A Jungkook nunca le había molestado la actitud de Taehyung, aun luego de conocer la parte oscura de su personalidad. Él lo había visto siendo egoísta, maleducado, tímido, malcriado, apático, pesimista, y simplemente malvado. Carente de cualquier hab...
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Jungkook observó en secreto a Taehyung entrando al hotel. Una mueca se formó en sus labios por el simple pensamiento de que hoy no habían llegado juntos, como siempre hacían.
Odiaba tener que estar alejado de él, sentía que no podría soportarlo por más tiempo. Solo esperaba que todo esto valiera la pena, y que al final del día, Taehyung siga siendo parte de su vida.
Sus ojos siguieron admirando la elegante forma en la que Taehyung caminaba, tan bien vestido como siempre, y viéndose impecable y hermoso hasta el punto en que Jungkook se preguntaba cómo es que un chico así existía.
Tae era tan hermoso de tantas maneras, que le dolía mirarlo y no tenerlo.
Por su parte, el pelirrojo podía sentir los ojos de Jungkook en él, pero lo ignoró. De la misma forma en la que el mayor había estado ignorándolo este último tiempo.
Seguía jodidamente enojado por eso, pero no diría nada. ¿Qué caso tenía hacerlo, de todas formas? Jungkook volvería a decirle que no pasaba "nada", y luego volvería con su estúpida actitud. Así que no diría nada, esperaría hasta que lo que sea que tuviese el pelinegro se le pasara y volviera a ser su mejor amigo de siempre. Tenía demasiado miedo de arruinar todo y perderlo, después de todo.
Jungkook exhaló frustrado cuando Taehyung subió al ascensor. Miró a Jimin que se encontraba cerca de la puerta de entrada. Había estado pensando en volver a hablar con él sobre lo que ocurría con Taehyung, como habían hecho la vez que Jimin se quedó en su casa para ver una película, pero se había sentido inseguro. No sabía si sería bueno contarle sobre sus sentimientos por Taehyung, pero, por otro lado, estaba harto de guardarse todo. Necesitaba hablar con alguien que pudiese entenderlo y aconsejarle, así que, rindiéndose, caminó hacia Jimin.
—Jimin, necesito tu ayuda —el peliazul lo observó confundido mientras el azabache se acercaba aún más.
El pulso de Jimin se aceleró considerablemente, pintando una sonrisa en sus labios para que Jungkook no notara el nerviosismo que provocaba su mera cercanía —¿Ocurrió algo en el hotel?
Jungkook hizo una mueca —No, es más... un problema personal.
—¿De qué trata exactamente?
Cuando Jungkook no respondió, el más bajito lo analizó con sus ojos, notando la leve tensión e incomodidad en el pelinegro. Era obvio que le estaba costando hablar del tema y no se encontraba muy seguro. Jimin supo que lo que iba a decirle era realmente importante y debía darle la suficiente confianza para que no se echara para atrás en el último segundo.
Sonriendo de la forma más cálida que sabía, posó su mano en el brazo de Jungkook, repartiendo pequeñas caricias hasta notarlo más relajado —Tranquilo, sea lo que sea, no voy a juzgarte y trataré de ayudarte en todo lo que sea posible, ¿está bien?
Jungkook hizo una línea con sus labios, antes de suspirar resignado —Es... es sobre Taehyung. Yo...
Jimin ignoró la punzada en su pecho. Observó la mirada afectada de Jungkook, sonriéndole una vez más para que continuase.
