Exclamó interrumpiéndolo mientras lo miraba. —Contigo siendo gay, pero yo no.

—Derek no. —Negó a la par que se acercaba hasta él. —Está bien que te guste un chico... está bien que seas...

—¡Alto! —Exclamó mientras le daba un empujón. —No necesito que me etiquetes de ninguna manera. No quiero que lo hagas.

—Está bien. —Esta vez se acercó con más lentitud y luego llevó su mano a la mejilla de Derek. —Fue difícil para mí aceptar que me gustabas. Pero tuve que ser valiente para aceptarlo y me costó decírtelo.

Derek llevó su mano hasta la de Stiles, pero no la quitó. —Stiles, por favor detente. —Murmuró mientras cerraba los ojos.

—Tienes razón, el amor no se debe etiquetar de ninguna manera. —Al escuchar aquellas palabras, las mismas que había usado Braeden abrió los ojos. —Que seamos dos hombres no debería impedir que estemos juntos. El amor también supera cualquier barrera.

—Es más complicado que eso.

—No lo es. Yo estoy enamorado de ti. Tú estás enamorado de mí.

—No estoy enamorado de ti.

Stiles realmente no podía creer que esas palabras habían salido de la boca de Derek. —Acabas de decir que lo estabas.

—No lo estoy.

—Literalmente dijiste "Yo también estoy enamorado de ti".

—Ya cállate. —Mencionó de forma baja.

Stiles se rió muy bajamente tras aquel comentario y, aún con la mano en la mejilla de Derek, se acercó hasta su rostro buscando sus labios con los propios. Los encontró y no tardó en cerrar sus propios ojos, comenzando a mover sus labios con lentitud sobre los de Derek, quién correspondió el beso con el mismo ritmo, con la misma lentitud y tomó la iniciativa de usar un poco la lengua, pero tras varios segundos lo volvió a empujar.

—No, no, no, Stiles no. Detente. —Se pasó los dedos por los labios a la par que negaba con la cabeza. —No puedo hacer esto.

—Hay una diferencia entre no poder y no querer. —Se volvió a colocar frente al pelinegro, tomándolo con ambas manos del cuello y parte de su nuca, mientras sus pulgares se posaban en las mejillas del ojiverde. —¿No quieres hacer esto? ¡Mírame! ¿No quieres hacer esto?

Derek observó los ojos marrones de Stiles y luego sus labios, subió la mirada y volvió a bajarla, intercalando su vista en aquellas dos zonas hasta que finalmente juntó sus labios con los del castaño mientras cerraba los ojos. Lo abrazó y lo apegó a su cuerpo, teniendo que inclinar un poco su cabeza a un lado para continuar con el beso.

Living with a stranger || SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora