Hasta un Beso

Capítulo 17 | ¿Regresar?

«Hay un millón de razones por las que debería renunciar a ti, pero el corazón quiere lo que quiere»

Tatiana.

Me sentía ahogada, pues un secreto más debería ser agregado a la lista.

Mi antigua némesis se había convertido en mi nueva amiga. O algo así. Amanda tenía una propuesta a la cual no me podía resistir, porque, vamos, todos saben que dentro de mí hay un poco de malicia; un atisbo de personaje antagonista.

Quizá crean que estoy loca o que no vale la pena, pero la sed de venganza está en mis venas. No lo puedo evitar, necesito saciar mi alma con aquella nefasta tregua para lo que luego vendrá.

Si todo salía de acorde al plan, conseguiría estar satisfecha. Le estaremos provocando daño a alguien, pero ambas sabemos que esa persona no puede considerarse "inocente". Si en el pasado se hubiera mantenido al margen, tal vez ahora no sufriría las consecuencias de dos adolescentes despechadas.

—¿Eso no es demasiado extremista? —cuestiono haciendo una mueca de dolor, casi como si yo pudiera sentirlo.

Sí señores, hay un poco de empatía en mi ser.

—Bien —Amanda resopla a la vez que se sienta mejor en mi cama y tacha lo que estaba escribiendo en la libreta—. Los escorpiones están descartados. Aunque admítelo; sería muy divertido verla saltar y chillar por todos lados por miedo a que alguno le vaya a picar.

—¡Eso podría matarla! —exclamo con horror. Ella se encoje de hombros, restándole importancia a ese no tan pequeño detalle.

Temo por la terrorífica mente de Amanda. ¿No le importa asesinar a alguien? Según sus expresiones, eso no parece nada fuera de lo normal. ¡Qué bueno que estamos del mismo lado! No quiero imaginar qué es lo que habrá pensado para "destruirme" cuando besé a su novio.

Por suerte, jamás llegó a hacer algo que pudiera afectarme. Lo máximo que hizo fue lanzar comentarios venenosos en medio de clases o amenazarme acerca de Daniel.

Para este punto se estarán preguntando a quién diablos odiamos tanto que decidimos armar una venganza en conjunto.

Pista: una niña rubia, muy atractiva, dependiente de su mejor amigo, con afición al baile y un peculiar gusto por besar labios de chicos que ya tienen novia.

¿Lo adivinaron? Pues se trata de nada más y nada menos que Amberly Fisher, quien ha besado a mi exnovio hace unos años con el fin de separarnos. Y por lo que me contó Amanda, a ella le pasó una situación similar con Erick.

—Ya descartamos la idea de los escorpiones, la agresión física y la pintura sobre ella. ¿Qué quieres que hagamos? Decídete por algo —contesta con molestia por haber rechazado todos y cada uno de sus "ingeniosos planes".

Todos ellos fracasarían más que los planes amorosos que Natalia se empeña en realizar cada que tiene oportunidad. Está de más decir que con uno de esos consiguió que yo saliera con Fabián.

—¿Qué tal si...? —mis palabras quedan en el aire al oír dos toques en mi puerta y las voces de cuatro de mis amigos detrás de ella— Vete —susurro con miedo.

Lo último que mis amigos aceptarían es que haya formado una alianza con Amanda con el propósito de lastimar a alguien que conocen e incluso es la hermana menor de uno de ellos.

Abro la ventana de forma apresurada y la tomo por la espalda para que avance, refunfuña y da algunos quejidos, sin embargo, me hace caso. Salta por la ventana cuan ladrón de joyas y regalándome una mirada de cansancio, se aleja.