A Jungkook nunca le había molestado la actitud de Taehyung, aun luego de conocer la parte oscura de su personalidad. Él lo había visto siendo egoísta, maleducado, tímido, malcriado, apático, pesimista, y simplemente malvado. Carente de cualquier hab...
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Vernon se removió en su asiento, mientras observaba la puerta y movía su pie en un gesto ansioso.
Mingyu, frente a él, rodó los ojos y lo pateó por debajo de la mesa.
—Está bien, ¿puedes parar con eso? Solo están veinte minutos tarde, no es el fin del mundo.
Vernon bufó —Cállate, no estoy haciendo nada —su amigo le lanzó una mirada escéptica mientras elevaba una ceja — ¡De verdad! Solo tengo hambre, y ellos están tardándose demasiado, ¿deberíamos ordenar ya?
Mingyu resopló —Como tú quieras, Vernon. Solo deja de enloquecer por nada, has estado comportándote extraño por días, y todo por Taehyung.
El rubio rodó los ojos, suspirando —Tú y Wonwoo son unos insoportables. Sí, él me gusta y ahora tiene un novio idiota y posesivo que realmente no lo merece, ¿y qué? No voy a decirle a Taehyung qué es lo mejor para él, él es grande y lo sabe, y si es feliz con ese estúpido está bien. Solo estoy algo molesto porque sé que Taehyung es demasiado para él, y que Jungkook terminará lastimándolo de una forma u otra. Sabes que ese tipo de relación nunca termina bien.
Mingyu suspiró, negando con la cabeza —Te conozco, Vernon. Terminarás haciendo algo aún si tú realmente no lo quieres. Por alguna razón tus deseos siempre logran manifestarse de manera inconsciente y sin que puedas detenerlos, ¿o debo recordarte tu escenita con Seungkwan hace un año?
El rubio adelgazó sus labios, mirando hacia otro lado —Yo tenía razón —dijo en voz baja —, ese idiota solo quería utilizarlo.
—Pero eso era algo de lo que él debía darse cuenta —regañó el castaño —, gracias a tu terquedad casi pierdes su amistad, y sabes lo estúpido que te pones cuando no tienes a Seungkwan cerca. Hubiese sido un desastre —suspiró —. De cualquier forma, solo deja que Taehyung haga con su vida lo que quiera y no te metas. Sé su amigo como siempre y nada más, yo estaré aquí para ayudar a que no hagas alguna tontería de las tuyas.
Vernon rio —Es por eso que te invité a ti, Mingyu.
El castaño sonrió y bufó, pero antes de poder decir algo, la puerta del restaurante se abrió y Taehyung se acercó a ellos con las mejillas sonrojadas, siendo seguido por un chico de pelo oscuro.
—¡Lo siento! —exclamó Taehyung cuando estuvo frente a Vernon y su amigo —, Jungkook y yo lo sentimos, en serio. Perdimos la noción del tiempo y para cuándo nos fijamos ya eran las diez y media —mordió su labio con vergüenza —, gracias por esperar por nosotros.
Mingyu miró al mayor, sonriendo disimuladamente al ver un par de marcas rojas casi imperceptibles en el cuello de Taehyung. Con razón se habían tardado.
Jungkook, a un lado del pelirrojo, se mantuvo en silencio mientras miraba desde la molesta sonrisa que Vernon le dirigía a Taehyung, hasta el chico castaño también sentado en la mesa.
