Un plan sin fallas 완벽한 계획

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Habían pasado tres meses luego de aquella pregunta, después de todo no iba a ser tan fácil escapar del país más militarizado y aislado del mundo y más aun atravesando una frontera tan peligrosa como la que dividía a Corea del Sur y Corea del Norte.

Bodi inspeccionó junto a Livingstone durante todo ese tiempo el tipo de movimiento militar, recapacitando acerca del descanso que todos tomaban a las cuatro y media de la tarde para de este modo proceder a cruzar la línea divisoria a toda prisa antes de ser alcanzados por una bala.

Cada noche después de cenar, ambos planeaban en el apartamento con mucha precaución su fuga, modificando el plan cada cierto tiempo, ideando señales, sin embargo llegó un punto donde consideraron imposible cruzar corriendo la línea divisoria desde sus puestos actuales, Livingstone en el estacionamiento y Bodi a unos cuantos metros de distancia de la casa azul que servía de punto turístico en medio de la frontera.

-¿No podemos simplemente acercarnos lo más posible a la línea?- preguntó Bodi antes de descartar aquel plan.

-El soldado de los binoculares tiene los ojos bien puestos en nosotros- Livingstone se pasaba la pata por la cabeza algo frustrado- fija su mirada en nosotros cada minuto luego de volver a voltear hacia el lado opuesto.

Definitivamente era una zona que impedía a los norcoreanos escaparse, todos los leones norcoreanos en vez de voltear hacia el sur voltean hacia el norte para divisar las veinticuatro horas del día y los trescientos sesenta y cinco días del año a fugitivos.

-Por eso muchos huyen a China- dijo Bodi mirando a Livingstone.

-Ni lo pienses Bodi, China nos deportará en cuanto sepa de nuestra existencia en el país y todo se irá a la basura- Livingstone tachó uno de los cientos de planes para escapar- China descartado completamente y muy bien lo sabes. De hecho si escapamos tendrás que quedarte en Corea del Sur o venir conmigo a Animalia, a China no puedes volver.

Bodi asintió algo triste, pues por el simple hecho de que China fuera aliado de Corea del Norte el pobre perro no podría regresar a su querido país sin tener siempre presente el riesgo de ser deportado a Pyongyang.

Pasaron varios días, Livingstone examinaba de nuevo al león de binoculares en el balcón del edificio mientras Bodi memorizaba la posición de sus compañeros soldados, el perro aprovechó una ocasión en la que entró a reparar una computadora al edificio fronterizo para verificar el estado de seguridad de las cámaras de vigilancia, quedando sorprendido por el resultado, pues definitivamente había cámaras en puntos que nunca había visto.

-¿Todo bien soldado?- preguntó el encargado de seguridad digital-Estás tardando mucho.

Bodi aprovechó el tiempo para disimular que aún reparaba el sistema de la computadora dañada.

-Solo ajusto una configuración más en el sistema operativo, la información del disco duro está intacta.

El supervisor, uno de los tigres gemelos quien les había entregado las armas su primer día asintió cerrando la puerta detrás de sí. Bodi aprovechó para pasar toda la información y códigos de las cámaras de seguridad a una USB para analizarla una vez en el departamento con la computadora que Kion Ung les había obsequiado junto con las demás cosas.

Mientras conducían camino a Pyongyang, Livingstone no imaginaba lo que Bodi había recopilado, el león miraba la ciudad que apenas comenzaba a iluminarse con los pocos letreros y anuncios políticos en medio de la oscuridad.

-No vas a creer esto- Bodi conectó la USB a la computadora mientras discutían acerca de su plan para escapar.

El perrito había instalado un sistema oficial de la oficia 39 para evitar ser rastreados, era una operación muy riesgosa pero ya conocía exactamente cómo burlar aquellos códigos y señales espías gracias a esos diez años de arduo trabajo de espionaje en el servicio militar.

-¡¿Qué hiciste qué?!- Livingstone se quedó boquiabierto al ver todas las cámaras de seguridad en vivo en la computadora de Bodi- ¡Estás loco, Bodi pones en riesgo nuestra operación!

-No, créeme debes confiar en mí- le dijo guiñando un ojo- sé que esto no es un juego y hablo en serio, si puedo desactivar las cámaras de la zona que abarca- tomó un mapa para demostrarlo físicamente- desde el último puesto, hasta la línea divisoria el único que podrá vernos será el león de los binoculares, pero necesito programar esto para que todas esas cámaras se desactiven a la misma hora, debe ser un plan sin fallas, Livingstone.

El león notó que Bodi sabía realmente de lo que estaba hablando, asintió respirando hondo, al igual que Simba Yang tenían los días contados en Corea del Norte, fue entonces cuando tomó de entre tantas hojas uno de los planes que más tiempo le había tomado hacer.

-Mira esto, Bodi- decía Livingstone mostrándole aquel papel con instrucciones y mapas anexados con un clip- será el más arriesgado pero con lo que planeas de las cámaras será excelente, el escape será con nuestro Jeep- Livingstone tiró todo lo que tenían en la mesa de centro, colocando posteriormente un mapa de la zona desmilitarizada.

Bodi lo veía boquiabierto, no podía creer cómo Livingstone había conseguido tanta inteligencia, pero sobre todo coraje para luchar por la libertad de ambos, dicho plan fusionado con el de Bodi para desactivar las cámaras era su pasaporte hacia la libertad.

-Tenemos que pasar el penúltimo punto de control de manera natural para no levantar sospechas exactamente a las cuatro y media de la tarde, para dirigirnos a toda velocidad hacia el último punto de control, en este momento y a la misma hora- señaló a la zona boscosa en el mapa- las cámaras deberán desactivarse, es aquí cuando pisaré el acelerador a toda velocidad sin detenernos en el último punto de control, una vez allí tendremos menos de un minuto antes que los soldados que estarán reunidos en el minuto de silencio el cuál se hace todos los días alerten a los que están en la línea divisoria.

-Y si los que están en la línea divisoria también están celebrando el minuto de silencio así tendremos oportunidad de cruzar hacia el sur conduciendo.

-¡Exactamente!- coincidió Livingstone- ya solo sería cuestión de burlar al estúpido león de binoculares, para ese punto todos ya serán alertados y nosotros estaremos en Corea del sur.

-¡Genial!- Bodi sentía nervios y felicidad al mismo tiempo- Pero Livingstone...

El león asintió, sabía lo que Bodi estaba a punto de decirle por lo que ambos deberían ser bastante francos con eso.

-Si Bodi- respiró hondo- si algo sale mal el plan quedará arruinado por completo, el régimen ahora sí tendrá razones para culparnos y nos matarán.

Bodi bajo la mirada, estaba realmente triste de haber escuchado aquello, pero su amigo león tenía razón, el perrito pensó en su padre y en Darma a quienes realmente extrañaba mucho.

-Debemos escribir una carta, Livingstone- Bodi analizó la situación- tú escribirás una carta para Ryan y yo una para mi papá.

Livingstone lo miró aterrado pero también comprendió lo que su amigo le comentaba, a cómo podían escapar exitosamente, también podían morir en el intento, nunca antes en la vida se habían arriesgado tanto.

-De acuerdo- Livingstone se levantó- también escribiremos una copia de la carta, la colocaremos en nuestros bolsillos, yo te daré mi copia de la carta de Ryan y tú me darás la copia de la carta para tu padre, así si el régimen nos asesina, al menos al ver la copia de las cartas podrán recapacitar y comprender la urgencia de avisarles a nuestra familia.

Bodi comprendió lo que Livingstone le había explicado a detalle, inmediatamente tomó un lápiz junto con dos hojas de papel para comenzar a escribir en idioma chino la carta destinada para su padre, el perrito no pudo evitar contener las lágrimas al terminar de transcribir en la segunda carta lo que había escrito en la primera.

Livingstone pensó en Ryan, no podía imaginar cómo luciría su hijo, pero el simple hecho de pensar que existía la posibilidad morir y no volver a verlo nunca más le partía el corazón, era un juego de azar, el más peligroso del mundo. Un juego que albergaba un secreto realmente importante para la situación que atravesaban actualmente.

Un juego que conectaba sentimientos donde todos dependían de todos, empezando por la felicidad la cual dependía de la libertad y ésta última y más importante de un elemento esencial tanto para Livingstone como para Bodi, el coraje de tantos años que los ayudaría a perseverar en esta última batalla. 

El secreto de la libertadWhere stories live. Discover now