Destiny Blue (Terminada)

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Pasaron seis días en la ciudad de Madrid. Los estudios se extendieron por cuatro días más de lo previsto, inicialmente.

Valentina fue sometida a varios estudios, el mejor neurocirujano del país estaba avocado completamente a su caso. El mismo, tenía en su haber varios estudios especializados, así como operaciones y hasta un método quirúrgico con su nombre, practicado en todo el mundo para operaciones de alto riesgo en un determinado sitio del cerebro. Desde que recibió el caso de Valentina, por petición de su colega en NYC.

Sus estudios habían finalizado, ahora sólo le quedaba que hicieran sus análisis y prácticas en realidad virtual para acceder a aceptar o no operarla.

—Por ahora es todo, Valentina –anunció el Doctor, luego de ver sus valores en los monitores apostados al lado de la cama donde reposaba la rubia–. Veo conveniente darte de alta. –le dijo amablemente.

—¿Y luego? –preguntó Juliana, quien no se había movido de su lado durante esos cuatro días, solo lo hizo para ir por ropa, en par de ocasiones.

—Solo nos queda esperar –señaló–, el jueves creo darte una respuesta.

Valentina sólo le dio un gesto afable, estaba agotada por esos días en cama y de estudio en estudio, más las drogas que le suministraban la tenían algo adormecida.

—Alguna indicación en especial. –indagó Juliana, tal y como había estado al pendiente todos esos días, no perdía detalle alguno.

—Juliana, ninguno –respondió y miró su reloj de pulsera–, en una hora le pasará el efecto de todo; podrá presentar cansancio, sólo hazla descansar un par de horas y estará a su ritmo normal. Recomiendo un par de horas porque estoy seguro que no querrá estar más en una cama... –sonrió y le regaló una mirada comprensiva a su paciente.

»Trataré de tenerles buenas noticias, como les dije, a más tardar para la próxima semana –se comprometió con seguridad–. Por ahora vayan a descansar, tienen estos días para ustedes; agradezco la paciencia –sonrió–. Siempre recomiendo que disfruten del aire libre en estos casos... –insinuó.

—Así será. Muchas gracias, Doctor De La Torre, estaremos esperando su llamado. –lo despidió Juliana dándole la mano, luego, de inmediato, tomó la mano de su novia.

La dejó descansar unos minutos luego de que la enfermera le retirara los parches y la vía.

—Amor, vamos... –la morena la tomó de las dos manos para instarla a levantarse.

—¡Gracias! –dijo sentidamente.

—No, no debes agradecerme, esto lo hago con todo gusto.

—No tenía idea que esto me iba a afectar tanto. –Valentina comenzó a incorporarse, Juliana le ayudó, atenta como en cada instante desde que entró a la clínica.

»Definitivamente –prosiguió– el destino ha jugado a mi favor, al traerte a mi lado.–dijo ya estando de pie frente a la morena; perdiéndose en los ojos achocolatados que la enamoraron desde el primer segundo de apreciación y que ahora brillaban como nunca.

—Princesa, las dos somos afortunadas... Te amo... –la besó tiernamente– Ahora vamos –se separó–, salgamos de aquí, creo que necesitas de los rayos del sol, como SuperGirl para recargar tus pilas... –bromeó y le dio un beso fugaz. Valentina reía con sus ocurrencias.

En lo siguiente, Juliana le ayudó a cambiar y alistando todo para salir rumbo al hotel, y a planear su semana con la rubia, necesitaba distraerla.