Nueva nacionalidad 새로운 국적

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-Arriba no hay tiempo que perder- el león de melena negra, quien había llevado a Livingstone y Bodi al calabozo se acercaba a la reja del mismo- ¡Arriba León! ¡Perro, levántense!

Livingstone ya se sentía mucho mejor, a pesar de aquella herida ya podía caminar con cuidado, inmediatamente se puso de pie junto con Bodi ambos dispuestos a cooperar al cien por ciento con los militares norcoreanos.

-¡Posición de firmes!- ordenó con amargura- ¡Vamos! Que no tengo todo el tiempo del mundo.

Así lo hicieron, inmediatamente pasó al calabozo el oficial custodiado por tres leones de melena café con armas, Livingstone notó que el león al mando tenía ropa doblada en sus patas.

-Al decir el nombre del país ustedes responderán Orgullo y patria amada...COREA DEL NORTE.

Bodi, quien no entendía nada miraba con miedo al oficial.

-Permiso para hablar, señor- dijo Livingstone.

El león miró con odio a Livingstone, quien a la misma vez se asombraba por su perfecta pronunciación del idioma coreano.

-Concedido, ¿Qué quieres?

Livingstone tragó saliva, se encontraba realmente preocupado por lo que el león pudiera hacerle.

-Mi compañero no habla coreano, solicito su permiso para traducir al idioma español lo que usted ordene.

Inmediatamente el león se dirigió con Bodi, lo inspeccionó con la mirada de arriba abajo, el perro comenzaba a temblar un poco.

-Mi soldado habla español- señaló a uno de los leones de melena roja- por lo que no podrán comunicarse en secreto, el permiso está concedido, vístanse ahora mismo- les tendió dos uniformes de soldado.

-Póntelo- Livingstone dijo a Bodi mientras comenzaba a vestirse.

El león no tuvo problema para vestirse rápidamente, su pantalón estaba perfecto junto con la camisa y el chaleco militar que deberían de portar, el uniforme era de color beige con franjas verdes en los hombros, con el cual vestirían de ahora en adelante.

-Pónganse los cascos también, de ahora en adelante serán miembros del ejército de la república popular democrática de Corea, los llevaremos a la toma de protesta en el palacio nacional como nuevos ciudadanos norcoreanos.

Bodi miró a Livingstone aterrado, pues era un idioma incomprensible para él.

-Que te pongas el casco- dijo el león mientras se abrochó el casco finalmente- nos llevarán a tomar protesta para obtener la ciudadanía norcoreana.

Bodi asintió mientras terminaba de abrochar su casco, el oficial ordenó que los siguieran caminando lentamente por el mismo camino que recorrieron hacía unos días cuando entraron al calabozo, las antorchas seguían encendidas aunque de todos modos los pasillos de aquellos calabozos lucían muy oscuros, dieron vuelta hacia la izquierda aproximándose hacia la puerta de entrada.

-Suban al camión- ordenó el oficial- y usted señor Perro- se dirigió a Bodi- Tradúcele, León. Serás inscrito en clases de coreano al llegar al campo militar.

Bodi se aterró al ver que el león militar lo miraba con rabia, pero de igual manera no entendió lo que aquel oficial le estaba ordenando.

-Que subamos al camión- Livingstone miró al soldado que hablaba español- también que te inscribirán a clases de Coreano al llegar al campo militar.

Bodi asintió a su amigo león, al subir al camión se percataron que ahora podían sentarse en asientos cómodos, parecidos a los que tenía el camión de turistas que habían abordado hacía unos días cuando visitaron el paralelo 38.

El secreto de la libertadWhere stories live. Discover now