Epilogo

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Anne:

Un mes después:

Ummm... respiro llenando mis pulmones con la brisa fresca. Reposo los brazos en el balcón observando el paisaje tan hermoso ante mí. El sol está ocultándose y parece perderse entre el inmenso océano, mientras que el cielo lleno de colores entre naranja y azul le dan al lugar un toque mágico... Muchos dicen que el paraíso esta en los cielos, pero para mí... esto es el paraíso.

La tierra... el lugar que Dios o la vida nos regaló, tan hermosa con todo lo que necesitamos para vivir felices, pero la misma humanidad se ha encargado de destruir poco a poco ese regalo tan maravilloso. Si todos cuidáramos con conciencia todo lo que nos ofrece nadie tendría porque pasar hambre o necesidad... es una lástima que no todos podamos pensar igual.

Suspiro complacida cuando unos brazos fuertes y cálidos me rodean, los acaricio enseguida inclinando un poco el cuello mientras el ronronea y me besa detrás de la oreja, haciendo que se me erice la piel ante lo mucho que me fascina la sensación de sus labios sobre esta.

-Te hacia durmiendo.

Su voz ronca hace revolotear muchas emociones en mi interior, giro entre sus brazos y tomo sus labios entre los míos sin poder resistirlo. Se ve tan hermoso con el pelo desordenado y ese aspecto de recién despierto que es inevitable no querer comérselo a besos.

-Estaba contemplando la hermosa vista, me encanta este lugar, es magnífico...

Me sonríe mordiéndose el labio inferior.

-Sabía que te gustaría.

-No sabes cuánto... pero no tanto como me gustas tú...

-¿Ah sí?

Pregunta sonriendo muy coqueto y es que he descubierto que le sorprende que lo halague, parece nunca creerse lo guapo que es, ni menos el efecto que causa en mí y en muchas más.

-Si... adoro y me encanta todo tu ser... tus besos, tu cuerpo, tu amor por mí, lo inteligente y encantador que eres, dios... todo tú... Tu compañía es lo que hace que me sienta en el paraíso, disfruto mucho estar junto a ti...

James como me lo prometió me ha secuestrado hace unos días. Desde que regreso a Londres por mí, no nos hemos separado... pero con tanto trabajo que teníamos por resolver antes de viajar solo nos quedaba pocas horas en las noches para estar juntos y el agotamiento por los días de insomnio y tantos problemas del pasado ya nos estaban pasando factura.

Hace una semana aproximadamente que me sorprendió al sacarme de la empresa y traerme hasta Mykonos una preciosa y paradisíaca isla griega... Lo había planeado todo junto con Soph y Edith para darme esta sorpresa; en lo que subí al Jet aquel día me encontré con todo mi equipaje y más de lo que necesitaba para el viaje. Decir que estoy feliz es poco.

La casa donde estamos es todo un sueño hecho realidad, queda justo frente al mar mediterráneo, tiene una hermosa piscina que parece unirse al océano. El verde de los pinos de la montaña junto con el blanco mármol del que está hecha la casa y los ventanales de vidrio le dan el contraste perfecto a todo lo que nos rodea, es... esplendida.

-Gracias... ha sido una hermosa y grata sorpresa. Además de que nos merecíamos un descanso y yo ya te quería solo para mí.

Subo las manos por su torso desnudo acariciándolo. Ummm... ese bóxer blanco de Armany le queda demasiado bien.

Sin poder evitarlo deslizo una mano sobre ese trasero firme que tiene y lo pellizco suavemente; me sonríe enseguida enarcando una ceja y negando.

-Ufff... yo también estaba loco por estar a solas contigo y tenerte por completo, días pasados sentía que había envejecido unos cuantos años, en especial porque hace casi dos meses estaba viviendo mentalmente en los veintitrés. Creo que pasarme a casi cinco años más en unos días ha sido muy, muy agotador.

Aliados por el DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora