Aliados por el Destino

Capitulo 33

Anne:

Ummm... ronroneo suspirando feliz entre la comodidad de unos cálidos y fuertes brazos que me rodean mientras estamos recostados sobre el sofá.

Hemos pasado el día compartiendo y disfrutando de la compañía del otro, James se ha esmerado en consentirme en cada uno de mis caprichos, ambos tratando de olvidarnos y compensarnos por los malos días que hemos pasado.

Me incorporo estirando un poco los brazos mientras él me observa, lleva el pelo desordenado y el cansancio es evidente en su rostro. Los días de trasnocho nos han pasado factura a ambos.

-Luces agotado...

Sonríe con picardía mientras se sienta y planta un beso en mi sien.

-Estoy bien... solo tengo un poco de sueño y tampoco es que hemos descansado mucho últimamente.

-Eso es porque tú eres insaciable.

Me observa enarcando una ceja, ese gesto que hace tan sexy.

-¿Yo insaciable? pues hasta ahora no he escuchado ninguna queja respecto a lo de ayer tarde, en el jacuzzi mientras te daba aquel masaje anoche... menos, ni en la cocina durante el desayuno y tampoco en la ducha hace poco.

Sonrió al recordar sonrojándome por todo lo que hemos hecho.

-Lo único que he escuchado hasta ahora es como me pides que...

-¡James!

Lo reprendo dándole un manotazo en el hombro antes de que termine la frase.

-Bueno... si también me llamas así, pero debo confesar que me gusta más como se escucha en ese momento, es muy estimulante nena, en especial para encender mi cuerpo...

-Estas muy loco James...

-¿Ah si? ya veras lo loco que estoy ven aquí...

Me atrapa entre sus brazos antes de que salga huyendo y comienza a hacerme cosquillas mientras lucho por quitármelo de encima y reímos a carcajadas.

-¡Ya para James por favor!...

-No escucho... estoy loco ¿recuerdas nena?...

Intento pararlo y hacerle cosquillas a la vez pero me vence por su fuerza y tamaño.

-¡Vale! esta bien, esta bien... ¡tu ganas!... retiro lo dicho...

-Tiempo fuera...

Caemos agitados sobre la alfombra intentando calmar nuestras respiraciones mientras ambos reímos, esta radiante y se siente tan bien estar así que mas nada importa justo ahora.

-Oh dios... siento como si hubiera corrido las ciento cuarenta hectáreas de Hyde Park.

-Pues sera mejor que no me tientes nena, me puedo poner muy loco de verdad.

-Solo has ganado porque te lastimaría si me defendiera como se debe amor...

-Pues entonces me iré con cuidado la próxima... ¿quieres que salgamos a ver el atardecer antes de irnos?

-Me encantaría...

Me tiende la mano y caminamos hacia la terraza. Respiro llenando mis pulmones de aire fresco, las flores se ven hermosas en el prado y hace un buen clima. James me abraza por detrás mientras contemplamos la vista.

-Me agrada este lugar, tanto que me quedaría viviendo aquí encantada.

-A tu padre le gustaba mucho quedarse aquí, siempre me decía que prefería la tranquilidad de este paisaje a quedarse encerrado en los hoteles de la ciudad, ademas de que odiaba salir de Londres.