A Jungkook nunca le había molestado la actitud de Taehyung, aun luego de conocer la parte oscura de su personalidad. Él lo había visto siendo egoísta, maleducado, tímido, malcriado, apático, pesimista, y simplemente malvado. Carente de cualquier hab...
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Jungkook no se presentó en la casa de Taehyung al día siguiente.
El pelirrojo intentó no pensar demasiado en eso, sabiendo que tal vez Jungkook necesitaba tiempo para ordenar sus ideas.
Intentó no preocuparse cuando tampoco lo vio en el hotel, y se concentró en hacer su trabajo.
Ji Eun era definitivamente mucho más amable con él ahora, después de que la chica lo ayudara a averiguar el hotel en el que Jungkook se alojaba cuando estuvo en Busan. Estaban como en una especie de tregua, y era agradable.
Descubrió que era una buena chica, y que realmente nunca tuvo algún tipo de aversión contra él, sino que se sentía un poco intimidada, y que tenía algo así como un crush por él.
Riendo, Taehyung le aclaró que, a pesar de haber salido con una o dos chicas en sus años de secundaria mucho antes de conocer a Jungkook, él era cien por ciento gay.
De todas formas, aún si Ji Eun se convirtió en una buena compañía cuando iba al hotel, comenzó a preocuparse cuando, una semana después, Jungkook siguió sin dar señales de vida.
Había intentado llamarlo, e incluso le dejó uno que otro mensaje, pero el azabache no contestó a ninguno.
Empezaba a sentirse muy nervioso e inseguro. ¿Qué si Jungkook había decidido que ya no quería tener nada con él?
Taehyung sabía que, con todo el dolor en su corazón, entendería a Jungkook y aceptaría su decisión, sin importar cuánto doliese, pero quería al menos una explicación. Hablar con él.
—Tae, para —pidió Vernon, observándolo con preocupación mientras que él caminaba en círculos en su habitación.
—Pero aún no se ha comunicado conmigo en toda la semana, Vernonie. No puedo tranquilizarme hasta que sepa al menos que está bien.
El rubio suspiró —¿Intentaste ir a su casa?
Taehyung mordió su labio, comenzando a jugar con sus manos —Creo que eso sería demasiado... Él debe hablarme cuando esté listo —musitó —, pero estoy muy preocupado, Dios.
Vernon apretó los labios, sintiéndose mal cuando Taehyung mordió su labio con más fuerza, lágrimas empañando sus ojos —Tae... Estoy seguro de que está bien...
Apretando las manos en puños, se repitió que no debía decirle a Taehyung lo que sabía.
Que no había razón para decirle a Taehyung que Jungkook se había estado quedando más tiempo en la casa de Mingyu que en la suya propia, ni que el pelinegro se veía igual de miserable que Taehyung.
Porque, a pesar de que le dolía ver a Taehyung así de mal y preocupado por el mayor, esto era lo mejor. Esa distancia que se había creado entre la pareja era lo mejor.
Jungkook solo lastimaría aún más a Taehyung si seguía comportándose como el pelirrojo le había contado que se había comportado.
—Ven aquí, Tae —pidió suavemente, sin querer ver al mayor triste.
