Capítulo 28 | Gran novia

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«Llámame ladrón, aquí ha habido un robo. La dejécon su corazón destrozado y lo hice a un lado y no me disculpé. Sólo llámameladrón, ella estaba encima de mí, después la dejé con el corazón roto y lleno decicatrices» 

Daniel.

Los ojos de Natalia se fijan en mí, denotando lástima o quizá decepción. Ni siquiera cuando la llamé "zorra" me vio de una forma tan devastadora.

Mi mirada se encuentra perdida en las decenas de imágenes que se proyectan en la pantalla. No creí que en mi búsqueda de inspiración podría haber lastimado a Tatiana. Se supone que no involucraríamos sentimientos, yo no estoy atado a ella, puedo besar a quien quiera.

Pero mi lado más humano siente pena por lo sucedido. No quería saber que yo provoqué su llanto. Ella es mi mejor amiga, la chica que me defiende en las peleas, se preocupa por cada cortada que hay en mi brazo y quien hace de mi vida un poco más llevadera.

Le dije que Fabián no la sabía apreciar, pero yo tampoco supe, y por eso ahora está allí fuera, derramando lágrimas que no debería.

Harto de que murmuren por lo bajo cientos de insultos a mi persona en los que me tachan de "mujeriego" y sus variables, me dirijo a la puerta por la que Tatiana salió. Sin embargo, su novio (o tal vez ex para este momento) toma mi corbata y me empuja contra la pared.

—Le hiciste daño —aunque en sus facciones intenta mantener la furia latente, en el fondo sé que no es más que una máscara en la que oculta que realmente le dolió que lo hayan engañado—. Ella no está llorando porque acabamos de romper o porque me enteré de que me fue infiel. Está llorando porque tú tienes a otras.

—Tati no me hubiera buscado si tú la hubieras tratado como se debía —sostiene su agarre con más fuerza cuando escupo la verdad en su cara—. Miles de veces la oí decir cómo quería que fuera su relación y que no llegabas ni a los talones de todas sus expectativas.

—Pues al parecer no soy el único —da una risa seca que está cargada de sarcasmo y sentimientos que no podría describir—. Al fin de cuentas, si Nats se fue con otro fue porque tú tampoco cumpliste con las expectativas de ella.

Cierro los ojos con fuerza e inspiro todo el aire que mis pulmones me permiten. Ni con un puñetazo hubiera causado tanto dolor.

Mike aparece entre ambos logrando que Fabián suelte mi corbata y me deje libre.

—Fabián, mi hermana te busca —al nombra a Amber me dirige una última mirada que interpretaré como "esto no ha acabado" y se aleja. El rubio novio de mi ex se fija en que no me haya golpeado y luego mira hacia la puerta que está a mi lado—. Ve —me alienta con calma. Asiente hacia la entrada, donde Tati está—, búscala antes de que sea tarde.

Y lo hice. Seguí a Tatiana, la vi llorar, descargarse con golpes y finalmente marcharse en el auto de su padre. El verdadero martirio comenzó cuando ella se largó.

Alejé a Natalia de mi vida, ni siquiera soportaba tenerla como amiga y eso me hacía sentir miserable. Pero cuando los labios de Tatiana estaban sobre los míos, nada de eso había ocurrido, todo se borraba con facilidad.

Y ahora que ella ya no estará, que ni siquiera podré tenerla a mi lado, mis ganas de vivir decaen. Puede sonar exagerado, sin embargo, para mi mente eso no es más que la realidad.

En poco tiempo se cumplirá un año desde que Nats y yo comenzamos a salir y el simple hecho de pensar en esa fecha, me abruma y desespera. ¿Cómo podré enfrentarla sin Tatiana?

Mi autocontrol sobre el llanto pende de un fino y delgado hilo. El cual Natalia Milington no duda en cortar con agilidad.

—Sé que no me quieres cerca —eleva sus manos como si quisiera demostrarme que está indefensa—, pero, ¿qué es lo que te está ocurriendo realmente?

Hasta un BesoWhere stories live. Discover now