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Taehyung no podía dejar de mirar a Seokjin mientras cocinaba. Apenas habían hablado desde que compartieron el beso y el omega se había escapado de sus brazos, diciendo que iba a cocinarle algo para comer. Ahora, se encontraba mirando como Jinnie se movía con maestría por la cocina, mezclando su aroma a flores con el rico sabor de las verduras que movía dentro de la olla. Se le hacía agua la boca. No estaba muy seguro de si era por la comida o por el omega. Seokjin tenía los labios todavía hinchados, porque habían pasado un buen rato besándose, sus mejillas seguían teniendo ese suave tono rosa y sus ojos aún seguían ligeramente cristalinos.

Taehyung no pudo evitar soltar un quejido. ¿Cómo era posible que una persona fuera tan hermosa?

—Deja de mirarme así—le pidió Seokjin, cohibido, notando la mirada constante de Tae en él.

—Es tu culpa—se quejó el beta, todavía mirándole desde la puerta de la cocina. El omega enarcó una ceja en su dirección. —Te ves tan bonito.

Seokjin dio un ligero respingo.

—Aishhhh—se quejó el omega de nuevo, dando un paso hacia el beta y escondiendo el rostro en su hombro. Taehyung podía ver que el rubor cubría parte de su cuello también y le parecía muy adorable que Seokjinnie se pusiera así alrededor de él—. Deja de decir esas cosas, beta tonto. Me estás poniendo de los nervios.

Las manos de Tae viajaron hasta la cintura del omega, acariciando distraídamente. No estaba seguro de si Seokjin notaba la forma en que se estaba pegando a él, impregnándolo de su olor.

—Lo siento—susurró Tae—, no lo hago con mala intención—. Una sonrisa atontada se instaló en su rostro al tomar el mentón del omega para dejar un beso suave en sus labios.

Las mejillas de Jinnie volvieron a ponerse ligeramente rosadas.

Ay, santa Luna, pensaba Tae. La sensación de cosquillas en su estómago no se iba y una mezcla de ansiedad y emoción le impedían quitar sus ojos del omega.

—Creo que a esto de los besos sí podría acostumbrarme mucho—confesó Seokjin, con una media sonrisa entre tímida y coqueta, acariciando la mano de Tae ligeramente—. Me gusta cómo se sienten tus labios contra los míos.

Dejó varios besos pequeños en sus labios, una y otra vez, hasta que el omega comenzó a reírse suavemente.

Taehyungie...

—No. No, no hagas eso. He querido besarte desde hace mucho tiempo. No puedes impedírmelo ahora—murmuró todavía mirando sus labios prominentes con ansiedad.

El omega alzó sus ojos hasta los del beta, con curiosidad. Tae se encogió, arrepintiéndose un poco de lo sincero que había sido sin intención.

—¿Ah, sí?

Taehyung desvió la vista, sintiéndose repentinamente tímido. El rubor traidor en sus mejillas le delataba. Aish, no quería ser parecer el chico desesperado que estaba enamorado en secreto. Rehuyó la mirada de Seokjin y se encogió de hombros.

—Sí.

Vio la ligera sonrisa de diversión en los labios de Seokjin.

—También quería besarte desde antes—confesó el omega, como quien no quiere la cosa.

Taehyung alzó los ojos con sorpresa.

—¿En serio?

Seokjin dejó la cuchara que aún sostenía sobre la mesa de la cocina y posó ambas manos en las mejillas del beta.

The scent of your skin || Omegaverse || Taejin-YoonminWhere stories live. Discover now