Capítulo 25

6.8K 438 463
                                    

Era la hora del almuerzo, y la pareja de adolescentes estaban comiendo en la azotea del instituto

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Era la hora del almuerzo, y la pareja de adolescentes estaban comiendo en la azotea del instituto. Rex observaba a Bill con embobamiento, no podía evitar soltar largo suspiros presenciando con la vergüenza sobre sus mejillas la belleza del joven libertino. Bill, por su parte, miraba el cielo despejado y con aire fresco rondando por el ambiente. Ambos estaban solos, ya que Jane y Travis habían quedado atrapados en la clase de teatro.

El ángel seguía adulando al demonio con la mirada, Bill jugaba con una manzana, para luego pegarle una mordida realmente enérgica, Rex sintió un escalofrío al ver eso, pero aun así, no dejó de observarlo. Bill se sentía incómodo ante la atenta y constante mirada de Rex.

— ¿Qué diablos te sucede, Dino? —preguntó Bill con una sonrisa, marcando su confusión.

—Nada, es sólo que me fascina verte... —respondió Rex con la mirada baja, se acercó de forma veloz para besar la mejilla de Bill con delicadeza.

Bill aprovechó el momento en que Rex cerró los ojos, lo atrapó entre sus brazos. En un principio, el ángel se asustó, pero aun sabiendo que Bill era todo un maniático adicto al sexo hizo tal estupidez. Rogó porque no le fuesen a hacer nada protervo ahí, pero para su sorpresa, el libertino se acostó boca arriba y le dejó encima. Rex se tumbó sobre su pecho, escuchó los suaves latidos de su corazón, eran continuos y relajantes, algo que le dejaba flechado aún más.

— ¿Sabes? Ayer estaba aburrido y se me ocurrió escribir algo, pero supongo que es toda una mierda cursi, igualmente es para ti, y como eres cursi y ñoño, te gustará. —aseguró Bill acariciando la espalda del ángel, éste levantó la cabeza y se encontró con los ojos de Bill. Él sonrió al ver la mirada de niño inocente que tenía Rex.

— ¿Qué es? —preguntó acercándose de una forma peligrosa a los labios del libertino.

—Es un poema, sé que el mundo del sentimentalismo y romance no es lo mío pero lo he intentado. —Bill pasó su mano por la cadera de Rex, haciendo al pequeño a un lado, para así buscar en su bolsillo una hoja de papel arrugada—. Es corto, pero... léelo.

—Me insultaras pero, ¿puedes recitármelo? ¡Por favor! —Rex juntó sus manos a manera de súplica. Bill rodó los ojos y con hastío se levantó, quedando sentado, poniendo así a Rex sobre sus piernas

—Vale, pero si te ríes en algún momento, te mataré. —advirtió Bill acomodándose en su lugar, Rex asintió levemente con las mejillas rojas, pues sentía el miembro de Bill bajo la tela de los vaqueros.

—Va... Vale, lo prometo. —Rex sonrió con nerviosismo, Bill lo observó con incertidumbre, pero por incomodidad se removió y rozó más con Rex—. Ugh...

—Vale, se titula: «Un poema para ti». Queda claro que es explícitamente para ti, y por ello te lo regalaré con el fin que lo guardes y nadie sepa, además de nosotros. —explicó Bill con seriedad mientras Rex le miraba fijamente—. ¿Vale?

Drugs and love© [Corrigiendo]Where stories live. Discover now