Promesa

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Rumbo al pent-house de Valentina, iban en la camioneta, Juliana iba ya un poco alicorada, o bueno un poco más que poco.

Había pasado una noche agradable junto a la mujer que consideraba ya la dueña de su corazón, estaba eufórica, alegre, y aun dentro de todo se debía contener, el hecho de que Valentina le haya dejado entrar a su corazón y le permitiera besarla, no garantizaba que ella podía seguir a sus anchas.

Notaba a la ojiazul tensa en algunas ocasiones, aun y cuando los besos eran cada vez más largos y candentes. La rubia dejaba claro el muro que había interpuesto entre ambas, no podía presionarla estaba clara en ello.

En medio de risas y muchas conversaciones estaba tranquila, se sentía en las nubes, y aunque no era su costumbre ser tan calmada o pasiva, era la primera vez que se sentía plena, aunque sea con solo entrelazar sus dedos ya era tocar el cielo.

Juliana era una mujer de acción, decidida y sin miedo a nada, pero con Valentina todas sus prerrogativas fueron a parar a la basura. Con ella todo era distinto, era mejor, era mucho mejor que cualquiera de sus experiencias pasadas, es más, Juliana llegó a pensar allí, para luego asegurarse a sí misma que nunca había sentido por nadie ni una milésima, de lo que su más mínima célula estaba sintiendo al lado de Valentina Carvajal. La gran empresaria, recordó.

"Calma, calma... piano a piano Valdés, ni se te ocurra meter las de caminar...", se repitió en más de una ocasión.

Valentina iba completamente sobria, en cuanto a alcohol se refería, pero se sentía completamente embriagada por la morena, no sabía cómo contenerse, o como hacía para hacerlo, a esas alturas su grado de excitación era tal que le daba pena que la morena se fijara en sus ojos.

Valentina iba completamente sobria, en cuanto a alcohol se refería, pero se sentía completamente embriagada por la morena, no sabía cómo contenerse, o como hacía para hacerlo, a esas alturas su grado de excitación era tal que le daba pena que la m...

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Cada detalle de la noche fue mágico: Juliana cantándole, haciéndola reír, contándole sus historias de trabajo más importantes y arriesgadas, y sobre todo besándola, sus besos la tenían en otro planeta.

El poder de las dos para contenerse estaba generando una bomba... era cuestión de tiempo. La fuerza de voluntad de Valentina era la que debía llevar la delantera, Juliana estaba ebria, aunque estaba aún muy consciente de todo, pero de las dos era la que tenía la tendencia a ir más allá. Valentina, lo deseaba, pero no podía, su destino le estaba prohibiendo hacer frente a la persona más encantadora que había conocido en su vida, justo en el momento en el que vida no tenía. Y eso la estaba carcomiendo, pero decidió simplemente vivir el momento.

Valentina pensó que quizás, en esta ocasión, el arrepentimiento de no hacerlo podía llegar a ser peor que el que salga de hacerlo.

Llegaron al apartamento.

—Princesa, gracias por regalarme esta noche tan especial. –dijo Juliana al entrar.

—No, gracias a ti, tú planeaste todo. –iba hablando camino a la sala, deja las llaves y sus cosas sobre el sofá y da un grio sobre su eje para encontrarse con Juliana que se quedó detenida a unos metros de ella, encontrándola con una mirada lasciva dirigida a su trasero.

Destiny Blue (Terminada)Where stories live. Discover now