La familia es para siempre 가족은 영원하다.

29 2 1
                                    

Livingstone se encontraba meditando en el jardín principal de su casa, orgulloso al cien por ciento de la increíble actuación que tuvo lugar la noche anterior junto a la señorita Dalia, Ryan por su cuenta relajado en su habitación, acostado en la cama jugando con una pelota de tenia cantando la canción que tanto había ayudado a su padre y reputación de la orquesta dirigida por el mismo hacía una noche.

-Si tú no estás yo me muero- sonreía dejando caer una y otra vez la pelota de tenis- porque...TODAVÍA TE QUIERO- Comenzó a reír una y otra vez conforme entonaba el coro de la canción.

Livingstone sonreía al escuchar a su hijo feliz, simple y sencillamente era música para sus oídos escuchar la risa de su cachorro, hacía bastante tiempo no lo veía tan feliz y por supuesto también hacía mucho tiempo que Livingstone no sonreía de aquella forma.

-Querida Lily- levantó su mirada hacia el cielo- si tan solo vieras a Ryan en estos momentos-suspiró sintiendo sus ojos cristalizarse por las lágrimas- es tan hermoso escuchar a nuestro cachorro reír, sentir que en realidad está completamente feliz.

El cielo era tan hermoso aquel día, completamente despejado dando lugar a un precioso día para disfrutar a lo grande, para suerte de Ryan y su padre ya era fin de semana, sin preocupaciones actuales por trabajo de la universidad.

Livingstone subió para escuchar a su hijo tomar la guitarra, Ryan comenzaba a afinarla mientras la conectaba al amplificador de su habitación. Apenas Livingstone escuchó las cuerdas éste abrió la puerta para encontrar a su hijo sentado junto al tocadiscos.

-Oh papá- dijo quitándose la guitarra- disculpa, no quise hacer ruido yo solo...

Sonriendo se acercó para sentarse al lado de Ryan, quien extrañado lo observaba poniendo una pata en la guitarra.

-Ryan quiero decirte algo que hacía unos momentos estaba reflexionando en el jardín- hace un rato escuché que estabas muy contento.

Ryan sonriendo con los colmillos y bajando un poco la mirada apenado respondió encogiendo los hombros, apenado por darse cuenta que sus carcajadas se escuchaban hasta el jardín.

-Papá no me digas eso- bajó las orejas aún apenado- que vergüenza con los vecinos, ¿por qué no me dijiste?

Livingstone giró un poco para establecer un mejor contacto visual con su hijo, quien ahora lucía serio al percatarse de lo que su padre le había comentado.

-Quería disfrutar de tu felicidad ¿sabes? Hace años que no te escuchaba reír Ryan- su voz comenzó a cortarse mientras observaba a Ryan sonreír apenado- y no me interesa quien te haya escuchado, porque para mí tu felicidad y sonrisa vale más que nada en este mundo mi cachorro- sin pensarlo lo abrazó con la pata izquierda cariñosamente- ojalá tu madre estuviera aquí para verte reír.

Ryan comenzó a llorar en silencio mientras trataba de sonreírle a su padre, aquel cachorro de león era de un carácter duro desde muy pequeño, pero en este tipo de situaciones era tan sensible que terminó cediendo ante el gran amor que le tenía a su padre.

-Para mí es algo inusual papá-dijo mientras éste correspondía al abrazo de Livingstone- pero sinceramente estoy orgulloso de tener un gran padre, tú me has enseñado tanto y a pesar de estar separados últimamente por la universidad y lo que pasó con mamá quiero que sepas que te quiero demasiado- las lágrimas de Ryan corrían por el pelaje de su padre- yo también me sentí muy feliz al verte sonreír bastante ayer durante el concierto, creo que en realidad esto ya nos hacía falta.

Ambos continuaron abrazándose en silencio, una familia destruida por la muerte de Lily, separando a padre e hijo por asares del destino ahora volvía a estar más unida que nunca, estando dispuestos al cien por ciento para mantener la felicidad en todo momento.

El secreto de la libertadWhere stories live. Discover now