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Jimin realmente no entendía por qué Taehyung le había exigido que se quedara mirando una pared en casa de Jinnie, mientras el beta mayor hiperventilaba. La casa olía a flores de una manera demasiado empalagosa y parecía que el omega estaba realmente teniendo un momento difícil porque Jimin podía oír los lastimeros quejidos de Seokjin desde incluso el recibidor. ¿Estaría enfermo? Seguramente lo estaba, no podía tratarse de otra cosa. Pero lo extraño era, ¿por qué Taehyung no estaba cuidando del omega? ¿Por qué solo paseaba de un lado a otro detrás de la puerta de Seokjin?

Y sobre todas las cosas, ¿por qué rayos él tenía que estar mirando a la pared? ¿Acaso la enfermedad del omega se contagiaba por la vista?

El beta menor hizo el amago de darse vuelta, porque ya se encontraba completamente aburrido de estar en aquella posición, pero Taehyung lo notó enseguida.

—No te atrevas a darte vuelta, Chimchim—le gruñó Tae, con la voz afectada.

El rubio soltó un resoplido enfadado.

—Hyung, ya estoy harto de estar aquí. ¿No deberíamos ir a buscar un doctor?

—¿Qué? —preguntó Taehyung con sorpresa.

—Seokjinie hyung está enfermo, ¿no es así? Deberíamos ir a buscarle un doctor, Tae-tae. De verdad parece que está sufriendo.

El interpelado se quedó en silencio y Jimin rodó los ojos, ofuscados. ¿Por qué su hyung estaba tomando tiempo en pensar algo que parecía lo más lógico? Sí, buscar un doctor era peligroso, pero incluso él a sus ocho años sabía que era la primera opción en la lista de cosas que debían hacer.

Algunos segundos después sintió los pasos de Tae-tae acercarse y terminó viendo como el mayor se agachaba frente a él.

—Voy a entrar a la habitación. Necesito que te quedes en el sofá hasta que salga, ¿sí?

Jimin frunció el ceño, sintiéndose repentinamente asustado.

—¿Lo que tiene Seokjin es contagioso? —preguntó, dubitativo.

Sin embargo, no esperó que Taehyung soltara una risa entre divertida y profundamente nerviosa.

—Puede que lo sea—murmuró entre dientes—. Necesita estar aislado, ¿sí? Con el tiempo lo comprenderás que estas cosas son más comunes de lo que aparentan, pero por ahora necesito que te quedes en el sofá. Yo entraré a hablar con Seokjin para saber si necesita... —El mayor hizo una pausa en la que pareció dudar y luego, tomando aire, tartamudeó: —...a-ayuda con algo. ¿De acuerdo?

El menor asintió, caminando hasta el sofá de la parte trasera de la tienda y sentándose con ambas piernas bien juntas. No le gustaba tener que quedarse solo, pero ya tenía sueño y acostarse en el sofá era mucho mejor que estar de pie mirando al concreto.

—Aquí me quedaré—puchereó.

Taehyung acarició su cabeza con una media sonrisa.

—Buen chico—murmuró.

A los segundos después, vio al mayor tomar una respiración profunda frente a la puerta de Seokjin y adentrarse con las piernas temblorosas.

🐺🐺🐺

—¿S-seokjin? —tartamudeó Taehyung, una vez que entró a la habitación del omega, cerrando la puerta tras él.

La luz estaba apagada y podía oír los jadeos del mayor, que lo hacían sentir completamente intranquilo. El aroma a flores en la habitación era muy pesado, y a pesar de que a Taehyung le parecía una esencia increíble, se sentía demasiado nervioso como para disfrutarla.

The scent of your skin || Omegaverse || Taejin-YoonminOù les histoires vivent. Découvrez maintenant