Living with a stranger || Sterek

Capítulo 36

Otro viernes había llegado y Derek se encontraba sirviendo los últimos pedidos en su nuevo trabajo en la heladería.
Cuando había comenzado era un total asco sirviendo los helados y los mismos siempre carecían de forma o tras pocos segundos se caían, pero con el pasar de los dias comenzó a entender el truco y ahora era un muy buen empleado.

A diferencia con su antiguo trabajo al ambiente laboral de ahí era mucho mejor, sus compañeron la mayoría eran amables con él y aunque Derek se rehusaba a compartir con ellos, ellos siempre intentaban hacerlo sentir bien, pues entendían que una persona no actuaba de esa manera sin motivos.

El jefe de Derek le había regalado uno de los botes de helado de sabor limón, aunque Derek no supiera como se había dado cuenta de que era su favorito y tras el final de su jornada laboral, el oficial se encargó de llevarlo a la casa Stilinski.

Atravesó la puerta y como siempre caminó por el pasillo hasta llegar al salón, encontrándose con el castaño sentado en el sillón. —Hola, Stiles. —Mencionó con una amplia sonrisa, misma se que desvaneció por completo al notar la presencia de otra persona. —Danny.

—Hola, Derek. —Respondió el pelinegro mientras movía su mano derecha ligeramente.

—Hoy en el trabajo me regalaron un bote de helado que casualmente es mi favorito ¿Quieres, Stiles? —Mencionó mientras caminaba hasta la cocina y tras recibir una respuesta afirmativa por parte del castaño tomó dos copas y comenzó a servir helado en las mismas.

—Yo también quiero helado.

—Entonces compra tu propio helado, Danny. —Respondió Derek con un poco de sarcasmo y burla, antes de reírse, acción que copiaron tanto Stiles como Danny.

—Parece que Derek tuvo un buen día hoy. —Dijo Stiles un poco extrañado al notar el humor del ojiverde.

—Sí, así parece. ¿Que te parece si nos damos un descanso?

—Sería perfecto para mi. —Sin dudarlo cerró la laptop y la colocó en la mesita de centro, pues se encontraba en las piernas del castaño.

—Aquí tienes. —Dijo Derek mientras le extendía a Stiles una copa con helado, sirope de chocolate, chispas y su respectiva cuchara. —Espero que te guste.

—En definitiva me gustará, muchas gracias.

Derek terminó chocando su copa con la de Stiles en modo de brindis antes de tomar una cucharada.

—¿Y dónde está el mío? —Preguntó Danny extrañado al ver que Derek no tenía ninguna copa extra.

—Te dije que consiguieras tu propio helado. —Y mientras sonreía movió la copa en dirección a él, como si quisiera brindar con él del mismo modo que hizo con Stiles. —Nos vemos luego, Stiles. —Fue lo último que dijo antes de ir hasta las escaleras para subir a su habitación.

***

Al día siguiente Stiles y Derek se encontraban caminando por el gran parque, no el mismo al que habían ido antes, sino a otro que era un poco más rural, tanto que se sentía casi como si estuviesen caminando por el bosque.

—Entonces ¿Te gusta tu nuevo trabajo?

—Supongo.

—¿Supones? Yo creo que sí, ya que estos día te he visto más... alegre.

—Stiles, lo único que me alegra es que cada día que pasa es un día menos para poder cumplir la mayoría de edad. 

—¿Sólo eso? —Preguntó con ligera impresión.

—Y también tu compañía... en realidad te voy a extrañar cuando ya no esté.

Al escuchar aquello Stiles se detuvo y se podía notar como un brillo inexplicable llenaba sus ojos, como si hubiese escuchado lo más hermoso del mundo, pero luego negó mientras regresaba a la realidad. —No seas tonto, Derek. —Se rió, recordando lo que le había dicho a Danny y a Scott sobre sus sentimientos por Derek, debía olvidarlos y reprimirlos.