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Luisa y Anabel trataban de calmar a Raúl, debería ser al contrario, él calmándolas a ellas, pero no era así, el miedo latía tan fuerte dentro de él que le impedían sentarse por mas de dos segundos a esperar que el médico que atendía a Marissa sali...

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Luisa y Anabel trataban de calmar a Raúl, debería ser al contrario, él calmándolas a ellas, pero no era así, el miedo latía tan fuerte dentro de él que le impedían sentarse por mas de dos segundos a esperar que el médico que atendía a Marissa saliese a dar el informe sobre su estado de salud.


—Calma cuñado Issa es fuerte, ya verás —repitió Anabel perdiendo la cuenta de cuantas veces lo había dicho.

—La doctora Anderson personalmente se asegurara que Mari este bien, ya me informó que mi hija no esta en peligro —explicó Luisa, después de colgar la llamada que mantenía a través del aparato móvil, Raúl sonrió aunque su risa pareció mas una mueca y Luisa aprovechó para ordenarle —Puedes sentarte por favor, te quedarás sin suela en los zapatos.

Raúl obedeció robóticamente, aunque no estuvo sentando por mucho tiempo, llevaba más de media hora esperando recibir noticias de su novia y nadie se había apiadado de ellos, y era entendible, dentro de ese hospital en ese preciso momento atendían tres casos de urgencias, todos procedentes de su hacienda. Todo era un maldito caos, Carlos había sido llevado a rendir declaración, según lo poco que Juancho le había dicho, la bala que Carlos disparó impacto sobre el caballo por ese motivo el animal se desboco. Diana había ingresado unos minutos después que Marissa a urgencias y Lucas estaba afuera en una de las camionetas de la hacienda, Raúl intentó hablar con él, pero Lucas se negó, pidió que lo dejara un rato a solas prometiendo contarle todo cuanto sabía cuando estuviese más calmado.

Un doctor de edad avanzada y pasado en kilos salió al lado de la doctora Anderson, Luisa se levantó de prisa, Raúl y Anabel corrieron tras ella.

—¿Cómo esta? —preguntó Raúl adelantándose a Luisa.

—Marissa esta bien en lo que cabe en esta situación, la bala solo rozó la piel sin causar gran daño, la herida en su cabeza no presenta complicaciones. La mantendremos en observación por veinticuatro horas —Anabel soltó un quejido y la doctora procedió a tranquilizarle —Es rutina de rigor, la doctora Horly esta bien, tal vez con algo de dolor leve y un poco de hambre, nada más. Pueden pasar a verla —Raúl dio dos pasos a la par con Luisa y la doctora volvió a intervenir —De uno a uno.

Raúl se detuvo y aceptando con un movimiento de cabeza pronunció.

—Pasé usted, yo iré después —Luisa ni "gracias" dijo y se perdió por el pasillo como toda madre sintiendo la prioridad de cerciorarse con sus propios ojos que su hija estaba bien.

—Familiares de Nala Grajalez —exclamó en voz alta el doctor Ruíz —Familiares de Grajalez Nala —repitió.

Lucas entro raudo y se detuvo frente al médico para explicarle que la chica no tenia familiares en ese lugar. Raúl se hizo al lado de su hombre de confianza para oír lo que el médico diría.

Una errante Un perdido   (Inefable 2)Where stories live. Discover now