El secreto de la libertad

Nueva familia 새로운 가족

La casa de Alex, un poco más pequeña que la de Ryan se divisaba cuando dieron vuelta en la calle donde ésta se encontraba.

Los dos amigos no habían entablado conversación alguna desde que habían salido de la casa de Ryan, sin embargo Alex sonreía de vez en cuando para transmitir al menos algo de alegría y apoyo para su amigo, quien más lo necesitaba en estos momentos.

Una vez que el auto se detuvo ambos bajaron, Ryan observaba nostálgicamente el hogar de su amigo.

-Es justo como lo imaginé todo este tiempo.

-No seas tonto- Alex le dio una palmada a su amigo animándolo- si has venido aquí desde que tienes memoria.

Ambos sonrieron, Alex ayudó a Ryan para bajar las maletas del auto y juntos caminaron hacia la puerta de entrada.

-Bienvenido a casa, Ryan- dijo Alex sonriendo de nuevo- me alegra que hayas querido quedarte con nosotros.

Al abrir la puerta los padres de Alex ya esperaban a Ryan.

-¡SORPRESA!- con globos y serpentinas recibieron al leoncito- ¡Bienvenido Ryan!

Aquello hizo sonreír a Ryan, Alex junto a sus padres aplaudieron para recibirlo, la madre de Alex, Nayhelli Kira abrazó a Ryan como si fuera su propio hijo, éste al recordar a su madre comenzó a ponerse muy nostálgico.

-Gracias- sollozó de nuevo-gracias por este gran apoyo, lo necesito...mucho.

-¡Ya verás que tu padre se recuperará de ánimos también!- el señor Angus, un león de melena café rojizo parecido a Livingstone puso su pata en el hombro de Ryan- ya verás hijo que tu padre volverá, nuestro gobierno hará todo lo posible- miró a los cachorros- y ustedes también cuando terminen la universidad, ya lo verán.

Ryan sonrió al ver que la familia de Alex lo miraba con cariño, era sorprendente contar con un gran apoyo, eso hacía que internamente se sintiera mejor y con esperanzas de ayudar a su padre para sobresalir.

-Mientras te relajarás con nosotros y pensarás en positivo para tu bienestar, Ryan- dijo Nayhelli, una leona cariñosa- será difícil pero al menos tu padre está vivo, el gobierno estará muy pendiente de eso.

Ryan asintió abrazando con cariño a la madre de Alex, aquel cariño era el que tanto había deseado tener desde que era pequeño y aunque su padre se encontraba muy lejos podía sentirlo gracias a la familia de Alex.

-Pero pasa- el señor Angus invitó a Ryan- preparamos la cena para ti y además tendrás tu propio cuarto.

Ryan inmediatamente se dirigió con el señor Angus para comentarle la situación con respecto a la herencia de su madre.

-Yo...- extendió el sobre con los documentos- los ayudaré a solventar los gastos necesarios, no quiero ser tampoco una carga para ustedes- los miró apenado- solo será mientras me recupero...

-Por favor, Ryan- el señor Angus puso nuevamente su pata en el hombro del cachorro- guarda eso para la escuela o para tu uso personal, nosotros te recibimos de todo corazón, no necesitarás pagarnos nada- dijo mirándolo con cariño- el hecho que seas el hermano que Alex nunca tuvo será suficiente.

Alex lo miró con gusto, Ryan asintió sonriendo para posteriormente acompañar a su amigo hacia la segunda planta para ver su habitación.

-Bienvenido a la familia- Alex abrió la puerta de la habitación de Ryan- es toda tuya.

Una habitación con paredes celestes bien iluminada aguardaba para Ryan, la cama de tamaño matrimonial con una cabecera moderna de color chocolate lucían bastante cómodas, frente a él un Smart TV lo suficientemente grande para disfrutarlo, al lado un escritorio con una computadora y una impresora digital, finalmente un armario del mismo color que la cabecera de su cama.