Capítulo 50

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Inicio de semana y Stiles llegaba a BHHS visualizando a su grupo de amigos a lo lejos, por lo cual no tardó en acercarse a ellos y comenzar a saludarlos con una enorme sonrisa en el rostro.

—Scott, hermano, hola. —Mencionó para darle un abrazo y recibir una respuesta. —Allison, que bueno verte. Danny, mi amigo, un gusto que estés aquí. Lydia, tan bella como siempre, que bueno que estás bien. —Y finalmente se detuvo mientras borraba la sonrisa de su rostro. —Jackson. —Sólo dijo su nombre, ya que con este último no se llevaba tan bien y luego se apartó. —¿Estaban hablando de algo?

—Nada en especial, pero ¿Estás bien? ¿Algo bueno pasó? ¿O por qué tan feliz? —Preguntó Allison un poco extrañada.

—Oh, no... no, nada especial, sólo... cosas.

—Seguro. Igual me alegra que estés así, últimamente estabas un poco apagado y no es lo mismo sin tu irritabilidad.

—¿Disculpa? —Tras hacer aquella pregunta escuchó como la campana comenzaba a sonar. —Uuh, literalmente fuiste salvada por la campana.

—Scott, nos vemos en la cafetería, tengo economía.

—Yo igual. —Mencionó la pelirroja y luego de que Scott le diera un beso a Allison, esta se fue con Lydia y Jackson.

—Y nosotros tres tenemos... oh, cielos, matemática.

—¡Oye! No actúes como si todo fueses normal ¿Algo pasó? ¿Por qué hay un arcoiris sobre tu cabeza? —Preguntó Danny, lo que hizo que Stiles mirara hacia arriba antes de captar el sentido de lo que había dicho.

—De acuerdo, de acuerdo. Hablé con Derek.

—¿En serio? ¿Y que pasó? Algo bueno, me imagino o no estarías tan feliz. —Dijo Scott.

—Bueno, hablé con él y nosotros... —Se aclaró la garganta. —Él me dijo cosas muy... hermosas. Básicamente que me daría la oportunidad de estar en su vida y... bueno, de que estemos juntos.

—¡Felicidades, Stiles! Te lo merecías, después de todo lo que pasó, te lo merecías. —Mencionó el moreno.

—¿Eso quiere decir que se quedará en Beacon Hills? —Preguntó Danny, lo que hizo que la sonrisa del rostro de Stiles desapareciese por completo.

—Bueno... aún no hemos hablado de eso. Pero... —En ese momento hizo una pausa, no podía suponer nada o dar algo por hecho.

El sonido del silvato resonó en los tímpanos de los tres, tan fuerte que dejó una ligera secuela de un pitido en la audición de los hombres. —¿Que haces tres niñas en el pasillo cuando deberían estar en clase?

—Lo siento, entrenador. Ya vamos.

***

Un par de horas habían transcurrido desde que el turno de Derek había comenzado y el pelinegro había notado que la mayoría de sus compañeros de trabajo lo estaban tratando de manera diferente. Tampoco es que hablara mucho con ellos, pero ese día estaban distantes y la actitud de Derek no tenía nada que ver en ello.
Tras sentirse un poco frustrado se acercó con la única persona que no lo estaba tratando de manera diferente.

—¿Por qué todos están actuando tan extraños? Es decir, extraños conmigo.

—¿Puedes culparlos? La última vez que te vieron fue irte con el loco que entró lanzando disparos. —Respondió Braeden.

—Bueno, creo que tienes razón.

—Creíamos que no volverías a aparecer y solamente viniste como si nada hubiese pasado. Y luego de lo que me contaste la verdad también pensé que no volvería a verte. Pero me alegra que estés aquí.

—Gracias. Supongo que con el tiempo volverán a actuar como antes.

—Lo más seguro. Pero oye ¿Pasó algo? No te veo con esa mirada perdida y confundida de antes... de hecho, te ves muy diferente.

—No, nada pasó. —Negó con la cabeza mientras desviaba la mirada.

—Oh, claro que sí, ahora no tengo duda. Cuéntame. —Le dio un suave golpe con el dedo índice en el pecho.

—Bueno, está bien. Hablé con Stiles... el chico del que te hablé.

—Así que ese es su nombre. Stiles, muy original.

—Sí, es un nombre extraño, en realidad. No creo que sea su verdadero nombre.

—No cambies el tema ¿De que hablaron? ¿Que decidiste?

—Somos... una pareja ahora. —Admitió antes de sonreír y nuevamente mirar hacia otro lado.

—Oh, mira esa sonrisa. Nunca te había visto sonreír así desde que trabajas aquí. —Llevó una de sus manos al hombro de Derek y lo frotó. —Felicidades.

—Gracias, pero hey, basta de hablar de mi ¿Que hay de ti? ¿De tu vida amorosa?

—Es... complicada.

***

—¿Y todo eso pasó? Fuiste muy valiente.

—Sí, bueno, la verdad no esperaba encontrarme con nadie más que él, sino no hubiese ido yo solo.

—Yo pienso que debiste llamarme a mi, Stiles. Yo hubiese ido contigo.

El sonido de la puerta llamó la atención de los tres varones que se encontraban en el lugar: Danny, Scott y Stiles y tras varios segundos se convirtieron en cuatro, con la llegada de Derek.

—Hola, Danny. —Acompañó sus palabras con un pequeño ademán y luego se quedó observando a Scott por unos segundos mientras lo señalaba con su dedo índice. —Scott ¿Cierto? —Lo vio asentir con la cabeza. —Hola.

—Hola, Derek. —Respondieron ambos al unísono.

—Y hola... —Se inclinó un poco hacia Stiles para luego se detuvo y se irguió. —Espera... ¿Les contaste a ellos?

Stiles miró a Scott y luego a Danny para finalmente regresar la mirada a Derek. —No.

—¿Por qué no?

—¿Puedo hacerlo?

—Sí.

—Bien, porque sí lo hice.

Derek lo observó con cara de pocos amigos por cortos segundos antes de acercarse hasta él y darle un corto beso en los labios.

—No estoy soñando ¿Verdad? —Preguntó Stiles tras recibir aquel gesto.

—¿Por qué soñarías con nosotros mientras estás con Derek? —Preguntó Scott.

—Yo tengo una pregunta... —Mencionó Danny llamando la atención de los tres. —¿Quién es el activo?

—¿El qué? —Preguntó Scott mientras fruncía el ceño.

—Danny, realmente creo que esa es una pregunta muy personal y no...

—Yo. —Respondió Derek interrumpiendo al castaño, lo que causó que este girara su cuello para verlo. —¿Qué? Es la verdad.

Tras aquella respuesta se podía escuchar la ligera risa de Danny quién tuvo que detenerse para poder explicarle a Scott al oído de que estaban hablando.

—De acuerdo, creo que eso fue mucha información.

—Derek ¿Que te parece si este fin de semana salimos todos? Nosotros cuatro, la novia de Scott y dos amigos más.

—No puedo este fin, tal vez el siguiente... me parece una buena idea ¿Tú que dices?

—Si está bien para ti entonces está bien para mi. —Respondió Stiles.

—Bien. Ahora iré a prepararme un helado. Y no, no compartiré con ninguno de ustedes tres.

Living with a stranger || SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora