The scent of your skin || Omegaverse || Taejin-Yoonmin

06

No importa qué lluvia caiga,

no importa qué oscuridad se esconda.

Definitivamente te salvaré.

Don't leave me

6

—¡Jimin! ¡Jimin! —gritaba Taehyung como un loco, una vez que alcanzó la parte más alta de la colina.

Estaba completamente asustado. Su cuerpo temblaba del miedo, ante la idea de perder al pequeño beta que se había convertido en una de las partes más importantes de su vida. Era como un hermano pequeño para él, incluso si los lazos familiares no existían entre los betas. Todos estaban destinados a servir así que las familias solo creaban un inconveniente cuando eran enviados a las manadas. De modo que desde pequeños les criaban como individuos solitarios, sin apellido y con solo un nombre para tener cómo nombrarles.

Pero los alfas y los esclavistas no podían evitar que los betas se encariñaran con los de su misma raza. Es más, ellos definitivamente no pudieron evitar que Taehyung se encariñara y se enlazara simbólicamente con el pequeño Chimchim, su hermano.

Por aquella razón, temblaba. Temblaba por el temor de perder a su familia, al único ser en la Tierra que le miraba con una admiración ciega que encendía su alma como fuegos artificiales. No podía perder a Jimin, necesitaba salvarlo para así salvar también a su alma. No quería pensar qué sucedería con él si el niño no estuviera nunca más en su vida. 

Lo que se encontró al llegar a la parte más alta de la colina no fue para nada alentador. El internado era en buena parte de madera y solo los cimientos estaban construidos con materiales resistentes al fuego. Las grandes llamaradas se alzaban hasta el cielo, creando fantasmas de humo que se estaban riendo en su cara, como vaticinándole que no iba a poder encontrar al pequeño rubio.

Sacudió la cabeza, tratando de alejar el pensamiento.

Había mucha gente frente al Internado, todos con la misma cara de espanto, mientras se pasaban cubetas con agua unos a otros, demasiado lentas como para efectivamente lograr apagar el fuego. El viento corría con fuerza y la misión era francamente infructuosa.

El Internado de Betas del pueblo estaba destinado a arder hasta los cimientos.

Taehyung divisó a un gran grupo de niños betas apiñados a las afueras del Internado, todos temblando del frío y observando el siniestro con miedo. Sus caritas estaban completamente sucias y la Superiora Yon -aquella alfa a la que Tae odiaba con el alma-, corría de un lugar a otro, dando instrucciones a las personas que habían subido para ayudar a apagar el fuego.

Al echar un nuevo vistazo entre la gente, el corazón de Tae se apretujó con miedo y dolor: Jimin no estaba por ninguna parte.

Se echó a correr hacia los betas, sintiendo el calor indiscriminado del siniestre quemarle la piel. Divisó a Hyuna, la amiguita de Jimin, y se encaminó rápidamente en su dirección. La niña sollozaba y se abrazaba el cuerpo con las manos.

—Hyuna, ¿dónde está Jimin? —le preguntó Taehyung desesperado, tomando a la menor por los brazos. La niña hizo una mueca que envió piedras al estómago del beta. No pintaba nada bueno. Tuvo que tragar saliva. —Dime dónde está Jimin.

Ella lloraba, ríos de lágrimas cayendo por sus ojos, mientras negaba con la cabeza. 

—É-el había salido. Pero se d-devolvió—sollozó—, dijo que tenía que ir a buscar un muñeco. Le dije que no lo hiciera, oppa, se lo dije. Pero me gritó que tú se lo habías dado. M-me empujó y salió corriendo. —La niña apenas era capaz de articular las palabras—. Chimchim volvió a entrar... Él entró y no ha salido.