A Jungkook nunca le había molestado la actitud de Taehyung, aun luego de conocer la parte oscura de su personalidad. Él lo había visto siendo egoísta, maleducado, tímido, malcriado, apático, pesimista, y simplemente malvado. Carente de cualquier hab...
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Cuando Taehyung abrió los ojos esa mañana, quiso golpearse a si mismo cuando su cabeza comenzó a palpitar por el dolor. Era jodidamente estúpido por haber vuelto a emborracharse.
Gruñó bajito mientras intentaba levantarse, pero chilló de asco al ver su propio vómito en el piso junto a él. Arrugó la nariz. Ahora sí que podría patearse a si mismo por esto.
Logrando caminar hacia el baño sin despertar a Vernon y evitando el vómito, se dispuso a limpiar. Su nariz se arrugó nuevamente por el desagradable olor, preguntándose cómo había sido tan inconsciente la noche pasada.
Pero entonces se acordó, su mente evocando el recuerdo de Vernon y él besándose como si no hubiese un mañana. Hizo una mueca, intentando ignorar la forma en que su estómago se revolvió, mientras sus mejillas se tornaban tan rojas como su cabello.
Eso definitivamente no debería haber pasado. Vernon era un amigo realmente importante para él, no importaba que últimamente había empezado a tener sentimientos no amistosos. Esto solo haría las cosas incómodas.
Suspiró cuando el suelo de su sala se encontró limpio y sin ningún rastro de vómito. Fue entonces, que Vernon comenzó a despertarse.
—Buenos días —habló el rubio, con la voz ronca por recién haberse despertado.
Tae sonrió suavemente, su corazón latiendo con fuerza —Buenos días.
Vernon bostezó antes de estirar su cuerpo y levantarse del sofá. Caminó hacia Taehyung y, posando una de sus manos en la cintura del pelirrojo, depositó un beso en su mejilla, para luego dirigirse a la cocina.
Tae se estremeció un poco, intentando no sonrojarse. Esto era normal, siempre que Vernon dormía en su casa pasaba lo mismo. No tenía que pensar cosas que no eran solo porque se habían besado. Sus sentimientos estaban jugándole una mala pasada, definitivamente.
—Haré café —anunció Vernon desde la cocina, Taehyung hizo una mueca —, ¿quieres que haga waffles?
Haciendo su camino hacia la cocina, vio a Vernon moverse como si fuese su propia casa. No se había dado cuenta del momento en que Vernon comenzó a formar parte de su vida a un nivel en el que sentía como si siempre hubiese estado allí.
Su pecho dolió cuando esos pensamientos le hicieron recordar a Jungkook. Las cosas con él también habían sido así, y nunca pensó que pasaría lo mismo con alguien más que no fuese él. Y no era que le molestara tener el mismo tipo de confianza y comodidad que tenía con Jungkook ahora con Vernon, pero por alguna razón se sentía... extraño. Diferente. Lo que sentía por Jungkook era totalmente distinto a lo que Vernon le hacía sentir, pero todavía no podía ─ni quería─ identificar con claridad ese sentimiento.
—Los haré yo —respondió al fin, sacudiendo la cabeza al notar que se había perdido en sus propios pensamientos. Vernon le sonrió cálidamente, y Taehyung tuvo que hacer un esfuerzo para no sonrojarse otra vez.
