A Jungkook nunca le había molestado la actitud de Taehyung, aun luego de conocer la parte oscura de su personalidad. Él lo había visto siendo egoísta, maleducado, tímido, malcriado, apático, pesimista, y simplemente malvado. Carente de cualquier hab...
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Jimin podría decirte el momento exacto en el que dejó de ver a Jungkook como "solo un amigo".
Él recordaba ese día con tanta claridad, que se encontraba a sí mismo repitiendo ese recuerdo en su mente una y otra vez, mientras una sonrisa no podía evitar aparecer en su rostro.
Tenía veinte años cuando conoció a Jungkook y a Taehyung en la universidad. Esos dos tenían una amistad tan estrecha y tan hermosa que se le hacía imposible no querer ser parte de ella.
Jungkook desde el primer momento fue la persona más amable y divertida que podría haber conocido. Taehyung, en cambio, al principio había sido frío y solía evitarlo cuando se encontraban en la cafetería o en el campus. Con el tiempo, el actualmente pelirrojo, logró acostumbrarse a la presencia de Jimin, y pronto los tres se convirtieron en grandes amigos.
Pero Jimin siempre supo que nunca podría estar al nivel de Taehyung. Nunca lograría la cercanía que Jungkook y él tenían y que hasta ahora seguían teniendo. Jimin nunca podría ocupar ese lugar.
Pero hubo un día, cuando los tres estaban en la casa de Taehyung, que el peliazul se tropezó y sin querer provocó que la tinta china que Tae estaba usando para dibujar cayese sobre la hoja del dibujo que tanto le había costado hacer.
Jimin no lo había visto como la gran cosa, pero pronto lágrimas de rabia y frustración comenzaron a caer de las mejillas de Taehyung, –siendo esa la primera vez que lo vio llorar– y tuvieron la pelea más fuerte de todo su tiempo como amigos.
Las lágrimas no tardaron en apoderarse de Jimin, y lo único que atinó a hacer en ese momento fue irse, comenzando a correr lejos mientras que su vista se volvía borrosa.
Él podía recordar con claridad el dolor que había sentido al caerse como consecuencia de sus ojos llenos de lágrimas que no le permitían ver. Recuerda cómo se quedó allí, sentado en ese callejón, mientras el dolor en su pecho se extendía.
Pero algo que todavía no puede entender, fue la inexplicable luz y calidez que sintió cuando Jungkook apareció frente a él, extendiéndole su mano.
Si se esfuerza un poco, al cerrar los ojos todavía puede ver la sonrisa suave en el rostro de Jungkook, mientras su boca se abría para pronunciar un "todo está bien, Jiminnie".
Él lo había seguido. Él había dejado a Taehyung en su casa para correr tras él. Jimin no podía explicar el sentimiento tan fuerte y tan satisfactorio que embargó su tembloroso cuerpo en ese momento.
Porque le importaba a Jungkook. Le importaba lo suficiente como para dejar a su amado mejor amigo llorando e ir tras él.
Desde ese día, mientras Jungkook lo abrazaba hasta calmar sus lágrimas, supo que ya no podía negarlo.
Estaba enamorado de Jungkook.
Él quería ser importante para Jungkook, la única persona que vieran sus ojos.
