Encuentro

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El reloj marcaba las ocho de la noche, Valentina estaba puntualmente en el Lobby de su glomouroso hotel, sólo a esperas de la señal para salir. Estaba allí, con una vestimenta poco usual en ella, unos pantalones negros, blusa blanca con detalles en tonalidades azules, maquillaje suave, accesorios modestos, perfumada como siempre y zapatos de tacón medio negros. Estaba muy informal, pero debía distraerse y atender a las recomendaciones de su amigo, todo con el fin de pasar una noche diferente. Tal y como demandaba su cerebro.

—Estás perfecta. –expresó Mateo, saludando y abriendo la puerta de su coche a Valentina.

—He hecho mi mejor esfuerzo. –responde cuando ya el piloto está en su sitio.

—Valen, tranquila.

—Cuéntame a dónde vamos.

—Necesito que te olvides de ser la Valentina Carvajal que conocemos –volteó a mirarla de con una ceja levantada–, necesito que seas una persona distinta. –resaltó.

—Gracias, te recuerdo que estoy aquí, cualquiera soy lo peor. –reclamaba simulando con voz de dolida.

—Bueno, es que se te olvida que te conozco eres demasiado cuadriculada, debes abrirte un poco a nuevas experiencias... Mis amigas te van a encantar, vamos a la inauguración del restaurante de una de ellas, bueno es aniversario, pero ella insiste en llamarle inauguración, porque le hace alguna modificación al cumplir un año más y para ella es iniciar. –explica su amigo mientras conduce.

—Perfecto, eso se llama la teoría de la renovación...

—Sí, anywere. Nosotros la apoyamos, es súper agradable, te la llevaras bien con ella.

—¿Nosotros? ¿Tú y tu pareja? –inquiere Valentina.

—Ya quisiera yo, si fuese hetero esa morena sería mi mejor opción, pero no, somos Juliana y yo esta noche apoyando a nuestra amiga Lana, la dueña del restaurante. –especificó.

—Ya, entiendo. Y mentir en cuanto a la persona que soy... ¿te parece bien?, son tus amigas.

—Valen, apenas las conocerás, sé que jamás volverás a frecuentarlas, sólo pienso en una noche distinta para ti. Ellas te van a tratar muy bien, pero por lo menos Juliana, ella repudia a los riquillos odiosos como tú... Piensa... ¿cómo quieres te presente?

—Entiendo... pues obvio seré Valentina Carvajal, aquí no han de conocerme y estoy aquí porque te vine a visitar. Ya.

—¿Y a qué te dedicas Valentina?

—Seré una escritora.

—Vamos por Dios, hace mucho que dejaste esa idea de escribir.

—Pero voy a retomarlo, lo estoy pensando seriamente. –asevera.

—Perfecto, ya falta poco por llegar –señaló–. Val, ya que estamos hablando, lamento lo de Lucho, no te voy a preguntar lo que sucedió, pero estoy seguro que fue una infidelidad de él. –dijo con rabia.

—Al parecer todos estaban seguros que él me iba a ser infiel, todos menos yo. –lamentó.

—Querida, él nunca me agradó, uno sabe...

—Gracias por decirme entonces en su momento. –reclamó.

—No creas, me provocó siempre decirte, pero en esos asuntos uno no se puede meter, confié en tu inteligencia para deducirlo, menos mal no sucedió hasta después de la boda –la miró–. Hemos llegado. Espero disfrutes de todo.

Mateo estacionó el vehículo, y le abrió la puerta a Valentina. Cuando iban camino a la entrada, se percataron de algunos paparazzis en la entrada, Valentina se sintió algo aludida, pero decidió ignorarlos, hasta que se acercó uno y los flashes la dejaron perpleja, la habían reconocido. Esos paparazzis estaban allí por Juliana Valdés, era su objetivo, pero como buenos acechadores, sabían de las celebridades o personas de interés que llegaban al país, uno la reconoció, aún y cuando su atuendo no era el común, pero cómo olvidar a una mujer con la presencia y el estilo de esa magnitud.

Destiny Blue (Terminada)Where stories live. Discover now