Una tarde en Pyongyang 평양의 어느 날 오후

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Livingstone estaba triste, miraba fijamente con la mirada perdida entre los antiguos edificios, en ese momento Simba se acercó a ponerle una pata en el hombro.

-Siento mucho que no cumpliera tus expectativas- respiró hondo bajando sus orejas- tampoco cumplió las mías.

En ese momento escucharon un gran alboroto en el pasillo de abajo, bajaron corriendo pues Simba había olvidado echar llave a la puerta principal pero era demasiado tarde en cuanto llegaron a la sala.

La puerta se abría de par en par, decenas de reporteros y cámaras impedían el paso de alguien importante, los guardaespaldas entraron en la casa de Simba, pero ninguno de ellos era su padre, el leoncito norcoreano hizo una mirada de desconcierto pues nunca había tenido una visita tan numerosa en su nuevo apartamento.

Todos hablaban en coreano, la multitud comenzó a despejarse mientras que unas patitas de león cachorro se dejaban ver entre los reporteros que se hacían a un lado para darle el pase a dicha personalidad.

-No puede ser-dijo Simba boquiabierto.

El pequeño pero imponente león de melena roja con una cara de arrogancia y extrañeza por fin salió al frente.

Livingstone y Ryan se quedaron en shock al verlo, ante ellos estaba el león más importante de Corea del norte, el máximo dirigente Kion Ung.

Inmediatamente Simba hizo una reverencia y todos sus amigos, Ryan, Livingstone, Bodi y Darma la hicieron.

Kion Ung se acercó mirando el departamento de Simba con delicadeza.

-Saludos amigo Yang- extendió la pata a Simba- vaya, veo que cuidan bien su nueva casa- dijo en coreano sonriendo.

-Así es su excelencia, estamos tan agradecidos con usted que sería una ofensa a su amadísimo nombre no tener este regalo en excelentes condiciones.

Kion asintió sonriendo amablemente, los flashes de las cámaras se hacían presentes fotografiando el encuentro de Kion con la casa de la familia Yang.

-Es un placer saber que...disfrutan- observó las fotografías de su padre y su abuelo, líderes fallecidos en la pared de Simba- que disfrutan y utilizan su morada como debe ser- observó a los amigos de Simba Yang- así que tienes amigos, los has invitado ¿acaso es para mostrarles el gran regalo que les hice a ti y tu familia?

-Así es su excelencia, son amigos turistas, los conocí y pensé que le gustaría a usted que les diera una muestra de su generosidad con los norcoreanos.

Kion se paseó enfrente de Livingstone y Bodi, los examinó y posteriormente se dirigió con Ryan.

-¿Qué tal amigo?-tendió su pata a Ryan- bienvenido a Corea del norte- dijo Kion Ung estrechando la pata de Ryan.

El leoncito estaba nervioso su pata temblaba mientras saludaba al amadísimo líder, no podía creer que estaba saludando al dictador de Corea, al león en quien todos tenían la mirada puesta, a uno de los más grandes enemigos de Estados Unidos y Corea del sur.

-No tengas miedo, no muerdo- dijo Kion riéndose.

-Si me permite su excelencia, traducir- solicitó Simba haciéndole otra reverencia a Kion.

El máximo líder asintió con la cabeza sosteniendo aún la pata de Ryan.

-Él es el amado líder Kion Ung, dice que está encantado de conocerte y te da la bienvenida a Corea del Norte, no tiembles te dice que no tengas miedo- dijo seriamente.

Ryan se armó de valor y miró directo a los ojos a Kion.

-Es un placer su excelencia- hizo una reverencia aun sosteniendo la pata de Kion Ung.

El secreto de la libertadWhere stories live. Discover now