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Siete años más tarde

Busán, Corea del Sur

¿Qué hacía aquel carruaje yendo directo hacia la casa del abuelo Min?

Un Jimin de dieciséis años subió corriendo parte de la colina con una agilidad usual en él. Sentía su cabello desperdigarse en su frente gracias al intenso viento del otoño y sus mejillas se sentían más calientes de lo normal, debido el ejercicio extra que estaba haciendo. A pesar de que normalmente no corría para llegar hasta la casa del abuelo Min, esta vez era diferente. Había un carruaje acercándose por el camino más plano que llegaba directo al granero, así que Jimin, consciente de que nadie solía visitarlos, tomó la ruta que usaba cuando quería escaparse de los refunfuños de su abuelo.

Durante la mañana, Jimin había pasado un rato en la parte posterior de la perfumería en la que aún trabajaba Seokjin, el omega que, como el abuelo Min, lo trataba como una persona y no como la mayoría de la gente trataba a los betas como él. A pesar de que la revolución había logrado cambios importantes para los betas, la gente seguía sesgando y discriminando a aquella casta.

Ese día de trabajo estaba flojo para Seokjin, puesto que poca gente se presentó en la tienda durante la mañana, así que ambos estuvieron sentados en el sofá del lugar bebiendo té y charlando sobre la vida. El omega, siempre protector de Jimin, lo llenaba de mimos y cariños que el beta recibía gustoso siempre que estaba por ahí. Ya se había vuelto costumbre el verse. El omega conocía a Jimin desde hacía mucho tiempo y era una especie de figura paterna para él. Se habían hecho aún más cercanos desde que Taehyung, el beta amor de la vida de Seokjin y su mejor amigo, se había ido a Seúl, en busca de la liberación de los betas.

Durante los siete largos años que habían pasado desde su separación, solo lograron ver a Tae dos veces. El beta se veía cada vez mayor y más guapo -había ganado cuerpo durante su ausencia- y, a pesar de que les hubiera gustado tener más tiempo junto a él, Taehyung, les recordó las dos veces su promesa de quedarse con ellos solo cuando volviera como un beta libre.

Taehyung solía ser un tema recurrente entre las conversaciones de Seokjin y Jimin, pero pasado un tiempo, comenzó a ser demasiado doloroso para ambos, por lo que las conversaciones cada vez se fueron refiriendo cada vez menos al beta hasta que terminaron solo a veces hablaban de él, a la espera de que apareciese.

Jimin, volviendo al presente, corrió los últimos metros que le faltaban hasta la casa, yendo hacia la parte posterior de ella, hasta meterse dentro por la ventana. Se encaminó rápidamente hacia la sala de estar y se escondió tras la cortina de la ventana, intentando ver quién era la persona que venía acercándose.

—¿Jimin, eres tú? —Escuchó la voz de su abuelo, desde la cocina—. ¿Te metiste por la ventana otra vez, mocoso?

Jimin solía llamar señor Min al viejo alfa que era su cuidador, pero vivían juntos hace tanto tiempo que ambos habían comenzado a tratarse como si fueran familia. El beta rubio caminó raudamente hacia la cocina, encontrándose con el alfa cocinando arroz.

El señor Min ya no era el mismo. Su cabello estaba completamente blanco ahora y sus ojos, parecidos a los de un gato, estaban llenos de surcos y arrugas que le hacían ver adorable cuando no estaba frunciendo su ceño. Lo último era más bien su estado natural.

—¡Abuelo Min! —urgió el adolescente, tomándolo del brazo— ¡Viene un carruaje acercándose!

—Ya vienen a molestar de nuevo. Esos vendedores no se cansan nunca—refunfuñó el viejo, soltando un pequeño gruñido gutural.

The scent of your skin || Omegaverse || Taejin-YoonminWhere stories live. Discover now