Capítulo 41

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— ¿Un hospital en otro estado? —preguntó Rex por décima vez con confusión, mientras sus padres asentían algo nerviosos por su reacción final, pues no querían iniciar una disputa—

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— ¿Un hospital en otro estado? —preguntó Rex por décima vez con confusión, mientras sus padres asentían algo nerviosos por su reacción final, pues no querían iniciar una disputa—. No quiero ir, está muy lejos.

— ¡Oh vamos! En primer lugar; es por tu bien Rex, y en segundo lugar; el hospital te dará mejores atenciones y medicación adecuada, así que..., por favor hijo, no sigas negándote. —pidió Dexter posando su mano sobre la de Rex, quien se limitó a hacer un pequeño puchero.

—Pero papá..., no quiero irme lejos. Quiero tener cerca a mis amigos. —susurró el pequeño viendo que los mencionados estaban muy atentos a la conversación (que poco a poco se tornaba en discusión) que tenían.

<<En especial a mi novio, sí, el chico malo que ven a su izquierda al cual no le gusta escuchar la palabra novio>>. Pensó viendo como su padre fruncía el ceño ante sus anteriores palabras. El joven ponía demasiados pretextos para algo que realmente era sencillo e inevitable, era obvio que si él no quería ir por voluntad propia sus padres le obligarían. Pero... ¿A qué se debía esa discusión? Simple, los padres de Rex pensaban llevarlo a un hospital mucho más especializado que los que tenían cerca, sólo que aquel estaba en Pensilvania, por esa razón el jovencito no quería ir, ya que eso significaría el alejamiento temporal de Bill. Nuevamente.

—Sólo será por un par de semanas, puede que más..., pero eso no importa ahora, lo que importa en verdad es tu salud, mi amor. —intervino Annette antes de que Rex comenzará a llorar como un bebé haciendo una rabieta—. Y no puedes negarte más, antes de venir hemos planeado todo, tu padre ordenó el traslado inmediato hacia ese hospital, así que mañana temprano te irás.

Annette tenía por alguna razón menos paciencia que Dexter al momento de explicarle las cosas a Rex, pero había razones por las cuales era así con su pequeño, y una de ellas era el hecho de que Dexter nunca había sido de su completo agrado.

— ¿Mañana? —cuestionó una vez más el niño, con algo de miedo en la voz. Dirigió la mirada a Bill, quien se mantenía totalmente discorde a la situación, sin embargo, su rostro sólo expresaba aburrimiento—. No. Yo no iré a ninguna parte, ¿saben? Hasta siento que he mejorado. —exteriorizó con una sonrisa—. Llévenme a casa, por favor.

Sus padres negaron su petición, asegurándole con rígidas palabras que iría sí o sí, ante esa respuesta Rex comenzó a quitarse los electrodos del pecho, arrancándolos sin cuidado alguno, su padre intento detenerlo pero no pudo, ya que el chico comenzó a quitarse el catéter proveedor de los fármacos del brazo, el hombre lo menos que quería era herirle más. El joven logró quitarse todos esos elementos, se levantó de la camilla saliendo de esta con suma dificultad, le dolía casi todo el cuerpo, pero el dolor dominante era el de su brazo que al parecer no era un simple fisura (porque unos minutos atrás, los médicos dijeron que era una fisura, nada más, sin embargo el dolor equivalía a una ruptura). Rex pasó astutamente entre sus padres, quienes no hicieron mucho para detenerle, los demás presentes simplemente miraban su pequeño drama que obviamente terminaría frustrado.

Drugs and love© [Corrigiendo]Where stories live. Discover now