Capítulo 17

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Al parecer el parque no había sido una buena idea, por lo que a Stiles se le ocurrió una mejor. Invitó a Derek a un local que había abierto hace pocos meses, era imposible que hubiese estado ahí antes porque él ni siquiera regresaba a la ciudad cuando lo inauguraron. 
Aparte de eso Stiles tenía muchas ganas de conocerlo, le había dicho a Scott para ir un par de veces, pero nunca podían concretar nada; lo que más emociona a Stiles del lugar es que era ambientado en los dinners de los 50's. 

—Quiero una de estas hamburguesas. —Mencionó Derek mientras veía el menú. 

—Comimos hace no más de una hora. 

—Pero no hamburguesas. 

—Claro, como no las pagarás tú. 

—¿Crees que no puedo pagar? Para algo trabajo. 

—Como digas. —Mencionó para regresar tu total atención al menú que estaba en sus manos. Luego de pensarlo por unos cuantos segundos cerró el mismo y llamó a uno de los trabajadores. —Quiero un Milkshake de oreo. 

—Yo quiero una hamburguesa bacon cheddar y una soda. —Notaron como el encargado anotaba ambas cosas y luego se marchaba. —¿Desde hace cuanto está este lugar aquí? 

—Hace pocos meses. Había querido venir antes, pero no había podido y no tenía con quién. 

—¿Entonces sólo sales cuando tienes con quién? Que estúpido. 

—Bueno... —Stiles guardó silencio ya que ninguna respuesta pasó por su mente. 

—Mejor cuéntame a que vino esta salida. —Derek colocó ambos brazos sobre la mesa y fijó su mirada en el castaño. 

—Ahmm... —Por alguna razón la mirada fija de Derek lo colocó un poco nervioso. —Sólo... yo.... últimamente has estado muy... decaído. Quería intentar levantar tus ánimos. 

—Yo voy a estar bien en unos meses, cuando por fin pueda largarme de esta ciudad. 

—Con suerte. Y falta cada vez menos tiempo. 

Antes de poder continuar con la conversación llegó una persona y colocó el Milkshake, la hamburguesa y la soda en la mesa para luego preguntar si deseaban algo más, ante la negativa se retiró sin más. 

Derek no esperó un solo segundo para tomar la hamburguesa con sus manos y darle un gran mordisco. Masticó varias veces antes de darle un sorbo a la soda que estaba a su lado, entrecerrando los ojos al notar como el castaño se quedaba mirándolo. —¿Qué? —Preguntó luego de tragar. 

—¿Qué? —Respondió agitando levemente su cabeza para regresar en si.

—¿Tengo algo en la cara o qué? 

—No, no, claro que no. —Stiles negó rápidamente y dejó escapar una risa algo nerviosa. —No sé que me pasó. —Y dicho eso agarró el Milkshake para acercarlo a él y darle un gran sorbo. 

—¿Quieres decirme algo? 

—No... bueno sí. —Dijo rápidamente al recordar lo que le había dicho su padre. —No sé si esto sea seguro pero están sugiriendo que necesitas un psicólogo. 

—¡¿Qué?! 

—Calma. Como te dije, no es seguro. 

—Pero no necesito que un idiota me haga preguntas ilógicas. Tampoco quiero. 

—Lo sé. Bueno, lo suponía... pero es por tu actitud. 

—¿Actitud? ¿Que actitud? Tengo una buena actitud. 

—Si consideras exiliarte como un monje buena actitud entonces sí, tienes la mejor. —Al notar la mirada asesina que Derek le dedicaba se escudó con su bebida, tomando de esta. 

—¿Entonces qué? ¿Tengo que lanzar flores como Heidi? 

—No, claro que no. Pero quizás si no fueses tan cerrado o tan pesimista...

—Ya te dije que no soy pesimista. —Recalcó interrumpiendo al menor. 

—Lo eres, Derek. Tienes buenos recuerdos, bonitos recuerdos de tus padres y tus hermanas y prefieres ver la parte mala de ellos. 

—¿Cómo que la parte mala? 

—Pues deberías estar feliz de que pudiste compartir con tu familia, de que tuviste una buena familia en tu niñez y adolescencia. ¿Sabes que hubiese sido malo? Que los únicos recuerdos que tengas sea de que tus padres nunca tuvieron tiempo para compartir contigo, de que nunca te prestaban atención, eso sí sería malo, sí sería triste. —Esperó un par de segundos a ver si Derek iba a responder algo, pero no lo hizo. Stiles se tomó la libertad y el atrevimiento de llevar una de sus manos a la de Derek. —Eres afortunado de que tuviste una buena familia. Eso es lo que debes ver, las cosas buenas, no las malas. 

Derek simplemente quitó su mano de abajo de la mano de Stiles y tomó nuevamente su hamburguesa para continuar comiéndola, sin decir nada, sin mirar al castaño, con la mirada clavada en el plato como si fuese lo más interesante que hubiese en el mundo. 

Stiles pensó que quizás había hablado de más, por lo que simplemente se dedicó a acabar su Milkshake. Minutos después, cuando Derek finalmente había terminado su hamburguesa, aún mirando hacia el plato murmuró. —Gracias. 

Stiles esbozó una pequeña sonrisa que se amplió aunque él quisiera evitarlo. —Voy al baño. 

Stiles se levantó del asiento y fue hasta el baño de caballeros del lugar para vaciar su vejiga. Luego de hacerlo se lavó la manos y finalmente salió. 
Al hacerlo llevó la vista hacia la mesa donde estaba antes y notó que estaba vacía ¿Dónde estaba Derek? Miró a todos lados y se dio cuenta que el pelinegro no estaba en el lugar. Su corazón se aceleró al igual que su respiración. 

—No puede ser ¿Se fue? ¿Huyó? —Stiles corrió hacia la puerta para ir con el oficial, pero al llegar a la misma sus piernas se detuvieron al ver como Derek estaba hablando con él y soltó un suspiro de alivio. Esperó varios segundos mientras ellos hablaban y luego ver como Derek caminaba de regreso. —¿Que pasó? 

—Sólo le estaba pidiendo mi tarjeta para poder pagar. —Derek rió al ver como el castaño se sorprendía y llevó su dedo indice hasta la quijada de Stiles para levantarla un poco. —Cierra la boca. 

—Mi boca no estaba abierta. —Sí lo estaba, pero no tanto como para que hiciera eso, que exagerado. Vio como el ojiverde se acercaba hasta la caja y esperó que pagara para luego marcharse. 

Living with a stranger || SterekWhere stories live. Discover now