Capítulo 51

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Había transcurrido una semana desde la última vez que Rex escuchó la voz de Bill, era lunes por la tarde y nadie sabía algo de ese muchacho, era como si la tierra se lo hubiese tragado, pero claro, el ángel en todo ese tiempo pasado no había podid...

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Había transcurrido una semana desde la última vez que Rex escuchó la voz de Bill, era lunes por la tarde y nadie sabía algo de ese muchacho, era como si la tierra se lo hubiese tragado, pero claro, el ángel en todo ese tiempo pasado no había podido dormir bien o comer con regularidad, se la pasaba la mayor parte del tiempo buscando alguna señal de vida tanto en la enorme ciudad como dentro del infinito mundo que contenía el Internet, pero nada surgía o mostraba que Bill estuviese aún en New York; aún con ello las esperanzas del niño permanecían como cadenas incorruptibles, él sólo anhelaba encontrarlos y llenarle de besos, sin olvidar un golpe bien merecido por haberle puesto con los nervios a flor de piel.

Gracias a lo extraño que era todo ello, a la búsqueda implacable se sumaron los amigos de Bill; Jack, Will, Madeline, Luke y Meredith. Y con algo de obligación se añadió Vincent, que por alguna extraña razón quiso ayudar, Melanie también quiso ayudar, aunque sólo lo hacía por su primo que estaba inconsolable. Con todos ellos se formaron parejas que buscarían en los lugares que más frecuentaba el demonio adolescente.

La formación era; Melanie Y Rex quienes buscarían en los bares, Travis y Jane en los centros comerciales; Jack y Madeline en callejones donde comerciaban con drogas, Luke y Meredith en hoteles, William y Vincent lo buscaban en zonas específicas como calles cercanas a museos, bibliotecas y restaurantes.

Dejando eso de lado, Melanie había ideado una extensa lista de bares los cuales visitaba al lado de Rex, tenían el lejano pensamiento de hallar al joven alcoholizado o dormido sobre una barra dentro de esos lugares, pero ese pensamiento fue esfumado al preguntar en cinco de ellos si lo habían visto, los meseros y bartenders negaron haberlo visto por esos lares. A ese punto la desesperación crecía dentro del corazón de Rex, no podía alterarse, solo podía fingir fortaleza porque nada le decía que esa búsqueda tuviese éxito alguno, además, ninguna llamada de los otros se hacía presente para indicarle que habían encontrado a Bill.

—Absolutamente nada. —dijo Melanie tachando el nombre del sexto bar que visitaban en esa tarde, el papel que contenía los diversos nombres ya tenía seis descartes, ¿cuántos más serían tachados con la línea roja del rotulador?

—Esto es el colmo. —musitó Rex viendo el suelo del coche, levantó la mirada de golpe y vio a su prima, ella mantenía una mirada de genuina preocupación—. ¿Cuánto más piensa Bill hacerme esto?

— ¿A qué te refieres? Si parece que él no sé ha ido por su propio pie. —inquirió Melanie jugando con el rotulador entre sus manos—. Tengo la ligera sospecha de que su familia tiene que ver en esto...

— ¿Cómo? ¿A qué te refieres? —cuestionó Rex cambiando el semblante débil a uno de seriedad, parecía interesarle aquellas palabras.

—Bueno, su familia es muy drástica con ciertos asuntos, y cuando uno de sus integrantes falla en algo tienden a desaparecerlos por mucho tiempo. —explicó ella temiendo de soltar sus últimas palabras—. Posiblemente los matan, Bill tenía un primo que todos lo veían mal por ser distinto, por no ser una bestia como ellos, por ser amoroso y lindo...

Drugs and love© [Corrigiendo]Where stories live. Discover now