Capítulo 14

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El martes había sido un día en el que Rex cogió la opción de morir, pues aquel llamativo joven no había asistido al instituto, dejándole con un sin fin de ideas del cómo podía estar por lo sucedido con Yvonne

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El martes había sido un día en el que Rex cogió la opción de morir, pues aquel llamativo joven no había asistido al instituto, dejándole con un sin fin de ideas del cómo podía estar por lo sucedido con Yvonne. Y cuando le preguntó a Jane, ella no le dijo nada, simplemente se limitó a pedirle que revisará sus mensajes, pues bien sabía que le daría para reír unos minutos.

-Mi móvil pasó a mejor vida, así que no me pidas revisar mis mensajes. -farfulló Rex molesto. Jane quitó su sonrisa y le miró con incertidumbre.

- ¿Qué? ¿Por qué? Yo recordaba que tu móvil era nuevo. -dijo Jane tratando de pensar y comprobar que estaba en lo correcto-. ¿Qué le sucedió?

-Si te contará me querrías matar... -respondió dando una ligera risa, dejando a Jane aún con confusión, aunque ella sospechaba que aquella razón por la que su amigo la dejaba en incógnita tenía que ver con su hermano.

-Rex, conoces las condiciones, sólo te dejaré en el hospital mas no te mataré. -comentó dedicándole una sonrisa maliciosa.

-Por esa razón no diré nada. -murmuró Rex de forma que Jane escuchara. Ella simplemente le miró seria.

-Bill tiene que ver, ¿no? -le preguntó dubitativa.

-Aaah... bueno... sí. -el muchacho bajó la mirada al suelo, sin razón aparente su rostro se veía inundado por un calor, cosa que provocó el enrojecimiento de sus mejillas.

-Me lo venía venir, vale que le... - Jane se vio interrumpida por un grito. Era de pensar que aquel grito con tono masculino era de su alocado y poco común amigo.

-¡¡Guarros!! -exclamó Travis corriendo hacia donde estaban ellos conversando.

Jane y Rex miraron a todas partes, estaban en uno de los pasillos del instituto, éste estaba lleno de personas quienes andaban metidos en sus cosas, pero por el escandaloso grito de Travis todos le miraron y quedaron en silencio viendo cómo el chico corría hasta su par de «guarros».

- ¡Joder! Apuesto a que extrañaban a este galán de película. -dijo apoyándose en Rex, el ángel hizo una mueca de dolor al sentir el peso de aquel chico sobre él.

-No. -contestaron ambos amigos ante aquella afirmación, Travis enarcó una ceja mostrando una falsa molestia.

-No jodan, es obvio que lo hicieron, soy demasiado fabuloso y ustedes lo saben. -alardeó con una arrogancia algo graciosa, Jane y Rex rieron ante aquello a la vez que le felicitaban por el buen chiste.

De pronto Rex recordó que era martes, tenían que dar prisa para ir a los vestidores y cambiarse de ropa.

-Tíos, creo que debemos irnos. -ambos preguntaron la razón por las repentinas palabras-. ¡Tenemos que ir a gimnasia!

Travis y Jane de miraron entre sí, ambos pusieron cara de preocupación y comenzaron a correr dejando a Rex atrás, éste se quejó por el abandono y les siguió. El angelito teniendo su cerebro sumergido en una laguna, decidió mirar hacia atrás, para su alegría o miedo encontró a Bill entrando por aquella puerta. Hoy era martes, hoy sería un día en el que tenían todas las clases juntos, por suerte Yvonne sólo estaría en una y no era ésa.

Drugs and love© [Corrigiendo]Where stories live. Discover now